MOVILIDAD SOSTENIBLE

Barcelona descarta pagar hasta 440 millones para rescatar el Tram

La prioridad, reducir la contaminación_MEDIA_1

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Carlos Márquez Daniel

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Era de sobra conocido que el gobierno de Ada Colau quiere que el tranvía pase a control público. Pero faltaba entrar en el detalle sobre el modelo de gestión, y también sobre la financiación del nuevo tramo, el que debe unir las dos líneas a través de la Diagonal. El plan pasa por esperar hasta el 2032, año en el que vence la concesión que ahora está en manos de un conglomerado de empresas, con un porcentaje residual a nombre de TMB. Sería entonces cuando se rescataría el servicio sin pasar por caja. Podría hacerse antes, pero la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) debería desembolsar entre 227 y 440 millones de euros, según cálculos del ayuntamiento. Eso, por razones lógicas, no es una opción. 

Vaya por delante que todo lo explicado aquí debería interpretarse en condicional. Por dos razones: falta que se apruebe el proyecto de unión del Trambaix y el Trambesòs, ahora en estudio por parte de una comisión municipal, y los próximos gobiernos, si Barcelona en Comú pierde el cetro de la ciudad, quizás crean que lo mejor es mantener el tranvía bajo dominio privado. Pero aquí se trata de relatar los objetivos contemporáneos, los que, a día de hoy, parecen más factibles.

"Mochilas e hipotecas"

El deseo de la concejala de Movilidad, Mercedes Vidal, es que sea TMB quien comande la nueva era del ferrocarril en superficie. Porque la empresa es "un referente" y porque, de hecho, la compañía, en sus inicios, ya se encargaba de la organización de la red de tranvías que se extinguió en 1971. "Es una anomalía que en origen -las líneas existentes empezaron a funcionar en el 2004- no fuera TMB la que estuviera al frente". La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, va un poco más allá asegurando que, en materia de transporte público, no quieren "más mochilas ni hipotecas para poder avanzar en la gestión pública directa". En definitiva, de lo que se trata, es de esperar hasta tener las "manos libres y no ser prisioneros de la inversión privada".

Trasladado a la arena política, la dirección pública es una de las condiciones de la CUP para ceder sus tres concejales a la causa. Por ahora no se espera el plácet del PDeCAT (que apuesta por el bus eléctrico), de Ciutadans ni del PPERC y PSC (todavía con el ataque de cuernos de haber sido apeado del gobierno local) siguen deshojando la margarita. Pero seguro que todo tiene un precio.

Una nueva avenida

El tranvía por la Diagonal iría de la mano de un nuevo modelo constructivo. La idea del ayuntamiento -que en su momento debería validar la ATM- es que los 3,8 kilómetros pendientes entre Francesc Macià y Glòries vayan a cargo de las arcas municipales. Luego ya se vería de qué manera el ente metropolitano y la Generalitat pagan la factura. De este modo, Barcelona pagaría la instalación de la estructura tranviaria, con un coste aproximado de 88 millones de euros. También podría hacerse cargo de la compra de los nuevos convoyes. Se calcula que será necesario adquirir, de manera gradual, unos 40 tranvías. A principios de siglo fueron las concesionarias las que abonaron la infraestructura y los vehículos.

Lo que sí pagará el ayuntamiento, sin derecho a devolución, es la reurbanización de la avenida, presupuestada en unos 68 millones de euros. En caso de entrar en funcionamiento antes del 2032, se pedirá a las empresas privadas que gestionan el resto de la red que se hagan cargo del sistema. Pasado ese año, el tranvía será de dominio público.