Instalación junto a la parroquia de Sant Pius X

Vecinos del barrio de Congrés protestan por la instalación de un columbario

Residentes en viviendas de las calles de Can Ros y Pardo tienen a pocos metros del balcón los espacios para urnas de difuntos

A la vista de las quejas, el ayuntamiento ha instado al párroco a detener la instalación para revisar si cumple la normativa

VEINS PROTESTEN CONTRA LA INSTALACIO DE COLUMBARIS PER URNES DE DIFUNTS A PROP D HABITATGES DE CONGRES  A MERIDIANA   CAN ROS  18  BARCELONA 23 3 2021 FOTO JOAN MATEU PARRA

VEINS PROTESTEN CONTRA LA INSTALACIO DE COLUMBARIS PER URNES DE DIFUNTS A PROP D HABITATGES DE CONGRES A MERIDIANA CAN ROS 18 BARCELONA 23 3 2021 FOTO JOAN MATEU PARRA / Joan Mateu Parra

Toni Sust

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Hace apenas dos semanas, el 11 de marzo los vecinos de las calles de Can Ros y de la calle de Pardo, en el barrio de Congrés, en Sant Andreu, se toparon con una construcción no muy grande pero bastante llamativa en un espacio al aire libre que separa las viviendas de la pared de la parroquia de Sant Pius X: un columbario, por ahora vacío, con 80 plazas para otras tantas urnas con cenizas de difuntos.

El espacio es una zona verde habitualmente no transitada, que sirve para que los inmuebles respiren, por así decirlo. En la parte más cercana a los edificios de Can Ros, una zona de un metro corresponde a esas comunidades. El resto es de la parroquia. Lo que denuncian los vecinos es que los muertos quedarán muy cerca de sus casas. En algunos casos, a menos de 10 metros.

Carteles y pancartas

35 personas están afectados por la instalación. Se trata de vecinos de los números 7 y 9 de la calle de Pardo y de los números 18, 20 y 22 de la calle de Can Ros. Han presentado denuncias y quejas ante el arzobispado y ante el ayuntamiento, y esperan respuesta. Subrayan que nadie les avisó de que se realizaría la obra, y temen que a este primer columbario le sigan otros: el patio da para nuevas instalaciones. 

Una vecina, en uno de los balcones que dan al columbario, entre carteles de protesta.

Una vecina, en uno de los balcones que dan al columbario, entre carteles de protesta. / Joan Mateu Parra

Aparte de que preferirían no tener difuntos en el jardín, aunque no sea suyo, temen que el columbario atraiga a gente en una doble vertiente. ¿Cómo hacer el aperitivo en el balcón despreocupadamente junto a personas que lloran a los suyos?, se pregunta un vecino. Pero les inquieta más que el nuevo uso del espacio acabe atrayendo a amigos del botellón y el vandalismo. También destacan que el columbario puede incomodar a quien no profese la religión católica.

Por ahora, además de las denuncias enviadas, los vecinos han tomado la medida de colocar pancartas en la fachada que da a al exterior y de dejar papeles contra el columbario en el patio. Uno de ellos también fue el domingo a misa a arrojar algunos ante la puerta de la parroquia de Sant Pius X.

El mosén, molesto

Este diario acudió a la parroquia para recabar la versión del párroco, que no se encontraba en la iglesia. Sí estaba el vicario, que facilitó el móvil del sacerdote. El mosén, que prefiere que no se publique su nombre, lleva cuatro meses y medio en la plaza. La idea del columbario, explica, fue suya. Es, dice, algo habitual en Barcelona. Está considerablemente enfadado por la reacción de los vecinos: no entiende que no fueran a verle antes de lanzar papeles, algo que considera “un hostigamiento”. 

El distrito de Sant Andreu dice ser conocedor de las quejas de los vecinos e informa de que ha realizado una inspección y ha instado al párroco a “detener la instalación del espacio hasta que se pueda valorar la aplicación de las normativas” en casos como este.