Previa del pleno municipal

ERC avalará el tranvía si no se fija fecha ni itinerario

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A cuatro meses para las elecciones municipales, al gobierno de Ada Colau le iría de perillas tener un sí a la conexión del tranvía por la Diagonal. La tremenda escasez de su mayoría simple, los 11 concejales con los que ha gobernado Colau, algo paliada, aunque no lo suficiente, durante el año y medio en que sumó 15 al pactar con el PSC, ha impedido a Barcelona en Comú que la conexión del Trambaix y el Trambesòs recibiera la luz verde del pleno municipal.

El nuevo de jefe de filas de ERC y candidato republicano a la alcaldía, Ernest Maragall, es una relativa bendición para Colau si lo compara con su antecesor, Alfred Bosch, que puso su proa a la conexión por la Diagonal y advirtió de que lo que la alcaldesa proponía acabaría beneficiando al operador privado del tranvía y perjudicando a la ciudad. El caso es que este viernes, en el pleno municipal, Colau tiene la que parece ser la última oportunidad –aunque nunca se sabe- de poder exhibir durante la campaña electoral algún éxito en relación con el tranvía.

Votar como si no se hubiera votado

De ERC depende que el pleno apruebe la conexión, si bien no queda duda de que será una posición política, casi simbólica. Que no supondrá que se inicie trabajo alguno en lo que queda de mandato. En la comisión de Urbanismo de la semana pasada, el proyecto fue derrotado, aunque por poco. Ahora, los republicanos decidirán qué sucede. Este martes, el portavoz del grupo, Jordi Coronas, ha advertido de que ERC no descarta dar su sí pero con la condición de que no tenga consecuencias prácticas.

Las condiciones impuestas por Coronas caminan en un sentido claro: el de que el apoyo al tranvía sea sólo un gesto, que en todo caso se concretaría durante el próximo mandato. Una de esas condiciones es que el acuerdo que se vote no determine un inicio de las obras en el 2020, como se proponía en la iniciativa derrotada en la comisión, que en principio es la que debe ir al pleno. Otra, que el grupo no deba avalar el trazado de la conexión por la Diagonal y que el sí a la conexión no sea irreversible.

Pese a que con Maragall la relación de ERC con Colau es mucho más amable, los republicanos mantienen la exigencia central para brindar su apoyo, la más relevante: la de que la Autoritat  del Transport Metropolità renegocie con la concesionaria privada del tranvía y que no se fije una fecha de inicio de obras si no hay “coherencia presupuestaria”. La concesión concluye en el 2032 y recuperarla ahora para contar con un proyecto 100% público supondría una inversión inasumible: cerca de 400 millones de euros. Otra petición formulada por ERC es la de que el consistorio presente un informe económico sobre la posible pérdida de ingresos por la caída de las validaciones de bus en la Diagonal.

La posición de Janet Sanz

A tres días para el pleno, la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, prefiere ver el vaso medio lleno y, lejos de quedarse en las condiciones de ERC, destaca el cambio de actitud respecto de los tiempos de Bosch: “Hay un antes y un después en su posición. Hemos pasado a concretar y negociar tras el inmovilismo de hace un año”. Sanz insiste en que hay que votar ya la conexión y en que la renegociación de la concesión no compete al ayuntamiento sino a la Generalitat, titular de la red tranviaria metropolitana.