HISTORIA OBRERA

El Poblenou pierde la antigua fábrica de El Cànem

El derribo de la antigua hiladora de yute agrava la situación patrimonial del barrio barcelonés

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Felipe Valenzuela

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Hay parte de la historia del Poblenou que se está perdiendo. La inminente demolición de la antigua fábrica de yute El Cànem tiene en alerta a los vecinos del barrio. El edificio, situado a pocos metros de la Rambla del Poblenou, es un símbolo de la vida industrial que predominaba en el antaño denominado 'Manchester catalán', el distrito obrero de Barcelona. En el lugar de El Cànem, se construirá un edificio de 9.000 metros cuadrados para albergar oficinas conservando solo su fachada exterior.

La desaparición de la fábrica es uno de los numerosos proyectos incluidos en el 22@. El plan prometió renovar al Poblenou industrial en un barrio tecnológico enfocado al desarrollo e investigación. También se comprometió a conservar el característico pasado industrial del barrio por lo que en el 2006 se categorizaron los edificios de interés. Aun así, la falta de presupuesto para la rehabilitación o la complejidad a la hora de reformarlos provocaron años de desuso que han empeorado sus condiciones.

La historia se convierte en anécdota

La conservación de la fachada exterior ayudará poco en el paisaje urbanístico del barrio, según la plataforma Eix Pere IV, ya que al mantener solo un elemento se convierte la historia en una simple anécdota. "Un recordatorio que además contrasta con la arquitectura de rascacielos y oficinas que se está implantando", denuncia la entidad.

La dejación por parte de varios gobiernos municipales provocó el enfado del órgano vecinal, quienes buscan, a través de plataformas como Taula Eix Pere IV, un proyecto que luche para que el impacto del 22@ sea lo más respetuoso con la vida de barrio. "Queremos una estrategia enfocada a los vecinos", defiende Maribel Roselló, miembro de la plataforma. "Una ciudad debe innovar, pero de nada sirve tener una Sillicon Valley si nadie puede vivir en ella", añade.

Los vecinos, protagonistas del pasado

La fábrica de El Cànem data de finales del siglo XIX y en ella trabajaban miles de personas. Las más conocidas llegaron a ser "les dones del cànem", mujeres empleadas con cierta popularidad en el barrio por el olor que desprendían gracias al polvo de este material. "Niñas de 10 a 15 años teñidas con los colores del hambre, de mal olor y de una miseria que las arropaba hasta que morían a los 25 o 30 años", como describe el novelista barcelonés Xavier Berenguel.

Si bien esta parte de su historia no debería ser celebrada, su conservación mantendría vivas la historia y tradición industrial que tanto caracterizó al Poblenou. Una historia que no solo mantiene en pie el recuerdo de las fábricas, sino el de la clase obrera que vivía en el 'Manchester catalán'.

Al ver al antiguo emplazamiento, cuesta imaginarse una armonía entre los edificios de la calle de Doctor Trueta y las futuras oficinas. A El Cànem no la rodean más que edificios residenciales, un instituto, una guardería y bares de barrio. "Las construcciones más contemporáneas no conviven con el patrimonio, lo devoran", alega la plataforma Eix Pere IV. "El 22@ es un planteamiento que se hace por trozos, va manzana por manzana, no desde una perspectiva general. Por eso es necesario una nueva visión del proyecto".