El futro del aeropuerto de El Prat

Entrevista con Ada Colau: "Aena no ha sido del todo honesta, el objetivo no era un hub sino una operación inmobiliaria"

Colau

Colau

Albert Sáez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La retirada del proyecto de ampliación del aeropuerto, ¿ha sido una victoria para la ciudad de Barcelona?

Es una victoria el hecho de que se descarte una ampliación que significaba repetir errores del pasado: aumentar las emisiones, reproducir una movilidad que es poco eficiente y que contamina. Y en cambio, lo que necesitamos es reducir vuelos, aumentar las conexiones ferroviarias y repensar nuestro modelo productivo y de consumo. El informe de Naciones Unidas (IPCC) confirma, de manera dramática, que sólo tenemos diez años para reorientar esta economía y evitar la catástrofe generalizada, porque el cambio climático ya está aquí y es mucho más grave de lo que nos habían dicho. Lo estamos notando en Cataluña, estamos perdiendo las playas, estamos notando las olas de calor, las inundaciones y, por tanto, cuando hablamos de lucha contra el cambio climático es en estas decisiones estratégicas que debemos ser coherentes y consecuentes. Creo que es una victoria que, gracias al debate y la presión ciudadana, se haya parado una propuesta que era absolutamente del pasado.

¿Considera que la victoria es definitiva?

Seguro que este debate no está cerrado porque es evidente que hay algunos intereses económicos específicos, grandes empresas que pretenden hacer inversiones inmobiliarias en torno al proyecto de aeropuerto que les darían grandes beneficios a corto plazo. Como instituciones debemos defender la visión y el interés general, y tenemos que hablar de modelo, y de qué movilidad necesita Cataluña, y de cómo reducir el peso del tráfico rodado y como reducimos los aviones de vuelos cortos, como los sustituimos por trenes, como hacemos el corredor mediterráneo y como reforzamos definitivamente Rodalies. En Barcelona estamos haciendo los deberes. Las obras del tranvía comenzarán en breve, estamos duplicando los carriles bici, .. Este es el futuro y la ciudadanía lo tiene muy claro. Todos estamos a favor de que se mejoren las infraestructuras de movilidad. No es este el debate, la cuestión es qué infraestructuras, qué movilidad y qué inversiones.

Albert Sáez entrevista a Ada Colau: “Detrás de la ampliación del aeropuerto había una operación inmobiliaria."

Hay sectores económicos, esta misma semana lo decía el gremio de hoteleros, que consideran que sin esta inversión es inviable mantener el crecimiento económico en Barcelona. La clase de modelo que usted defiende, ¿en qué tipo de proyectos se concreta?

Barcelona está liderando la caída del paro precisamente por las macropolíticas, primero con los ERTE y ahora la subidas del SMI, que lidera Yolanda Díaz, la mejor ministra de Trabajo de la historia. A nivel de ciudad, mientras otras instituciones estaban paradas y bloqueadas como es el caso de la Generalitat de Catalunya, Barcelona, a pesar de la pandemia, no se ha parado nunca. Está licitando más obra pública que la Generalitat, que tiene diez veces más presupuesto. Somos líderes en obra pública y eso significa miles de puestos de trabajo. Somos líderes en vivienda de alquiler social. Somos la administración de todo el Estado que más vivienda de alquiler social está haciendo. Somos líderes en movilidad sostenible y esto nos lo reconocen internacionalmente con premios europeos y con amplios reconocimientos internacionales y esto significa también reforzar la industria local. Y con colaboración público-privada por supuesto. aliento. Barcelona ha hecho los deberes y ahora lo que necesitamos es que la Generalitat y el Estado nos acompañen en un momento estratégico cuando Barcelona está muy bien posicionada, tiene un montón de proyectos elaborados y puede ser de las grandes beneficiadas de los fondos europeos.

¿Se podrá mantener este nivel de gasto en el próximo presupuesto?

Europa ha hecho una buena lectura y ha mantenido la flexibilización en el tema de la deuda y el Estado ha mantenido el aumento de la participación. Por lo tanto, nos hace pensar en un presupuesto expansivo y que dispondremos de alrededor de 150 millones de euros más respecto al año pasado, una cantidad importante. No pueden ser para gasto corriente, pero sí por inversión, y eso quiere decir vivienda, significa escuelas, significa espacio público, ... Esta próxima semana comenzarán las conversaciones con todos los grupos municipales, y especialmente con ERC con quien hemos estado acordando los presupuestos hasta ahora, y confiamos en que en que haya un ánimo de corresponsabilidad para no perder la oportunidad de invertir 150 millones de euros extraordinarios en el presupuesto de la ciudad que dan para mucho y para muchas inversiones en infraestructuras básicas.

