Susan Sarandon reprocha la falta de compromiso de los actores de EEUU

MERCEDES JANSA / LAS PALMAS

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Cuatro años ha tardado la actriz Susan Sarandon (Nueva York, 1946) en aceptar el homenaje a toda su carrera que por fin le brindó ayer la 8ª edición del Festival de Cine de Las Palmas. Esta gran intérprete y mujer comprometida rodeó de naturalidad el acto de apertura del certamen tras reiterar sus críticas a George Bush y lamentar la falta de coraje que suelen demostrar sus colegas de Hollywood.

"Lo peor de la censura es la autocensura", dijo la protagonista de Pena de muerte, filme firmado por su marido, Tim Robbins, que le valió un Oscar en 1995. Denunció que la prensa de su país oculta información sobre la guerra de Irak y distorsiona la imagen que tiene el mundo de EEUU. "La mayoría tenemos una idea muy poco natural de cómo nos ve el resto del mundo", dijo.

Vestida con camiseta y pantalón negros, gabardina blanca y zapatos planos, Susan Sarandon respondió a la prensa, posó para las cámaras y dejó impresas sus manos en un remedo del paseo de la fama de Hollywood, en el umbral del auditorio Alfredo Kraus de la capital canaria. Por la noche, en la gala, se le unió el actor Ed Harris, protagonista de Copyng Beethoven, también homenajeado por el festival canario.

Con más de 50 películas en su haber, Sarandon afirmó no haber pensado aún en retirarse. Cuando llegue ese momento, dijo, "me plantearé cuales son mis aficiones". Ahora, entre filme y filme, se ocupa de las carreras de sus dos hijos en el mundo de la actuación y de la música.

Solo pretende seguir haciendo películas "en las que se fomente que la persona sea dueña de sí misma", que son las que le gustan de verdad. Y no desdeña su papel de mujer comprometida. "La buena y la mala noticia es que Hollywood no se mete en política", dijo en una rueda de prensa en la que derrochó atractivo, inteligencia e ironía.

La protagonista de Thelma & Louise siempre ha estado en primera línea de la denuncia de los intelectuales norteamericanos contra la guerra de Irak. Ayer cargó también contra el Partido Demócrata porque no se ha ocupado de los soldados que vuelven del frente. Pese a que su activismo podría acarrearle problemas en su carrera como actriz, a Susan Sarandon le preocupa más la "soledad del silencio, que es muy dura", de sus compañeros, y el que "cuando hablas, nadie te secunda".

MIEDO AL OSTRACISMO

"En mi país nadie se pone un lazo ni un pin de nada", afirmó, a propósito del ambiente reinante en EEUU en el que algunos la han llegado a tildar de

"amiguita" de Bin Laden. Pero trabajo no le ha faltado --tiene media docena de filmes pendientes de estrenar--, lo que le permite denunciar un problema real para otros. "La gente tiene miedo a que la condenen al ostracismo", afirmó.

Esta chica guerrera dentro y fuera del cine no hace alarde de su forma de pensar. Reconoce que a veces no se siente cómoda, pero "cuando nadie hace nada y la prensa calla, si hay que hacerlo se hace". Y sus ojos brillan de envidia al recordar en alto la gala de los Goya que se convirtió en un alegato contra la guerra.