Xavi arranca con un Barça provisional y todavía sin mediocentro

Primero, llegó un interior creativo y con gol. Era Ilkay Gündogan. Luego, un central con oficio y, además, zurdo, una especie que no existía en el Barça. Era Iñigo Martínez. Después, en una inversión arriesgada porque el club no tiene dinero, ha comprometido 30 millones fijos más 31 en variables por un ‘nueve’ joven que no vendrá hasta enero. Y quien sabe si no aparecerá más tarde, en junio 2024. Es Vitor Roque.

Tres fichajes, pero ninguno es el "mediocentro top", que exigió Xavi antes de irse de vacaciones. Lo exigió el técnico porque era consciente del agujero inmenso, más bien cráter, que provocó la salida de Sergio Busquets al Inter Miami es imprescindible rellenar. Este lunes arranca el Barça de Xavi (capítulo dos, no cuentan, por lo tanto, los seis meses iniciales tras el despido de Koeman) sin esa pieza, que es capital en la estructura de juego.

Solo 13 inscritos en LaLiga

Arranca un proyecto amorfo, con múltiples incógnitas, comenzando incluso por la renovación del contrato del propio Xavi (que expira en 2024), con superpoblación de jugadores (más de 35 están ahora mismo a disposición del técnico), instalado todo en un clima de provisionalidad y duda.

Para empezar, el club solo tiene inscritos en LaLiga a 13 futbolistas. Basta teclear el nombre del Barça en la web oficial de la patronal y descubrir esa ínfima cifra, consecuencia del severo fair play salarial que no deja, de momento, registrar a los renovados Araujo, Sergi Roberto, Marcos Alonso e Iñaki Peña. Ni tampoco a Balde, cuya renovación sigue sin cerrarse.

Pasan los días y no se sella la continuidad del joven lateral zurdo, convertido en titular indiscutible para Xavi. Tampoco los dos fichajes (Gündogan e Iñigo Martínez) aparecen en la relación de LaLiga, lo que prueba la sensación de interinidad que ahoga a la entidad azulgrana. Fichados están; inscritos, aún no.

El técnico pide más fichajes

La foto de la plantilla actual no tiene nada de fija. Está en constante movimiento, sin que el Barça muestre capacidad para satisfacer las demandas de Xavi. "No podemos engañar a nadie, faltan más refuerzos", recordó el técnico la pasada semana. Refuerzos en todas las líneas del equipo. Falta, por ejemplo, un lateral derecho. Pero no hay dinero ni margen para contratarlo. Solo hay dos especialistas en esta posición. Pero ninguno complace al entrenador.

Ni Dest, que vuelve tras su cesión al Milan, ni tampoco Julián Araujo, el lateral mexicano por quien el club pagó el invierno pasado cinco millones de euros para que se fogueara en el filial. Al ser inscrito tarde, no ha jugado en estos últimos seis meses ni un solo partido oficial. Ni con el Barça Atlètic. Ni con el Barça, claro.

Falta, por supuesto, el "mediocentro top", por el que clama en vano Xavi. Es aquí donde queda retratada la decadencia económica del club, que asoma al mercado en tal posición de inferioridad que no puede competir por las opciones prioritarias del entrenador (Zubimendi y Kimmich) ni tampoco complacerle en la tercera (Amrabat) o cuarta (Brozovic).

La vía Oriol Romeu

Emerge, y casi de forma desesperada, la vía de Oriol Romeu, a quien el Girona firmó hace un año procedente del Southampton sin que nadie entonces en el Barça se fijara en él. Ni siquiera para cohabitar en el último año con ‘Busi’ y tutelar así una transición más ordenada, lejos del caos y las prisas que ahora se viven en la búsqueda del "medio centro top".

Y en un mes y tres días empieza el equipo la Liga en Getafe. Apenas 35 días por delante para dar forma a una plantilla desfigurada, donde si se marcha Kessié también se busca un interior, además de la necesidad, como ya se comprobó la pasada temporada, de buscar más gol para no depender exclusivamente de la contundencia de Lewandowski.

Anotó, por ejemplo, el polaco 23 goles en la Liga (fue el pichichi) de lo 70 que firmó el Barça. O sea, fue el 33%. La prueba es que los otros cuatro delanteros de la plantilla anotaron juntos lo mismo que Lewi. Raphinha logró siete tantos, Ansu Fati también otros siete, Dembélé, lesionado en el tramo final, se quedó en cinco y Ferran Torres, suplente habitual, firmó apenas cuatro.

A Xavi le corresponde a partir de hoy, con el inicio de la pretemporada simbolizado en las pruebas médicas, gestionar ese Barça indefinido donde regresan cinco cedidos: Dest, Nico, que no le convence de mediocentro, Lenglet, con un salario bartomeista, inasumible ahora, Abde, que ha triunfado con Osasuna y Marruecos, y Álex Collado, que pasó sin dejar huella por el Elche.

Entre los cedidos y una pandilla de jóvenes procedentes de la cantera (hasta 11 se unirán a los entrenamientos) tendrá casi 40 jugadores Xavi para perfilar su segundo proyecto completo. En el primero, y con las palancas activadas, ganó Liga y Supercopa de España, pero se estrelló en Europa. Ahora el desafío es más complicado aún. No hay dinero. Ni palancas que activar. Y Florentino diseña y rejuvenece el Madrid sin Benzema, pero con Bellingham y Arda Güler, sin perder de vista a Mbappé.