ÉRASE UNA VEZ EN EL BARRIO... (70)

¿Qué fue del viejo 'Compromís de Glòries'?

El conocido como ‘Compromís de Glòries’ firmado por todas las partes en el lejano 2007 incluía tres equipamientos en El Clot, en los entornos de La Farinera, que el barrio todavía espera: una residencia para personas mayores, un ‘casal’ de jóvenes y un teatro. El vecindario no se rinde 

Barcelona. 30.09.2021. La Farinera del Clot a la plaça de les Glòries. Érase una vez en El Clot. Equipaments pendents del compromís de Glòries, aprovats des del 2007. Al solar davant i al lateral de La Farinera hi va una residéncia de gent gran, un teatre i un casal per a joves. Foto Robert Ramos

Barcelona. 30.09.2021. La Farinera del Clot a la plaça de les Glòries. Érase una vez en El Clot. Equipaments pendents del compromís de Glòries, aprovats des del 2007. Al solar davant i al lateral de La Farinera hi va una residéncia de gent gran, un teatre i un casal per a joves. Foto Robert Ramos / Robert Ramos

Helena López

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Hay una frase de Miquel Catasús, vicepresidente de la asociación de vecinos de El Clot y una de las personas que más conoce y ha batallado por los equipamientos en el barrio, que define a la perfección la situación: “Según el 'Compromís de Glòries', los equipamientos de barrio tenían que estar acabados en 2014. Entonces ya sabíamos que no estarían en 2014, y ahora sabemos que tampoco estarán en 2024, pero luchamos para que no los dejen para 2044... o para nunca”. Con ese punto de partida tan poco esperanzador sería fácil desfallecer, pero son décadas de movimiento vecinal a la espalda y el convencimiento absoluto de la necesidad de seguir. 

De los 15 equipamientos de barrio acordados en el famoso ‘compromiso’ con nombre casi de tratado de paz firmado en 2007 por el entonces concejal de Sant Martí, Francesc Narváez, en el año 2021 no se ha construido ni una tercera parte (y una de las cosas que se ha construido, la biblioteca, se ha hecho finalmente en La Llacuna del Poblenou, mientras el compromiso era con los vecinos de El Clot, pero se ha levantado al fin y al cabo y las victorias hay que celebrarlas).

Los barrios afectados por la macrooperación urbanística de Glòries son cuatro -Poblenou, Sagrada Família, Fort Pienc y El Clot-, pero Catasús habla ahora solo de El Clot, que es el suyo. La cita es a primera hora de la mañana frente al centro cultural La Farinera, zona cero de los equipamientos pendientes en el enclave, pero se sienta a hablar a pocos metros, en los bancos de madera frente a la hace solo unos días inaugurada ‘clariana’ de Glòries, la extensa zona de césped que al fin puede disfrutarse. Carga con una bolsa llena de papeles impresos con mapas y planos que documentan todo lo que explica como portavoz de la vocalía de urbanismo de la asociación de vecinos, en nombre de la que hoy habla.

La Gran Via a su paso por La Farinera, lugar en el que está prevista la concentración de este sábado.

Centre Cultural La Farinera tras una Gran Via en obras, esta semana. / Robert Ramos

Desde 'el año del compromiso', hace trece, en los terrenos junto al centro cultural La Farinera, en la Gran Via, hay pendientes tres equipamientos del barrio: una gran residencia pública para personas mayores, un nuevo local para el 'casal' de jóvenes y un teatro, equipamientos que llevan más de una década en un cajón, pese a los distintos cambios de gobierno y a la tenacidad vecinal. Y, en medio, como en medio de absolutamente todo, la pandemia, que ha hecho replantear muchas cosas, por ejemplo el modelo de residencias. La prevista aquí inicialmente era de más de 100 plazas, tipología que se ha visto que no es la más pertinente. Desde la asociación coinciden en la necesidad de replantear el proyecto de la residencia, pero insisten en que el primer paso es sacar el proyecto del cajón para ver cómo adaptarlo a las nuevas necesidades.

La Fàbrica del Plom

Más allá de esta cuestión, en el número uno del ránking de equipamientos pendientes, en El Clot recuerdan que hay más asuntos. No se rinden en su batalla por la segunda biblioteca a la que tienen derecho dado el elevado número de población que habita en el barrio y la lejanía de la otra biblioteca, en un extremo del Camp de l’Arpa (fuera de los parámetros de la la máxima municipal de la ciudad de los 15 minutos a pie). Tienen claro, además, dónde podría estar, en la conocida como la Fàbrica del Plom, en la calle de La Verneda, el edificio que durante años ocupó el mítico Biciclot (entidad de referencia en el mundo de las cooperativas y de la bicicleta, trasladada hace un tiempo al Poblenou). Además, comenta Catasús paseando Escultors Claperos arriba hasta la vieja fábrica, hay prevista una zona verde que formaría parte del futuro Parc Lineal Trinitat-Sagrera-Glòries-Ciutadella, un sueño en la agenda de la lucha vecinal de esta franja de la ciudad desde hace décadas. Lo explica justo delante de la que sería la biblioteca, edificio que todavía es de propiedad privada pero cuya compra el consistorio está a punto de cerrar.

En el paseo hasta lo que hasta hace poco era Biciclot, en cuyo muro todavía se conserva la característica escultura hecha con bicicletas y en el espacio de delante el cartel de plaza de la bicicleta, nombre informal del lugar sin nombre, pasa por delante del parque de El Clot, cuyo acueducto de 25 metros que constituía la fachada del antiguo taller de Renfe está protegido por una red verde desde hace meses.

La respuesta municipal

Al ser consultado por este diario sobre el futuro de los equipamientos en el entorno de La Farinera, el consistorio asegura que "hoy por hoy", el ayuntamiento valora como opción "más viable" mantener la ubicación de la futura residencia -"competencia exclusiva de la Generalitat", subrayan- en el frente de la calle de Badajoz y "realizar la ampliación de los servicios culturales de la zona de equipamiento en el llamado 'sòcol Ona', sin más detalles. En cuanto a la biblioteca en la Fàbrica del Plom, el consistorio la descarta por la cercanía a la biblioteca finalmente levantada en el entorno de Glòries aunque al otro lado de la Gran Via, en el Poblenou.