El transporte público tendrá 2 días para prepararse ante días de alta polución

Las administraciones y los operadores de transporte público dispondrán de un margen de 48 horas para preparar el dispositivo necesartio con el que dar respuesta a episodios de alta contaminación ambiental por dióxido de nitrógeno (NO2). Un margen que amplía en 24 horas las inicialmente previstas para orquestar el protocolo para esos días en la conurbación de Barcelona, identificada como Àmbit 40. La ciudadanía seguirá recibiendo la información de la declaración del episodio 24 horas antes de que las autoridades implementen las medidas y no dos días antes, como había informado inicialmente la Generalitat este miércoles. 

La directora general de Calidad  ambiental y cambio climático, Mercè Rius, ha detallado que a partir del 1 de diciembre, cuando la calidad del aire y su previsible evolución, así como las circunstancias meteorológicas muestren altas posibilidades de que se registre un episodio de alta polución por NO2 se realizará un aviso de previsión dos días antes, para permitir a las administraciones y los operadores de transporte público “prever la necesidad de adaptar” su funcionalidad cotidiana a los vetos que se declaren con suficiente antelación.

Unas medidas cuya aplicación se saldaría con una reducción de un 18%, tanto de NO2 como de partículas en suspensión PM-10, en la Zona de bajas emisiones (ZBE), delimitada por la Ronda de Dalt y la de Litoral. Las restricciones se aplicarán de las 7 de la mañanas hasta las 8 de la tarde. Se verán afectados  los vehículos que no dispongan del distintivo ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT):  los turismos de gasolina matriculados antes del 2000 y los automóviles diesel que ya circulaban antes del 2006, así como las furgonetas previas a la normativa Euro 1 (antes de 1994). 

Restricciones

El protocolo funcionará con 48 horas de antelación, en las que se desarrollarán tres fases, en función de los niveles de polución registrados. La Generalitat cotejará los modelos de calidad del aire y cuando se detecte que en el margen de dos días se podría registrar un episodio de alta contaminación, trasladará el aviso de prevención a las diferentes administraciones implicadas y a los operadores de transporte público para que dispongan de suficiente antelación para preparar su desempeño cotidiano en caso de confirmarse las previsiones. 

Al día siguiente, se evaluará el estado medioambiental y, en caso de que las previsiones se confirmen, el Govern informará a los entes municipales metropolitanos, operadores de transporte para que ultimen el protocolo y a la ciudadanía para que reordenen sus planes de movilidad.

Impacto en la salud

El cumplimiento de estas medidas permitiría rebajar los límites de contaminación y ajustarlos a los umbrales establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de manera que se evitarían al menos 250 muertes y casi 1.500 ingresos hospitalarios relacionados directamente con el impacto medioambiental, según pone de manifiesto un informe de la Agencia de Salud Pública de Barcelona que se ha presentado este miércoles en la Mesa contra la contaminación del aire que impulsa el consistorio de la capital catalana. El análisis arroja los resultados que se extraen de los datos reales de 11 estaciones de medida de contaminación entre el 2006 y el 2016, tras ponderarse con los índices de mortalidad, los ingresos hospitalarios y visitas a los servicios de urgencia de los residentes del entorno. Los datos también contemplan variables como la temperatura, la estacionalidad e incluso el día de la semana.

El informe, presentado por la teniente de alcalde del consistorio, Janet Sanz, y la comisionada de Salud, Gemma Tarafa, constata que la superación de 40 microgramos por metro cúbico diario de NO2 que marca la OMS como límite medio anual ha causado 90 muertes de media al año y 67 ingresos hospitalarios por afección cardiovascular. Cifras que alcanzan los 162 decesos anuales y las 1.386 urgencias por enfermedad respiratoria que se achacan a la superación de 10 microgramos por metro cúbico diario de partículas en suspensión PM2,5.

En total, más de 250 muertes y 1.500 ingresos hospitalarios al año, como mínimo, según el trabajo de campo, que atiende a unas causas de mortalidad limitadas y con un intervalo de confianza estadístico del 95%. El trabajo prioriza que el impacto de la contaminación ambiental sobre la salud es "más importante" por la "exposición prolongada" que en los días de puntas de contaminación.