Buch replica a Barcelona que no puede frenar los cortes de la Meridiana

El 'conseller' de Interior, Miquel Buch, ha echado un jarro de agua fría sobre las pretensiones de Ada Colau de que la Generalitat intervenga y prohíba los cortes de tráfico que diariamente y desde hace más de cuatro meses tienen lugar en la avenida de la Meridiana en protesta por la sentencia del ‘procés’.

Buch ha afirmado que su departamento no puede actuar “si no hay riesgo para las personas o los bienes” ya que “hoy por hoy” eso no está sucediendo, si bien ha agregado que se está esperando que lleguen las conclusiones de informes policiales sobre las protestas. La ley, ha dicho Buch, es “muy clara” y la Constitución, ha añadido, garantiza el derecho de reunión y de manifestación.

El ‘conseller’ también ha instado al Ayuntamiento de Barcelona “mediar” para que el derecho de manifestación sea compatible con la movilidad de la ciudadanía. Buch ha asegurado, en declaraciones a RAC-1, que si lo que pasa en la Meridiana sucediera en cualquier otro municipio, sería labor del consistorio correspondiente buscar una ruta alternativa.

También ha negado que el hecho de que los manifestantes sean independentistas haya influido en la decisión de Interior de no prohibir los cortes de tráfico, que están comunicados hasta el 28 de febrero, por ahora. Y de paso ha recordado que el consistorio “no puso ninguna pega” cuando fueron los taxistas los que se manifestaron provocando el corte de tráfico de la Gran Via durante unos días.

La indignación de Batlle

El titular de Interior ha contestado así este jueves a la petición formulada por el Ayuntamiento de Barcelona para que se dé fin a los cortes de tráfico, que se producen desde hace 129 días. La petición municipal la hizo el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, quien el miércoles declaró: "Es una actividad absolutamente abusiva. Está perjudicando a los vecinos, los comerciantes y los conductores. Y en determinadas ocasiones está poniendo en riesgo la seguridad de las personas". Batlle ya instó en diciembre a Interior a que no autorizara los cortes de la Meridiana y calificó de “disparate” que se siguieran produciendo.