La batalla por la alcaldía

El relevo de Bosch en Barcelona pone en alerta a otros alcaldables

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Toni Sust

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Las fiestas de la Mercè tocan a su fin, tras convertirse en una pequeña tregua dentro de los dimes y diretes de la confrontación entre unionistas e independentistas. Han transcurrido sin mayor incidente político, como destacaba a modo de resumen el exalcalde Xavier Trias. Ni un conflicto el fin de semana, una comitiva de la basílica de la Mercè hasta el consistorio en la cual no hubo altercados ni insulto alguno a las autoridades. Una paz de tres días, rota mínimamente porque el PP y Ciutadans no quisieron salir al balcón con el presidentQuim torra. La fiesta ha sido el preludio de una precampaña barcelonesa que bien podría retransmitir Netflix: las incógnitas son la norma y los alcaldables confirmados, una minoría decreciente. Algo ha cambiado estos días, algo que ha abierto la puerta a decisiones que parecían inesperadas.

Ese algo es la decapitación de Alfred Bosch como candidato de ERC, que se ha producido a pesar de que este

Ernest Maragall  ofrece los mismos activos que Mascarell, maragallismo y soberanismo, pero multiplicados

había superado unas primarias, y al margen de que asegure que fue él mismo quien decidió cortarse la cabeza. La decisión ha abierto la veda en el coto de los alcaldables. Lo resumía con sorna uno de los que (por ahora) ostenta esa condición, aludiendo a la novela de Agata Christie en la que los personajes van muriendo de forma inesperada y sucesiva: "Esto es como Diez negritos".

Mascarell y Maragall

La elección de Ernest Maragall por parte de la dirección de ERC, que todavía deben refrendar unas nuevas primarias republicanas, ha afectado a los planes de la galaxia exconvergente, que estaban claros: el PDECat apostaba, y apuesta, por Neus Munté como cabeza de lista, y su victoria en unas primarias ante Carles Agustí la avala. Pero nadie ha dudado en ningún momento que Munté acabaría de segunda de un alcaldable del gusto del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.

Ese alcaldable es, o era, Ferran Mascarell, que atesora dos cualidades que iban de perillas como atractivo electoral: proximidad con el proyecto y la figura del exalcalde socialista Pasqual Maragall y condición de independentista inequívoco. Pero Ernest Maragall ofrece lo mismo con más intensidad. Hermano del acalde olímpico y miembro del Govern de Torra, con un sólido conocimiento de la maquinaria municipal. Maragall ya ha descartado una lista conjunta con los exconvergentes, al igual que Bosch hizo tiempo atrás.

ERC se encamina hacia una alianza con el colauismo. La propia alcaldesa, Ada Colau, una de las pocas candidatas que parece confirmada, daba por hecho en el ayuntamiento este lunes, con el difunto político de cuerpo presente, que el relevo de Bosch abrirá la puerta a nuevos acuerdos que resultaban inviables con él al mando del grupo de ERC.

Mediáticos en la batalla

Así que Puigdemont busca ahora un cabeza de cartel potente, y con presencia mediática. Los nombres de quienes han sido sondeados para enfrentarse a ERC, según fuentes conocedoras de este proceso que precisan que los tres rechazaron el ofrecimiento,  sorprenden considerablemente: el periodista Antoni Bassas, el médico Bonaventura Clotet y, el que más cuesta de visibilizar, el entrenador del Manchester City, Josep Guardiola.

Una versión que contras

Guardiola, Antoni Bassas y Bonaventura Clotet, entre los sondeados sin éxito por Puigdemont para ser alcaldables

ta con la del propio Trias, que en el consistorio ha afirmado que la voluntad del PDECat es que Munté y Mascarell compartan candidatura, y que será la primera quien decida cómo se estructura la lista y si la encabeza. Pero nadie apuesta un euro a que Munté esté en condiciones de imponer un alcaldable a Puigdemont. La exvicepresidenta, ausente en la celebración de la Mercè en el Ayuntamiento de Barcelona por asuntos familiares, podría convertirse en la segunda candidata confirmada en unas primarias que no accede a la plaza. Sigue vigente la propuesta de primarias de Jordi Graupera, que acudió al ayuntamiento en la jornada castellera y que explicaba que entre ERC y los exconvergentes le están dejando libre el campo del secesionismo más convencido.

Valls, el PSC y el PP

Otro alcaldable que ya ha ganado unas primarias es el socialista Jaume Collboni. Lo hizo en abril. Y nada indica que su condición de alcaldable esté en cuestión, pero desde el adiós de Bosch las miradas inquietantes caen sobre él, hasta el punto de que miembros del gobierno de Colau abrían la puerta a una operación del PSC para aproximarse a la candidatura que este martes anunciará el exprimer ministro francés Manuel Valls. Sin embargo, los socialistas descartaron desde el primer  momento sumarse a una plataforma que encabece el francés y ayer reiteraron que esa posición no ha cambiado.

Una duda ha quedado finalmente despejada: el PP tampoco irá en la plataforma de Valls. Lo anunció ayer el líder del partido, Pablo Casado. Los populares se topaban hace unos meses con encuestas que sostienen que podrían quedarse fuera del ayuntamiento en las municipales de mayo próximo. Aseguran que ese estadio se ha superado, que ahora entran. Alberto Fernández Díaz subraya que el PP no dejará la apuesta por el “centro derecha”, quizá en respuesta a las noticias de que Valls está decidido a dar un marchamo de centro izquierda a su candidatura. El futuro de Fernández Díaz, sempiterno representante popular en el consistorio, en el que llegó a sumar nueve concejales, puede estar, esta vez sí, fuera del mundo municipal. Quizá en el frente del Parlamento europeo. Hasta ahora solo ha circulado con cierta fuerza el nombre de Andrea Levy como posible sustituta.

Fin de semana en la Cerdanya

Ciutadans optó por el perfil bajo en la jornada castellera. Su jefa de filas, Carina Mejías, declinó hacer declaraciones, con lo que resultó imposible saber si al final es Ciutadans quien ficha a Valls o vicerversa. El francés no se presentó en el ayuntamiento a celebrar la fiesta de la Mercè. Se reservó para la presentación de su candidatura, que tendrá lugar este martes en el CCCB. Al consistorio, dicen, envió al que actuará como jefe de gabinete en su aventura electoral, Fernando Carrera. Valls pasó el fin de semana en la Cerdanya. El sábado se le vio cenando en un restaurante de la localidad de Das con su pareja, Susana Gallardo. Canelones antes de la batalla.