Radiografía (oficial) del alquiler social en Barcelona

La capital catalana hizo pública hace pocas semanas lo que presentó como la primera revisión de todo el parque municipal de vivienda pública de alquiler. Un parque formado por (solo) 7.406 viviendas, 150 de la cuales, un 2%, "en estado de rotación", es decir, en aquel momento vacías. Un parque insuficiente se mire por donde se mire, fruto de décadas de políticas de construcción de vivienda pública de venta (es decir, vivienda pública que pasaba a ser privada una vez la abandonaban los paletas y se entregaban las llaves a sus nuevos dueños, siempre en pomposos actos presididos por los distintos alcaldes, eso sí). Pese a que esa política ha quedado atrás, su herencia es la la que es: los citados 7.406 pisos. 

Para hacer una radiografía lo más precisa posible, el consistorio visitó  6.274 pisos de estos pisos supuestamente con inquilinos y contratos de alquiler en vigor. En un 96,3% de los casos confirmaron- aseguran- que se estaban usando correctamente. En el resto de casos precisaron de intervenciones posteriores que llevaron al ayuntamiento incluso a interponer demandas. Los distintos problemas detectados son, según relata el mismo informe: impagos de las cuotas, ocupaciones ilegales y la recuperación de las llaves de pisos que quedaron vacíos por la defunción del titular (y allí seguían, vacíos). En un 0,37% de esos casos la resolución pasó por un desahucio, y en nueve pisos del Raval se descubrió que no solo estaban ocupados de forma ilegal, sino que se usaban como narcopisos.

El minucioso estudio retrata también el perfil de los inquilinos, más del 78% con nacionalidad española, un 1,48% de otros países de la Unión Europea y un 18,41% de otras procedencias.

Pisos "en rotación"

Sobre los motivos por los que había 150 pisos vacíos, el consistorio justifica que "la rotación", como definen la situación, es "el proceso normal durante el que se hacen, por un lado, las tareas de reparación, adecuación y rehabilitación entre un inquilino y el próximo, y, por el otro, la actividad administrativa para volverlos a asignar y adjudicar". Un proceso que las entidades por el derecho a la vivienda lleva años pidiendo que se agilice. Y es que la lentitud administrativa mantiene vacías viviendas en un contexto en el que 300 familias esperan un piso de emergencia social300 familias esperan un piso deemergencia social y la espera media es de medio año.

Según tuiteó hace unos días el gerente de Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, Javier Burón, el escenario de final de mandato que maneja el gobierno es la entrega de 900 viviendas municipales, y otras 3.500 en proyecto o en obras, lo que califa de "récord histórico de 66 promociones en un mandato". "En los años 2004 a 2015 la media por mandato de viviendas en proyecto o en obras fue de 634", tuiteaba Burón. 

Este mismo martes, en una reunión extraordinaria del Consorci de l’Habitatge de Barcelona con la PAH para tratar la emergencia habitacional en la ciudad,emergencia habitacional  el consistorio expuso que entre los años 2015 y 2017 se hicieron 2.204 adjudicaciones de contratos de alquiler de vivienda, todos ellos a nuevas familias. De estas, 836 fueron a través de la mesa de emergencia (el 23% de las cuales en viviendas de la Generalitat), 280 para personas mayores, 338 para afectados por planes urbanísticos, 102 "contingentes especiales" -para los colectivos más vulnerables-, 27 a entidades del tercer sector para programas tutelados y 621 alquileres asequibles.