REIVINDICACIÓN

Ejes turísticos y hostelería de Barcelona reclaman una campaña de Navidad más potente

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Patricia Castán

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dos semanas del inicio de la campaña navideña, una buena parte del sector comercial de Barcelona vuelve a poner sobre la mesa la reivindicación que ha acompañado a todo el pasado mandato de la alcaldesa Ada Colau: más recursos para que la Navidad de la capital catalana sea más vistosa para todos y se convierta en un reclamo internacional de compras y escapadas de invierno. Y lo reivindican con más impetu si cabe, tanto los ejes comerciales más céntricos aglutinados en Barcelona Oberta, como la restauración o la hotelería, tras unas semanas de importantes caídas de ventas y reservas por el clima de tensión que se ha vivido en el centro de la ciudad tras la sentencia del 'procés'.

El gobierno municipal de los 'comuns' ha sido partidario todos estos años de una celebración más austera en lo referente a ornamentación, luces y promoción del consumo, primando las pequeñas acciones de barrio. No obstante, la reciente entrada de los socialistas como socios de Colau ha puesto ahora sobre la mesa la promesa de unos festejos con algo más de relumbrón, solo que todavía no para este año porque el calendario era demasiado ajustado, señalan fuentes municipales. Los operadores mencionados, sin embargo, creen que esta edición precisa más que nunca de "medidas excepcionales" tras varias semanas negras de caída de facturación y con un ambiente de conflicto que también ha afectado al consumo local, explica Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta.

Los sectores económicos creen que este año serían necesarias acciones "extraordinarias" para compensar la caída de reservas y ventas

El Gremi de Restauració se suma a la demanda, especialmente este diciembre "cuando el debilitamiento de la economía de la ciudad es demasiado evidente, tras tantos altercados". Su director, Roger Pallarols, insiste en que la ciudad "ha de tener una de las mejores iluminaciones del mundo como reclamo, tras el retroceso de los últimos años". Y lamenta que la administración local no "sea empático con sectores clave", en los que muchos barceloneses "se ganan la vida", ni piensen en "recuperar el prestigio local en lugar de multiplicar las tasas a las terrazas barcelonesas".

Encendido a las 17.30 horas

El clásico encendido de luces navideñas será este año el 28 de noviembre, antesala del pujante 'black friday' de descuentos comerciales. Tras reiteradas peticiones, el consistorio ha ampliado el horario, de 17.30 horas a medianoche, aunque por cuestión de inicio del encendido el volumen de horas de luz no crece lo bastante, según los operadores de los ejes más turísticos. No varía la fórmula de la era Colau de dar el pistoletazo de salida en un barrio más periférico, este año Sant Andreu, concretamente en Can Fabra.

Y lo cierto es que este año en ese acto se echará en cierto modo la casa por la ventana, ya que Colau adjudicó hace unos meses por decreto un montaje a cargo de la compañía Dagoll Dagom, por 127.000 euros.  Por espectacular que este pueda resultar, el comercio del centro (de Portal de l'Àngel a paseo de Gràcia y demás) sigue echando en falta una escenografía más central e icónica que tenga "repercusión internacional", como la de otras ciudades europeas. "Nos parece bien que en los distritos se hagan actos especiales, pero necesitamos uno central con una imagente potente que atraiga demanda y cree marca Barcelona", defiende Jené.

Marcas insolidarias

En la misma línea, la asociación Diagonal Barcelona insiste en que se debe constituir una mesa de trabajo de Navidad que involucre a entidades, ayuntamiento y consorcio turístico, y planifique las celebraciones. Lamenta que ahora todo dependa del "esfuerzo de los asociados", explica su gerente, Àlex Miró. Este eje, que el año pasado por problemas con la empresa suministradora y escasez de recursos se quedó sin luces, tendrá iluminación nueva en esta ocasión, aunque con grandes dificultades. Y es que se repite una constante incomprensible en Barcelona: la mayoría de multinacionales, grandes marcas, franquicias... se benefician de formar parte de calles de primera línea comercial, pero no se integran en las asociaciones y por tanto no pagan ninguna cuota por las luces.

La Diagonal tendrá luces este año, pero sufre la falta de implicación de las grandes marcas que no aportan nada

Como resultado, son los operadores normalmente locales o más pequeños los que asumen el 50% de la inversión en luces. La otra mitad la sufraga el ayuntamiento, y el IVA también va a cargo de los primeros. "No puede ser que la Navidad, un momento importante para la economía de la ciudad, dependa solo del voluntarismo de los comerciantes", apunta Jené. El empresario opina que se podría alcanzar algún tipo de acuerdo para contar con esponsorización y repesca su petición de que la ciudad tenga un consorcio público-privado de promoción comercial. 

A la petición se suman los hoteleros. "Hace años que Barcelona necesita una buena campaña navideña, mejorar la iluminación y la promoción internacional en estas fechas, que para el turismo es temporada baja", dice su director general, Manel Casals. Y recuerda que la ciudad no es un destino específico de compras, un ámbito en el que tiene recorrido. Aunque urge sobre todo al diálogo político para acabar con la inestabilidad.

El consistorio, que no ha querido avanzar si mejorará esta vez la inversión en promoción turística de compras (normalmente muy modesta y solo en redes sociales), sí ha dado pequeños pasos al llevar la iluminación navideña a la Via Laietana y la plaza de Urquinaona, a tenor de todo lo que han sufrido en estas semanas. En este caso, lo sufraga el municipio, como sucede con las calles llamadas de ciudad, que son muy transitadas pero no tienen una gran fuerza comercial, como la Gran Via o Aragó.

Otra de las novedades previstas -impulsada por el comercio y de la mano de una acción solidaria con la Fundació Tot Raval- iba a ser la iluminación de la plaza de la Universitat. No obstante, en el eje explican que los planes están en el aire, por la acampada de protesta estudiantil que allí se mantiene. Tampoco se ha podido poner la preinstalación en Pelai, por el momento.

Quienes sí sacan pecho este año son los Amics del Passeig de Gràcia, con un nuevo y elegante diseño lumínico a base de mariposas y destellos, aunque también víctimas de la falta de implicación de alguno de los grandes operadores de la calle de oro.

Gran montaje en el Port y más mercadillos

Una de las grandes novedades de estas fiestas será el espectacular montaje navideño que desplegará el <strong>Port de Barcelona coincidiendo con la celebración de su 150 aniversario</strong>. Tras su inauguración el 5 de diciembre con La Fura dels Baus, se exhibirá un gran abeto de 31 metros de altura e iluminado con leds. Los comerciantes del centro habían pedido que este fuera un acto central de encendido de luces, pero el consistorio mantiene sus planes de rotar el encendido oficial en distintos barrios fuera del centro. En el Port Vell pasarán muchas más cosas este año, empezando por un nuevo mercado de Navidad, hasta el 5 de enero, en el <strong>Portal de la Pau.</strong> Tendrá 5.000 metros cuadrados y puestos tanto de artesanía y regalos como de gastronomía. Entre otras iniciativas, también habrá un pesebre flotante con estructura de aluminio delante de la Rambla de Mar.