Pulso a la delincuencia

Carteristas sin fronteras

Madrid, París. Roma, Londres y Nueva York también sufren los zarpazos del crimen

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zentauroepp49113732 madrid 18 07 2019 sociedad para reportaje de oscar hernande190718200617 / David Castro

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Aunque por regla general son seguras, las principales ciudades turísticas de todo el mundo suelen ser imanes para los delincuentes callejeros, que aprovechan las aglomeraciones y los descuidos para hacer su agosto todo el año. 

MADRID: Los hurtos han subido el 6,8%

«Se suelen poner detrás y, con un mapa o algo que los cubra, te abren el bolso, meten la mano…». Los descuideros cometen la mayoría de los hurtos que la Policía Nacional registra cada día en la ciudad de Madrid, delito que genera una gran alarma social e influye directamente en la percepción de seguridad. Solo entre enero y marzo de este año, se contabilizaron 30.206, lo que supone una subida del 6,8% respecto al mismo periodo del año pasado, según datos de Interior, aunque es cierto que en el 2018 cayeron el 2,1% (109.909 hurtos frente a los 112.272 del 2017).  Para no evitar ser víctima de un hurto, la Policía recomienda «no poner el móvil sobre la mesa en bares y restaurantes», caminar «con el bolso colocado en el lado opuesto de la calzada», «circular en sentido contrario al del tráfico para evitar tirones desde vehículos» y «no hablar con extraños». Si a pesar de todo es víctima de un hurto, «intente retener los rasgos característicos del delincuente –estatura, edad, vestimenta– y, si es el caso, los datos del vehículo que usó». Los agentes lanzan también un mensaje a los posibles testigos de un robo: «Colabore en su esclarecimiento, quizá alguna vez la víctima sea usted». VANESA LORENZO

PARÍS: El efecto de los ‘chalecos amarillos’

De los 50 millones de personas que visitan París al año, 37 millones viajan en el metro,  terreno fértil para los carteristas. En la capital se detiene a una media de cien al año, pero muchos son menores y salen sin cargos. Desde enero, el número de robos se ha disparado el 33%, según la Prefectura de Policía de París, que tiene agentes de paisano y miembros de la brigada de la red ferroviaria patrullando siete días a la semana. Pero al tratarse de bandas organizadas, los ladrones son escurridizos y los objetos robados enseguida desaparecen  de sus manos. Los chalecos amarillos han agravado la situación, pues se han destinado a las protestas un gran número de efectivos. La empresa municipal de transportes de París ha multiplicado los anuncios por megafonía en el metro y reparte folletos de alerta  en las líneas más turísticas (las que llevan a la  Torre Eiffel, el Louvre, Montmartre). Y, en cooperación con la policía, ha abierto ventanillas en las estaciones de tren para denunciar. EVA CANTÓN

ROMA: 33 años, 50 robos y 43 condenas

El autobús 64 es el de los turistas que van al Vaticano y, por lo tanto, el de «los robos con maña», como reza el Código Penal italiano. Agentes de policía de paisano, a veces jubilados y reciclados, viajan en este y otros buses muy frecientados, así como en le metro. Desde que empezaron los atentados terroristas en Europa, en los puntos turísticos también hay jeeps militares en los que se lee «Operación Calles Seguras». En un momento pueden cortar una calle o plaza. Aunque el lugar más frecuentado por los carteristas es la estación Termini. El segundo son las colas ante el Vaticano y los museos. Jóvenes falsamente uniformados ofrecen un modo de saltárselas y hasta la posibilidad de tomar té con el Papa. Un timo. Los policías de paisano siguen a los delincuentes hasta que los pillan in fraganti. El récord de detenciones lo tiene Madame Hurto: 33 años, 50 robos probados y 43 condenas. Tiene 15 hijos y cuando la pillan suele estar embarazada y es «no arrestable». ROSSEND DOMÈNECH

LONDRES: Más 'tirones' desde motos

El pasado mes fue noticia el caso de una turista tailandesa que se estaba filmando con el móvil junto a Picadilly Circus. Después se percató de que su cartera había desaparecido. Al visionar el vídeo vio en él una chica que metía la mano en el bolso y se llevaba el monedero. Los turistas son también en Londres víctimas propiciatorias de los ladrones. El verano y los puntos con mayor afluencia atraen a los carteristas, que a menudo pertenecen a bandas organizadas. La red de transportes tiene su propia policía y agentes de paisano velan por los cinco millones de pasajeros que a diario van en metro. Los robos en este medio han subido el 80% en los últimos tres años, con unos 5.000 incidentes en los últimos 12 meses. Últimamente también prolifera otro tipo de robo más violento: parejas de jóvenes que, desde motos, arrancan bolsos y móviles a los peatones. BEGOÑA ARCE

NUEVA YORK: ‘Los fabulosos 50’, los cacos locales

No está exento de los riesgos típicos de las grandes ciudades, pero el turista que llega a Nueva York suele tener una sensación de seguridad. La urbe presume de ser la más segura gran ciudad de EEUU y, aunque la etiqueta se basa sobre todo en las estadísticas de delitos graves más que en hurtos y tirones, se extiende a la vida diaria. Los robos de bienes de menos de 1.000 dólares son hurtos menores y como máximo conllevan una multa de no más de 1.000 dólares y prisión por no más de un año. Por encima de ese valor, o si incluye tarjetas de crédito y débito, coches o armas de fuego, es hurto mayor, con distintos grados y sanciones. Según las últimas estadísticas de la policía para los cinco barrios (Manhattan, Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island), los hurtos menores han subido el 5,6% en los dos últimos años y los mayores han caído el 4,3%. El metro, abierto las 24 horas, vivió el año pasado un repunte en los robos, tanto de smartphones como de carteras. La policía detectó al menos dos equipos de «profesionales internacionales» que sumaban temporalmente su actividad a la de los ladrones habituales ya fichados, apodados los «nifty fifty», «los fabulosos 50». «Son locales. Van a la cárcel, salen y vuelven a operar», denunció Edward Delatorre, jefe de policía encargado del transporte público, al presentar los datos del 2018, cuando se registraron 2.569 crímenes en la red, 754 en Manhattan. IDOYA NOAÍN