REPERCUSIONES DE 'CIUTAT MORTA'

Un exagente de la Guardia Urbana denuncia torturadores entre los antidisturbios

José Martínez Díaz asegura que hay prácticas "poco éticas y que no se ajustan a un estado de derecho" en las UPAS

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Un agente de la Guardia Urbana retirado, José Martínez Díaz, ha denunciado en su canal de Youtube que existen prácticas entre agentes de la unidad de antidisturbios del cuerpo, la Unidad de Policías de Administración y Seguridad (UPAS), que "ni son éticas ni se corresponden a un Estado de derecho" como la tortura y la vejación de los detenidos.

Martínez Díaz, que tiene más de 5.000 suscriptores a su canal, denuncia en el vídeo "Al Sr. Xavier Trias, alcalde de Barcelona", que la UPAS, a la que pertenecían los dos <strong>agentes acusados </strong>en el documental <strong>Ciutat Morta </strong>de amañar pruebas contra los condenados por el caso 4F, "practica la violencia indiscriminada contra inmigrantes e indigentes" en Ciutat Vella sin que los responsables del Ayuntamiento de Barcelona hayan decidido a intervenir.

El exagente traza el retrato de una unidad en la que se requieren especiales condiciones de servicio como "fidelidad y dedicación horaria" y para la que parece que todo está permitido "porque los tres alcaldes de la ciudad, Clos, Hereu y Trias, han mirado para otro lado". También considera que el antiguo responsable de asuntos internos de la Urbana, Víctor Gibanel, pudo tapar las quejas. Y explica el relato que le hizo un compañero que solicitaba un cubo para fregar la sangre que habían dejado los golpes de un testigo y que no se atrevió a denunciar a los otros agentes que supuestamente habrían participado en la agresión.

Martínez Díaz denuncia hechos como la detención de tres jóvenes en Gràcia tras incidentes en el Casal Popular, en las que se aplicaron "criterios estéticos y de edad" sin considerar que estaban muy alejados del lugar de los hechos. "He estado allí (por la Urbana) muchos años y sé lo que hay y cómo se manipula".

Los tres jóvenes, explica Martínez Díaz, afirman cuando son liberados, con los impactos de numerosos golpes, que han padecido torturas como que habían rodado por las escaleras, que habían sido golpeados con las capuchas puestas y que uno había recibido una patada en los testículos. Y cómo todas estas denuncias ni se escucharon ni se investigaron.

Martínez Díaz concluye pidiendo purgas en la Guardia Urbana de comportamientos "que no se ajustan a un Estado de derecho".