Es evidente, como usted decía, que en la salida de la pandemia está siendo decisiva la inversión pública. Determinados sectores señalan que si no hay una actividad que permita cobrar impuestos es difícil mantener la inversión pública. ¿Es lógico renunciar al turismo?

Con la actividad pública nunca es suficiente y se debe contar con el privado. Somos los primeros que hemos creado un operador metropolitano, que es de colaboración público-privada, en el que cedemos solares públicos para que privados hagan vivienda asequible, no social, pero sí inferior a los precios de mercado. Recientemente, hemos tenido muy buenas noticias: Microsoft ha anunciado que abría su hub más puntero en investigación e inteligencia artificial en Barcelona. Y lo hace en Barcelona porque dice que es de las ciudades más atractivas del mundo para atraer talento en el ámbito de la innovación y la tecnología. Y no lo dice sólo Microsoft, lo dice Wallbox, una empresa barcelonesa que se ha convertido en referente mundial en la movilidad sostenible eléctrica. Barcelona es la segunda ciudad del mundo, después de Londres, en atracción de talento tecnológico. La pandemia nos ha confirmado que no podemos depender del turismo. Cuando de repente no había visitantes, todos los barrios han resistido bastante bien y en cambio el centro, que era el que más dependía del monocultivo turístico, es el que más ha sufrido. Es la enésima confirmación, si necesitábamos alguna, de que necesitamos una economía diversificada y en eso estamos trabajando.

Estas actividades de tipo tecnológico o educativo, ¿no necesitan un aeropuerto con conexiones intercontinentales?

Estas empresas, y muchas otras de las que con las que yo he tratado estos años, nunca me han dicho que necesitaran ningún aeropuerto diferente. Tenemos uno de los mejores aeropuertos de Europa, somos el sexto aeropuerto de Europa en volumen de tráfico. Aena no ha sido del todo honesta cuando explicó el proyecto de ampliación. Sinceramente, no creo que la ampliación respondiera a ninguna voluntad de ser un hub para atraer talento. Había una operación inmobiliaria detrás clarísimamente. No he visto ningún informe económico que avalara las tesis que defienden en los medios de comunicación. Fui prudente porque soy consciente de mi cargo institucional. Y en cambio el 2 de agosto, de espaldas a la ciudadanía y prácticamente a escondidas, es el gobierno de la Generalitat con el Ministerio de Transportes que aprueba una ampliación que, no sólo es mala porque pisa la Ricarda, que es un tesoro ecológico que debemos preservar en el contexto de cambio climático en el que estamos, sino que también es mala porque significa aumentar las emisiones y porque significaba crecer con 20 millones de pasajeros, de turistas básicamente. Es mentira que fueran a ser congresistas de no se sabe qué país o qué galaxia. Estábamos hablando básicamente de turistas cuando nuestra ciudad ya ha llegado a un punto de saturación. Lo que necesitamos ahora es diversificar nuestra economía y no persistir en un monocultivo que nos ha hecho más vulnerables y que la pandemia lo ha demostrado.

"Lo que no nos gusta es el turismo masificado que nos ha hecho mucho daño"

¿Qué nivel o qué volumen de turismo cree que sería aceptable por Barcelona?

Los límites los establece bastante la geografía. Nosotros somos como un anfiteatro entre una montaña y el mar. Somos una de las ciudades más densas de Europa y no tenemos más capacidad de carga físicamente. Nos gusta el turismo y nos gusta que nos visiten porque somos una ciudad abierta y, en un mundo de nacionalismos excluyentes, nos reivindicamos como ciudad abierta y orgullosamente diversa, lo que no nos gusta es el turismo masificado que nos ha hecho mucho daño en años anteriores. Nosotros eso ya lo dijimos en 2015, cuando llegamos al gobierno y nos dijeron que hundiríamos la economía y, después, nos ha dado la razón y nos han dicho que se tenía que poner orden tal y como hemos hecho nosotros. Este es el camino. Queremos una actividad turística ordenada y equilibrada a lo largo de todo el año y en el conjunto del territorio. No queremos un centro que sea como una postal o de cartón piedra. Queremos un centro de la ciudad que sea vivo, que tenga actividad diversificada, que tenga vecinos y vecinas, que tenga comercio.

