El mejor Steve Martin

RAMÓN de España

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El actor y escritor norteamericanoSteve Martinarrastra una inmerecida fama de histrión y de mamarracho que, al parecer, aleja al público de sus propuestas más interesantes. De esta manera, sus películas se dividen, a grandes rasgos, en comedias intrascendentes, y a menudo sin gracia alguna, que recaudan una fortuna en la taquilla y proyectos personales, frecuentemente escritos por él, que no va a ver nadie. Acaba de llegar a los videoclubes españoles, sin pasar antes por las pantallas de nuestros cines,Shopgirl,una de esas piezas humorístico-sentimentales que el señorMartinborda y por las que casi nadie muestra el menor interés: en su Norteamérica natal, las melancólicas andanzas de un cincuentón enamorado de una jovencita que vende guantes en unos grandes almacenes aguantaron una semana en las salas.

Una lástima, puesShopgirl--cuyo guión, obra del propioMartin,está basado en su novela del mismo título, editada en España por Circe junto a su siguiente esfuerzo literario,El placer de mi compañía-- es una hermosa película sobre las dificultades del amor intergeneracional y una lúcida reflexión sobre la existencia, hecha de humor, fatalismo y melancolía a partes iguales. La secuencia final, dondeSteve Martinse da cuenta de que al abandonar aClaire Danes--porque podría ser su hija, por miedo al qué dirán y, sobre todo, por miedo a sí mismo, un solterón patético que nunca sabe lo que quiere-- ha dejado escapar a la mujer de su vida, es de las que sitúan al espectador al borde de las lágrimas.

Curiosa disyuntiva la deSteve Martin.Para ganarse la vida y ampliar su impresionante colección de arte contemporáneo, protagoniza divertimentos sin ningún aliciente intelectual en los que su talento se desperdicia. Cuando escribe películas, novelas o teatro --a destacarPicasso at the Lapin Agile,sobre un supuesto encuentro en 1904 entre el pintor yEinstein-- en las que da lo mejor de sí, su público habitual le da la espalda y su audiencia potencial ni se entera de sus propuestas o, simplemente, las ignora. Puede que algún día el hombre que hizo por Los Ángeles lo mismo queWoody Allenpor Nueva York llegue a ser tomado en serio, pero no me hago muchas ilusiones.