Nuevo urbanismo

La Barcelona del futuro pasa por el Bon Pastor

El solar de la antigua fábrica Mercedes se convertirá en una ‘superilla’ con 1.450 nuevas viviendas e industria 4.0

El proyecto, en el marco de regeneración de los barrios del Besòs, pretende ser ejemplo europeo de sostenibilidad 

La nave principal de la antigua fábrica de Mercedes-Benz en el barrio del Bon Pastor.

La nave principal de la antigua fábrica de Mercedes-Benz en el barrio del Bon Pastor. / Jordi Otix

Natàlia Farré

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Un barrio neutro en emisiones, sin coches, sostenible y resilente, con mixtura de usos, residencial y productivo, con tejido urbano continuo, conectado y zonas verdes. La ciudad de los 15 minutos, del vecindario y del comercio de proximidad. Con una industria 4.0: innovadora, creativa y digital. Un ‘hub’ tecnológico y una ‘urban factory’. Todo esto se pretende que sea el Bon Pastor, que aspira a ser uno de los primeros barrios en Europa neutro en emisiones y uno de los primeros en cumplir los objetivos de la agenda 2030. ¿Cómo? Con una ambiciosa transformación urbana de lo que ahora es un inmenso solar industrial en desuso y a finales de 2026 se supone será “ejemplo del modelo ‘superilla’ Barcelona” y de los “rasgos identitarios de la Barcelona del futuro”, a juicio de Janet Sanz, concejala de Urbanismo.

El espacio en cuestión son los 90.641 metros cuadrados que antaño ocupó la fábrica de Mercedes-Benz, que antes acogió a la Empresa Nacional de Motores de Aviación (Enmasa), que desde 2007 ocupa la nada y ejerce de barrera entre Sant Andreu del Palomar y el Bon Pastor. Y que, en 2018, compró la gestora inmobiliaria Conren Tramway, dueña también de las Tres Xemeneies del Paral·lel. Sociedad privada y ayuntamiento han firmado un convenio para transformar la zona en un nuevo espacio urbano con mixtura de usos, residencial y productivo, con nuevos equipamientos, espacios verdes y mejora de las conexiones con el resto de la ciudad. Un proyecto que se enmarca en la estrategia de regeneración urbana de los barrios del Besòs y se suma, entre otros, a los de la Sagrera, plaza de las Glòries, 22@, Campus Diagonal-Besòs y puente de Santander.

5.000 puestos de trabajo

Habrá equilibrio. Un 58% del espacio se dedicará a uso residencial, el resto a actividad económica. Se construirán 1.450 viviendas, de estas 580 serán en régimen de protección oficial y se pretende que la mayoría entre en el mercado de alquiler. Y 33.000 metros cuadrados de las plantas bajas se destinarán a comercio de proximidad y a oficinas con la intención de que el nuevo tejido urbano tenga vida de barrio. Además, el proyecto contempla dotar al vecindario de los equipamientos educativos, sanitarios y culturales necesarios y de sus consecuentes zonas verdes. De hecho, la idea es que estas conecten con el parque de La Maquinista y el futuro parque lineal de la Sagrera.

Con el tejido urbano en marcha lo suyo es convertir lo que fue una industria del motor en una industria 4.0, “de ideas, innovación, conocimiento y creatividad”, según Sanz. Para ello se ha firmado un acuerdo para instalar en la zona a la facultad de diseño e ingeniería Elisava, que movilizará  a 2.000 estudiantes y 400 docentes; y hay negociaciones para ubicar una sede institucional de la Universitat de Vic en Barcelona que ejercerá también de espacio de formación de posgrados. Paralelamente se está trabajando con la Fundació Leitat –centrada en la promoción de la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica- para que instale ahí centro propio y lidere la implantación en la zona de nuevas empresas. En total, se presume que la suma de todas las acciones económicas pueden significar la creación de 5.000 puestos de trabajo.

Patrimonio sin coches

Toda esta actividad se ubicará en los edificios de la fábrica que se pretende mantener en pie como parte del patrimonio industrial de Barcelona. Pese a que la construcción –obra de Robert Terradas y ejemplo de arquitectura racionalista- no está catalogada ni protegida, el proyecto contempla su mantenimiento con la intención de no borrar la huella de la historia como ocurrió en su día con La Maquinista y La Pegaso. Sí caerán los cierres perimetrales de este nuevo universo cuyo centro se situará en la nave central, que se convertirá en plaza, en la plaza de Mercedes, y cuyo espacio estará vetado al coche.

El proyecto no tendrá ningún coste para las arcas públicas, pues el convenio recoge que la urbanización irá a cargo de la propiedad, Conren Tramway,  que también cederá el suelo para equipamientos públicos, viales, zonas verdes y vivienda social. La parte del ayuntamiento consiste en impulsar un proceso participativo y modificar el Plan General Metropolitano –previsto para finales de año- para adaptarlo al nuevo proyecto pero sin perder suelo industrial. Según la concejala de urbanismo en su momento hubo 71.000 metros cuadrados dedicados a la industria y ahora serán 84.000. En total, la antigua fábrica dispondrá de 200.667 metros cuadrados en 2026, antes, en una primera fase, en setiembre de 2023 se prevé tener acabados los edificios de Elisava, la Universitat de Vic y la Fundació Leitat.