¿Qué balance hace de estos dos años de pandemia? ¿Qué impacto ha tenido sobre la ciudad?

El impacto de la pandemia ha sido muy fuerte. Estoy orgullosa de la respuesta barcelonesa, he tenido menos sorpresa porque ya lo viví con el atentado de la Rambla. En los momentos de máxima dificultad, esta ciudad se crece y saca lo mejor de sí misma. Y te vuelves a enamorar de Barcelona, para que realmente la gente ha dado lo mejor de sí misma. El Ayuntamiento ha estado a la altura y, esto lo ha reconocido todos, porque hemos hecho muchas cosas que no nos tocaba hacer. Por ejemplo, en una semana levantar pabellones hospitalarios en centros municipales no nos tocaba hacerlo, pero lo hemos hecho porque teníamos que hacerlo o ayudar en residencias, que era una competencia de la Generalitat. He visto una ciudad que, en general, hacía mucho más de lo que se le podía pedir.

Uno de los cambios más visibles y que más ha dado que hablar es el urbanismo táctico. ¿Ha sido un atajo demasiado arriesgado?

El urbanismo táctico debe ponerse en contexto, no es una ocurrencia, no es una anécdota. Ahora mismo, somos de los lugares donde más emisiones se generan en el planeta, donde más contaminación hay y mueren cientos de personas cada año de forma prematura por la contaminación. Por lo tanto, antes de la pandemia ya decíamos que tenemos que hacer un cambio, y tenemos que reducir la presencia del coche. Con la pandemia, además, teníamos el problema añadido que necesitábamos espacio para caminar con distancias. En Barcelona, tenemos una anomalía, somos una de las ciudades más densas de toda Europa y la mayor parte del espacio público lo ocupa el coche, que sólo representa el 20 por ciento de los desplazamientos, pero ocupa el 60 por ciento de la espacio público y esto es una anomalía absoluta. Decidimos acelerar con el urbanismo táctico, hecho con pintura y con pocos elementos sencillos, para ganar más espacio para los peatones y reducir la presencia del coche. Esto reduce la contaminación, reduce el ruido, permite tener más espacio para los peatones, pero también permite hacer pruebas piloto de lo que después serán transformaciones definitivas. Ahora estamos en un impasse que yo entiendo que pueda generar molestias. Pero lo que quiero dar es un mensaje de confianza. Ya se ha hecho un concurso público, con los mejores arquitectos y los mejores urbanistas, para hacer la mejor transformación posible de calles y plazas del Eixample. Serán transformaciones definitivas con el modelo de supermanzana en Barcelona y que contará con toda la participación vecinal y el año próximo será una realidad. Terminará de convencer aquellos que ahora tienen dudas ante este momento de transición con el urbanismo táctico.

"Los bloques de cemento amarillos son muy feos y se deben quitar lo antes posible "

Y, sinceramente, ¿no lo encuentra feo usted?

Lo hemos hecho como nos indicaron los servicios urbanísticos y de seguridad del Ayuntamiento, con estos elementos que se llaman new jerseys, que son bloques de cemento amarillos y que son muy feos. Esto se debe quitar lo antes posible y que ya lo estamos haciendo.

Antes decía que el centro debía recuperar vida, pero hay mucha gente que vive en el Eixample y tiene la sensación de que estas medidas les hacen la vida más difícil.

Les pediría que vayan a pasear a Sant Antoni, que genera un consenso diría que casi unánime entre comerciantes, vecinos y visitantes. El coche está mucho más restringido, hemos ganado espacios y ves gente jugando al ajedrez, haciendo vida en la calle, criaturas jugando y los vecinos y las vecinas charlando. Ha bajado el ruido. Han ganado calidad de vida, según un estudio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona. No es una opinión mía personal. Por tanto, el modelo lo extenderemos en el Eixample que es la principal autopista de Barcelona, la gente no es consciente de que por la trama del Eixample pasan más coches que por las dos rondas. Somos los primeros que presionemos a la Generalitat para que termine la línea de metro que está parada desde hace años y que estamos apretando para que el plan de Rodalies se ejecute.

