CONTRA LOS ROBOS VIOLENTOS

Agentes de paisano para desarmar la sensación de inseguridad en Nou Barris

Mossos y Urbana activaron un dispositivo de 10 días para tranquilizar a vecinos inquietos por el eco de la violencia que llegaba desde el centro de Barcelona

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Guillem Sànchez

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Si un ciclista se acerca a una pendiente, usa los frenos. Así de sencillo se lo plantearon en la comisaría de los Mossos d’Esquadra del distrito de Nou Barris. Conscientes de que los vecinos de este rincón de la ciudad seguían con inquietud lo que los medios de comunicación contaban que ocurría en el centro de Barcelona –incremento de robos violentos, rachas de apuñalamientos y una cifra récord de homicidios en verano– decidieron activar un dispositivo para tranquilizarlos.

Lo llamaron 'Brake', no solo porque las palabras en inglés "suenan mejor", admite con ironía el inspector Joan Coll, jefe del Área Básica Policial (ABP) de Nou Barris, sino porque ese es el nombre de una marca de frenos de bicicleta (Shimano V-Brake). Y convenía frenar cuanto antes. El viernes 17 de agosto el distrito había sido escenario de la penúltima muerte violenta registrada en la ciudad. Un hombre de 47 años, de origen dominicano, fue apuñalado durante una reyerta en la calle de Vilapicina y murió en el hospital de la Vall d’Hebron. La bajada era inminente.

El espejo del miedo

El dispositivo 'Brake' activado entre el 19 y el 29 de agosto ha sido para "actuar sobre la percepción de seguridad ciudadana, alterada por todo cuanto sucedía en Ciutat Vella". "Es como un espejo: un acto violento que sucede en Sants se refleja en cualquier otro barrio de la ciudad. La gente teme que la pelea que acaba de ver por televisión en una playa pueda ocurrir también junto al portal de su casa". 

Desplegado junto a la Guardia Urbana de Barcelona, el 'Brake' ha consistido en un equipo de ocho agentes de paisano, procedentes de ambos cuerpos, para recorrer los ejes comerciales, sobre todo por la tarde. "En ningún caso", insiste Coll, "las 204 identificaciones que ha efectuado este equipo durante este intervalo de tiempo "han generado incomodidad". Todo lo contrario, "la gente lo agradecía". 

Los esfuerzos, explica el inspector, se centraron en combatir los robos violentos que habían aumentado este año un 30% en la ciudad. También en apretar las tuercas a ladrones habituales de domicilios –cuando llega la segunda quincena de agosto suelen estar más activos porque son fechas en que el porcentaje de pisos vacíos se multiplica– y en proteger a los jubilados: a finales de mes, los ladrones se abalanzan sobre ancianos que acaban de retirar la pensión. 

Que lo noten los ladrones

El balance del 'Brake' es "positivo", concluye el inspector. Ha habido ocho detenciones, siete de las cuales 'in fraganti' y los robos violentos han descendido casi un 40% en comparación con la segunda quincena de agosto del 2018. Cuatro de los ladrones sorprendidos lo fueron cuando se colaban en casas vacías. Habían utilizado el método del marcador –colocar papeles y plásticos en la puerta de los domicilios que revelan si el dueño ha regresado o sigue de vacaciones–.

"Queríamos que la gente notara que estábamos allí. Pero sobre todo queríamos que lo notaran los ladrones. Que tuvieran la sensación de que en cualquier momento podrían ser objeto de una identificación y que, para ellos, a partir de ahora supondría un riesgo salir de casa con una arma blanca", resume el inspector. Algunos de los puntos que han peinado con más interés han sido parques y jardines a los que, a menudo, grupos de jóvenes recurren para hacer 'botellón' o consumir marihuana. No era porque a los policías les preocupara especialmente que hicieran esto sino porque lo que querían era evitar la mezcla de esas substancias con la posesión de armas blancas.  

En los 200 cacheos que los agentes de paisano han hecho en parques y aceras de calles comerciales han aparecido únicamente cuatro armas: un martillo, una porra extensible adquirida en Amazon, una navaja multiusos y un puño americano con cuchilla. Al dueño de este último, menor de edad, los agentes le preguntaron que para qué iba con eso por la calle. Respondió que para "defenderse". ¿De quién?, insistieron. Ahí no hubo respuesta. Esa es la percepción de inseguridad que tratan de vencer.