David Bondia, designado Síndic de Greuges de Barcelona sin lograr la unanimidad

David Bondia ha sido designado este miércoles Síndic de Greuges de Barcelona, cargo en el que sustituye a Maria Assumpció Vilà. Bondia ha recorrido un largo camino no exento de obstáculos para lograr la plaza de defensor de los barceloneses, que ostentará durante los próximos cinco años. Tiene la opción de presentarse a un segundo mandato de la misma duración.

La elección de Bondia no ha suscitado un apoyo unánime, algo que tradicionalmente se ha considerado una muestra de apoyo a la fiscalización que el síndico debe hacer del consistorio. La mayoría de los grupos han votado a favor y Ciutadans, Barcelona pel Canvi y el PP lo han hecho en contra, algo que no había sucedido nunca. Solo se había registrado una abstención, la de la CUP cuando Vilà fue reelegida hace cinco años.

Bondia es presidente del Institut de Drets Humans de Catalunya y profesor titular de Derecho internacional público de la Universitat de Barcelona. Nacido en Barcelona en 1969 (tiene 52 años), vive en Poble Sec. Se licenció en Derecho en la UB, donde también se doctoró.

Ya intentó convertirse en Síndic de Greuges de Barcelona en 2016, pero entonces Vilà logró ser reelegida. La designación de Bondia llega unos meses tarde, ya que debía producirse en julio. La falta de consenso retrasó el proceso, que de entrada contó con ocho candidatos. Al final, el asunto se dirimió entre la candidatura de Bondia y la de Ramon Nicolau, experto en la gestión de los servicios sociales y exconcejal del PSC en la capital catalana. Barcelona en Comú y ERC apoyaban a Bondia y el PSC a Nicolau, como Barcelona pel Canvi.

Junts per Catalunya tardó en pronunciarse y su posición final fue decisiva. Al final se decantó por Bondia. Los socialistas respaldaron al aspirante con más apoyos, cumpliendo así el acuerdo que tenían con sus socios de Barcelona en Comú. Su jefe de filas, Jaume Collboni, ha abogado por revisar la forma de elección del síndic de greuges, que hoy sigue recayendo en los grupos pese a contar con un proceso participativo previo, con votación ciudadana y registro de apoyo de entidades a los candidatos que no son vinculantes. El presidente del grupo de ERC, Ernest Maragall, ha achacado el retraso en el proceso a la falta de sintonía entre los socios del gobierno. Un argumento que también ha esgrimido la concejala de Junts Neus Munté, que ha pedido que no se repita lo sucedido: “Estaría bien que se pongan ya a revisar el procedimiento”.

Por Ciudadanos, Luz Guilarte ha criticado el proceso de designación y al propio Bondia, por considerarlo cercano al independentismo. En concreto, por haber pedido la suspensión del artículo 155 en Catalunya. Con ello ha justificado el voto contrario de su grupo. Josep Bou ha esgrimido las mismas razones. Eva Parera, de Barcelona pel Canvi, y Marilén Barceló, no adscrita pero cercana a Parera, también han apostado por el no, con la misma motivación.

Una ciudad sucia

Junts per Catalunya considera que Barcelona está sucia y degradada, algo que comparten otros grupos de la oposición, y denuncia que se desatienden plagas de ratas en varias zonas, como es el caso de la supermanzana de Sant Antoni y el parque de la Guineueta, entre otros. Para intensificar la atención municipal, el grupo que preside Elsa Artadi ha propuesto la designación de un comisionado de Calidad del Espacio Público así como la elaboración en tres meses de un plan de choque para revertir la situación.

La propuesta ha sido aprobada en el pleno ordinario de este miércoles después que Junts llegara a un acuerdo con los grupos del gobierno municipal. La transacción ha supuesto un cambio: el texto aprobado, que ha visto la luz verde por unanimidad, indica que lo que se creará es la figura de un coordinador en lugar de un comisionado, y suscribe la iniciativa del plan de choque. Artadi ha afirmado que el concejal responsable del área, Eloi Badia, no logra evitar los problemas: “Hablamos de la limpieza, del hecho de que la ciudad está más sucita que nunca”. La concejala ha citado como caso “más llamativo” el de Sant Andreu, por los efectos en la calle de la entrada en funcionamiento del sistema de recogida de basura puerta a puerta. “Lo que pasa en Sant Andreu es muy grave, pero también pasa en el resto de la ciudad”, ha agregado.

El gas de la risa

El concejal del PP Josep Bou ha instado al gobierno municipal a tomar medidas por el incremento del consumo de óxido nitroso, del que se han visto muestras durante los macrobotellones de la Mercè. Bou ha recordado que el producto no es considerado una droga por la OMS si bien su consumo recreativo está recogido como delito en el Código Penal.

Batlle le ha contestado que su petición será recogida y ha explicado que la Guardia Urbana está estudiando un marco de actuación que todavía no está definida. Mientras ese marco no esté ultimado, ha añadido, los agentes intervienen el producto a los jóvenes a los que se les encuentra por tratarse de un producto de venta ambulante sin autorización.