¿Es consciente de que ha profanado un templo de los señores de Barcelona que es el Eixample y el Plan Cerdà?

Tendrá un coste. Hemos sido valientes para desafiar la centralidad del coche. Reivindico el Plan Cerdà más que nadie, se pensó para hacer una ciudad saludable, no para hacer una ciudad de coches. Somos muy fieles al Plan Cerdà y lo que estamos haciendo es actualizarlo en el siglo XXI.

"Somos muy fieles al Plan Cerdà y lo que estamos haciendo es actualizarlo en el siglo XXI"

Usted se presentó con la bandera de la lucha contra las desigualdades que superaba en muchos casos las competencias de un Ayuntamiento. Las desigualdades no han crecido pero se mantienen, ¿Qué querría hacer la alcaldesa y no puede?

Hemos logrado detener el crecimiento de las desigualdades. Tengo el orgullo de poder decir que, desde hace años, Barcelona es reconocida como la capital de todo el Estado con más inversión social, y esto quiere decir que destinamos más dinero que nunca a ayudas sociales pero también que somos líderes en innovación social. Una de las más importantes ha sido el Plan de Barrios, con 300 millones de euros entre el mandato anterior y este, para invertir precisamente en los barrios con mayor vulnerabilidad social donde no sólo hemos invertido en piedra, sino sobre todo en infraestructura que genera igualdad de oportunidades como es el caso de las escuelas. Es verdad que no todo se puede resolver desde el Ayuntamiento, tenemos que ser humildes y tenemos que reconocer los límites. De hecho, los ayuntamientos somos los que tenemos menos competencias y menos recursos y por lo tanto necesitamos que las otras administraciones hagan su trabajo. Aquí tenemos una deuda enorme con Barcelona, que sobrepasa todas las cifras aceptables que es la de la Generalitat que lleva tantos años bloqueada por el tema del proceso y que ha sido paralizada en vivienda, en sanidad, en educación, en infraestructuras, ... Necesitamos que el Estado apruebe ya una ley de vivienda que regule los precios del alquiler. Nuestro trabajo lo hemos hecho, pero evidentemente necesitamos primero que la Generalitat, que es quien tiene competencias en vivienda pública, se ponga a hacer vivienda. Sólo este año, Barcelona está haciendo más de 2.300 viviendas de alquiler social. Sólo este año y la Generalitat está haciendo 36. Estamos haciendo de Ayuntamiento y Generalitat. Y el Estado tiene que hacer una nueva ley que proteja la vivienda como un derecho, por delante del derecho a especular y que limiten los alquileres y que se impida las subidas abusivas que se han producido en los últimos años.

"He decidido que todavía no es el momento de tomar la decisión de si me vuelvo a presentar"

Con todo lo que queda por hacer imagino que se volverá a presentar.

Estoy entregada y muy ilusionada con Barcelona porque, a pesar de todas las dificultades, Barcelona no se ha detenido. Estamos empezando a ver los resultados de las políticas de vivienda de transformación urbanística y movilidad. Estoy contenta. He decidido que todavía no es el momento de tomar la decisión de si me vuelvo a presentar. Lo hablaremos con la organización. Algunos nos querían tratar como intrusos o como una anécdota en los libros de historia, y nosotros hemos venido aquí para crear un nuevo modelo de ciudad y de forma de hacer política.

En algunos casos ha vivido ataques más personales, denuncias por anomalías en subvenciones o silbidos. ¿Cómo lo vive esto una persona que viene del activismo?

Precisamente porque vengo del activismo, estoy muy curtida y no tengo ningún problema con la crítica. En los últimos tiempos hemos visto , una mezcla diría como mínimo de dos cosas diferentes: que el final del procés ha generado frustración en parte del espectro político, y concretamente en Junts por Catalunya que se ha quedado en la posición del bloqueo y del no a todo. Y, por otra parte, es verdad que hay ciertos partidos de la oposición que consideran que ya están en campaña. Tengo muy claro que yo lo que tengo que hacer es pensar en la ciudad, pensar los barrios y hacer propuestas en positivo. Y después habrá gente que vendrá a silbar o que intentará reventar un acto, forma parte del juego político.

Suscríbete para seguir leyendo