COLECTIVOS VULNERABLES

Familias y entidades denuncian la falta de parques accesibles para niños con discapacidad

La madre de una niña con discapacidad denuncia que no hay parques accesibles en Barcelona para que su hija pueda jugar

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Elisenda Colell

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Emma tiene solo 5 años, pero tiene clarísimo qué quiere ser de mayor: "Superheroína o ninja", dice con una sonrisa. A los Reyes Magos solo les ha pedido un regalo: un disfraz para parecerse a Ladybug, la superheroína que protege París. Ni Emma ni su curiosidad tienen barreras. Y sus ganas de comerse el mundo se notan incluso cuando va al parque hay junto a su casa, los jardines de la Indústria (también llamado parque de la Oreneta por una gran estructura de madera con forma de ave), en el Eixample.

Un cartel del Ayuntamiento de Barcelona subraya que se trata de un espacio 'inclusivo'. Emma no tiene miedo a ningún reto y trata de subir a todas las estructuras que hay en el parque. 'Los niños con movilidad reducida pueden acceder por la cola', señala el cartel municipal. Pero Emma no puede. Se da cuenta y se queda quieta, mirando cómo el resto de los niños van subiendo los muros. Nació con la espina bífida y tiene un 33% de discapacidad. Anda con ayuda de un caminador y solo puede jugar en el parque si sus padres la ayudan a subir o escalar. Incluso le cuesta moverse por el suelo, ya que el caminador se le atasca en algunas zonas.

La madre de Emma, Noemí Font, no da crédito a la situación. "Este cartel miente, y yo me niego a decirle a mi hija que no puede", se queja. Así que ha optado por no bajar con su hija al parque de su barrio. "Lo que no quiero es que se sienta diferente, peor que el resto de los niños", argumenta. Font ha interpuesto varias quejas municipales y ha utilizado Twitter para difundir aún más su lamento. Los técnicos municipales le han respondido que puede probar en el otro parque supuestamente accesible que hay en la ciudad, el de la Pegaso, en Sant Andreu. "Hay un pulpo gigante al que mi hija no puede subir. ¿Esto es accesible?", se pregunta. "Emma también tiene derecho a jugar en el parque", prosigue.

Aplicar la normativa

Lo cierto es que el consistorio, a través del Instituto Municipal de Personas con Discapacidad, hace tiempo que se dio cuenta de que los parques infantiles estaban muy lejos de ser espacios accesibles e inclusivos. Una preocupación que se hizo aún más patente hace dos años, tras la recogida de firmas de otra madre en la misma situación. Junto a personas con discapacidad, madres, padres y varias entidades agrupados en la Xarxa d’Accessibilitat i Vida Independent (XAVI) elaboraron un manual de cómo deber ser un parque accesible. "La normativa se ha hecho, pero estamos teniendo problemas para que el ayuntamiento la aplique", se queja Montserrat García, responsable de accesibilidad en la junta de la federación Ecom en Catalunya, dedicada a las personas con una discapacidad física. El consistorio responde que ahora se está "realizando un inventario de los elementos de cada espacio de juego" en la ciudad. "A menudo vemos que en la práctica no se aplica lo que se ha consensuado con el sector alegando motivos técnicos", añaden desde el Comitè Català de Representants de Persones amb Discapacitat (Cocarmi).

Pero el problema es de mucha más envergadura. "El papel de los niños no se ha tenido demasiado en cuenta en los temas de la accesibilidad. Hay un vacío legal y una de las consecuencias es que prácticamente no existen aéreas de juegos ni en Barcelona ni en ninguna otra ciudad de Catalunya que sean accesibles", sentencia García. Una afirmación que comparten también desde el Cocarmi. Pero aún hay más. García señala también los recintos escolares y sus patios, además de que la falta de accesibilidad de los parques afecta a los progenitores que tienen algún tipo de discapacidad. "Hay padres con problemas de movilidad que no pueden llevar a sus hijos al parque porque, al ir con silla de ruedas, no pueden entrar", explica. Un tema que, si bien Barcelona trata de resolver, ningún otro ayuntamiento está abordando. "Hay que hacer prevaler el derecho de los niños con discapacidad al ocio y al recreo, como el resto de los menores, cumpliendo tanto la Convención sobre los Derechos de los Niños como la de los Derechos de las Personas con Discapacidad", agregan fuentes de Cocarmi.

Mientras tanto, la Generalitat sigue sin aprobar el reglamento que despliegue la Ley Catalana de Accesibilidad, que podría resolver esta cuestión y que hace más de seis años que esta logró el visto bueno del Parlament. Emma, nació cuando ya existía esta ley. Pero sigue necesitando superpoderes para superar las barreras que se encuentra si quiere ir a jugar al parque.