El antes y ahora

La Mercè 2020 y una mirada atrás

Las imágenes que nos dejan año tras año las fiestas de Barcelona presentan este año un giro por causa de las restricciones derivadas de la pandemia del coronavirus

zentauroepp55072674 bcn200923202731

zentauroepp55072674 bcn200923202731 / periodico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Como todo desde que llegó la pandemia, las fiestas de la Mercè han visto su programación afectada y con ella, el impacto de los actos y celebraciones que se sucedían en distintos puntos de Barcelona de forma tradicional. Entidades vecinales y de comerciantes del Barri Gòtic han manifestado estos días su enojo por la ausencia de actividades en su barrio: Lamentan que no haya ninguna expresión de cultura popular, como los gigantes o los grupos de danza "nacidos o arraigado en estas calles", que en cambio actuarán en lugares como el Raval, el Guinardó, el Parque Güell o en Nou Barris.

Lo que está claro es que será la Mercè más atípica, pero que nos ofrecerá imágenes sin precedentes que rompen con las que volvían año tras año. Hasta la lectura del pregón, con la que arrancan las fiestas, ha sido diferente, sin público en la plaza y con un Saló de Cent al que solo se podía acceder con invitación y altas medidas de seguridad sanitaria. El pregonero de este año ha sido Tortell Poltrona, mientras que el año pasado fue la ex alcaldesa de Madrid Manuela Carmena la protagonista, con un llamamiento al diálogo.

Una plaza Sant Jaume vacía

Una plaza Sant Jaume vacía 

Para empezar, la plaza Sant Jaume no ofreció las imágenes con multitudes congregadas para disfrutar del ball dels gegants típico del primer día de las fiestas. Los gigantes y el bestiario habitual de estas celebraciones estuvo unos días expuesto en el vestíbulo interior del edificio consistorial, a resguardo, y solo se pudo ver una parte del espectáculo porque se trasladó al interior del Saló de Cent.

Una misa con distancia social

Una misa con distancia social 

El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha presidido la misa tradicional de la Mercè, en la que ha pedido el amparo de la virgen para acabar con la pandemia. El acto se ha realizado en la Basílica de la Mercè ante un reducido número de personas congregadas y manteniendo una rigurosa distancia social.

Muy distinta fue la ceremonia del año pasado y los anteriores, en que los barceloneses se agolparon a las puertas de la iglesia para acompañar también el recorrido de autoridades hasta el Ayuntamiento.

La música y espectáculos en la calle

La música y espectáculos en la calleMascarillas, distancias de seguridad y ordenadas colas han sido la tónica de los primeros conciertos de La Mercè, una fiesta mayor atípica, en la que el centro de Barcelona ha permanecido casi vacío durante la mañana, mientras la música se distribuía por lugares tan alejados entre sí como el Park Güell o la cárcel Modelo, informa Efe. .

Al lado de unas Ramblas muy poco transitadas, la única muestra de que Barcelona estaba esta mañana de fiesta mayor ha sido la cola que se ha formado para entrar en la plaza Joan Coromines, al lado del CCCB, donde hoy, jueves, ha tocado Za! & la TransMegaCobla.

La Ciutadella ha sido uno de los pocos espacios que han repetido escenario para las fiestas, y la afluencia de público también ha sido bien distinta de otros años a este.