La batalla de Barcelona

Colau: "No estoy haciendo operaciones extrañas con Valls"

Rueda de prensa de Ada Colau

Rueda de prensa de Ada Colau / periodico

Toni Sust / Barcelona

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“No he cambiado de opinión ni estoy haciendo pactos ni operaciones extrañas con (Manuel) Valls. No hacemos pactos con fuerzas de derecha, no participaremos en operaciones extrañas, me reafirmo”. Con estas palabras ha contestado Ada Colau este sábado a la pregunta que se hace todo el mundo: ¿aceptará o no los votos que Manuel Valls le ofrece para que sea investida de nuevo como alcaldesa el próximo 15 de junio? Como se esperaba, no ha contestado, o no lo ha hecho de forma clara.

“Está fuera de lugar si se acepta o no se acepta (el apoyo del exprimer ministro francés). Valls tiene su posicionamiento, lo que yo he dicho es que no pacto con él porque no compartimos modelo de ciudad con él ni con Ciutadans. Nuestro proyecto no puede depender de lo que haga Valls. Él tiene que responder de sus posicionamientos”, ha afirmado.

En realidad, sí ha dicho algo que puede ser considerado una respuesta a la pregunta de marras, cuando ha anunciado que no tiene intención alguna de retirar su candidatura a la reelección, lo que deja viva la operación que propone Valls.

Colau ha reiterado la propuesta de un de un tripartito con ERC y el PSC y ha asegurado que ella debería ser alcaldesa de ese gobierno y no Ernest Maragall, aunque ganó las elecciones, porque ni Maragall ni el socialista Jaume Collboni creen realmente en ese acuerdo. Es un argumento peculiar: cree que ambos deberían sumarse a la fórmula pero no dirigirla porque no tienen fe en ella. Lo ha resumido así: “Somos la única fuerza que puede liderar ese gobierno transversal. Por esto estamos convencidos de presentarnos a la alcaldía y no nos planteamos retirar mi candidatura”.

De hecho, Colau no da a Maragall por ganador de las elecciones. Aunque ha aludido a la diferencia minima favorable al republicano en las urnas, ha echado mano varias veces del concepto "empate ténico en concejales", algo que no existe. El empate técnico sería de votos, sólo 4.800 la separaron del resultado de ERC. El empate a 10 concejales es eso, un empate. Sobre el hecho de que el tripartito ha sido rechazado ya hasta la saciedad por socialistas y republicanos, Colau se ha matenido firme en el discurso elegido por BComú desde el 26 de mayo:  "Queda una semana, nada es imposible".

Maragall, “desafortunado”

A Colau le han preguntado si todavía hay opciones de que BComú pacte con ERC y haga alcalde a Maragall, una posibilidad que ha apuntado este sábado el exteniente de alcalde de Colau Jaume Asens en declaraciones a RAC-1. Y ha contestado que sí pero no, que está “totalmente de acuerdo con Asens” en proponer un gobierno tripartito. Es decir, no.

La alcaldesa ha afeado a Maragall que la haya instado a decidir si está del lado de “las víctimas o de los carceleros”, en alusión al juicio del ‘procés’, y le ha instado a no volver a hacerlo: “Me parece totalmente desafortunado”. También le ha criticado por afirmar que ella no debe hablar con Collboni.

Dos semanas después

Colau comparecía por segunda vez desde las municipales. Cuando lo hizo por primera vez, 24 horas después de los comicios, pidió un pacto de ERC, con BComú y el PSC, como ahora pero sin reclamar la alcaldía para ella misma. Entonces nada hacía presagiar que tuviera opciones de mantener la alcaldía. Este sábado, ha hablado 12 horas después de que el plenario de Barcelona en Comú avalara masivamente la decisión de que vuelva a optar a la reelección.

Colau acaricia ahora un segundo mandato como alcaldesa, cuenta con el apoyo del PSC –que exige un pacto de gobierno previo- y los votos de por lo menos tres concejales del grupo de Valls, que, sumados con los de Barcelona en Comú, le permitirían alcanzar los 21 concejales de la mayoría absoluta.

Consulta telemática

La alcaldesa en funciones ha dado por hecho que si se cierra un pacto de gobierno antes de la investidura será sometido a una consulta en BComú, algo que de hecho es obligatorio. Sin embargo los 'comuns' se resisten a hacerla. En este escenario tan complejo, no parece bueno tomar riesgos innecesarios. En el partido se resisten a la exigencia del PSC de cerrar ese acuerdo. Han constatado en los barrios que la gente de Barcelona en Comú está dispuesta a digerir que Valls resulte decisivo para la reelección de Colau.

Si al final acabaran poniendo negro sobre blanco un acuerdo de gobierno con los socialistas, quedaría la vía de una consulta telemática, aunque ven con recelo el hecho de que su censo electoral es muy amplio y variado, lo que podría no garantizar que la operación Valls sea tan bien recibida como hasta ahora.