Medida polémica

Los hoteleros de Barcelona arremeten contra la aplicación del recargo turístico

Critican "la falta de empatía" del equipo de Colau con el sector, por no posponer el impuesto extra que se aplica los alojados en la ciudad

Lamentan que otros destinos se vuelquen en la recuperación sectorial mientras la capital catalana sigue haciendo inversiones "mínimas" en promoción

Turistas en el centro de Barcelona el pasado mayo.

Turistas en el centro de Barcelona el pasado mayo. / ÁLVARO MONGE

Patricia Castán

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Los pocos turistas que empiezan a volver a los hoteles de Barcelona se encuentran desde el 1 de junio con un impuesto extra que ahora sienta como un jarro de agua fría al sector. No tanto por el montante (que se implantará paulatinamente en cuatro años para suavizarlo), como por su significado: "Tras más de un año sin apenas actividad, el ayuntamiento demuestra su falta de empatía con una tasa que podía haber retrasado", dispara el director del Gremi d'Hotels de Barcelona, Manel Casals. Alude así a la implantación del recargo local, que contrasta con la congelación de la tasa general de estancias turísticas por parte del Govern. Y choca más aún con las iniciativas de otros grandes destinos, como Nueva York, donde se han eliminado temporalmente impuestos para incentivar la recuperación del turismo.

En la gran manzana, el alcalde Bill de Blasio ha instigado una campaña de promoción astronómica a la par que suprimía tres meses una de sus tasas (del 5,87%, correspondiente al impuesto de ocupación de habitación de hotel) para alentar precios más asequibles en el alojamiento. Los volúmenes de viajeros no son comparables, pero Casals es muy crítico con el gobierno de Colau, y en especial con los ediles socialistas que lideran Promoción Económica (Jaume Collboni) y Turismo (Xavier Marcé) por ejercer de interlocutores con los hoteleros y no haber aplazado nuevamente el gravamen, como sucedió en enero.

Cabe recordar que la tasa turística es más alta -en general- en Barcelona que en el resto del territorio catalán. En la ciudad va de los 0,65 euros por noche y persona en las categorías de alojamiento más bajas (y cruceristas que recalan menos de 12 horas) a los 2,25 euros para hoteles de lujo y pisos turísticos (o cruceristas en escala superior a 12 horas). Este ingreso se reparte posteriormente entre Generalitat y ayuntamiento. No obstante, este 2021 se va a incrementar la tasa general (llegando a los 3,5 euros por noche en categorías superiores), además de incorporar un recargo específico para Barcelona que se ingresará íntegramente en las arcas municipales. En el primer caso, se ha aplazado la aplicación hasta el 1 de octubre, mientras que el ayuntamiento ya ha implantado el suyo este junio, pese a la protesta del sector e incluso del grupo municipal de ERC (instigador del recargo en 2019), que quiso reprobar a varios ediles en el último pleno por no aplazarlo.

Ayudas cuestionadas

"Cuando nos preguntaban cómo nos podían ayudar, solo pedimos no pagar impuestos mientras no hubiera actividad", añade Casals, en alusión al IBI, las tasas de basuras y la tasa turística, pero "ninguno dejó de cobrarse". El nuevo incremento supondrá este año 0,75 euros más por noche en cualquier alojamiento barcelonés, que en 2022 serán ya 1,75 euros extra, por 2,75 en 2023 y hasta llegar a 3,25 en 2024. Es decir, que ese año en un hotel de cinco estrellas se abonarán 6,75 euros por noche y persona de tasa, mientras que en un piso turístico serán 5,5, por ejemplo.

La patronal cuestiona que se haya hecho efectivo en la actual coyuntura. Marcé lo defendió en el pleno ayuntamiento como un recargo que no pagan los hoteles sino los viajeros y que sirve para "evitar que los barceloneses asuman parte de gasto público que genera el turismo". También defendió el esfuerzo este 2021 por relanzar el turismo, empezando por una campaña de promoción. Pero para los hoteleros, la promoción real lleva años siendo "mínima" sobre el total de lo recaudado, que se destina más a paliar posibles efectos colaterales del turismo, crear puntos de interés descentralizado y un amplio repertorio de ámbitos que van del cultural al urbanístico. El año pasado fueron 9,3 millones "centrados en la economía del visitante poscovid". Desde 2012 la ciudad ha percibido 77,3 de su parte de la tasa.

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