Cinco razones por las que Luis Suárez ha sido un futbolista único

El único Balón de Oro

Lo ganó Luis Suárez en 1960, en la quinta edición del premio que otorgaba la revista France Football, al mismo ritmo que empezaba a funcionar la recién fundada Copa de Europa, ya que era una de las impulsoras de la competición. Fue el primer español en alzar la, entonces, diminuta pelota dorada, pero en 66 años de palmarés del galardón, sigue siendo el primero y el último. Hasta que 60 años después, Alexia Putellas igualó la gesta por dos veces, y se convirtió en la primera futbolista.

Anduvieron cerca, con la plata, Raúl González (Real Madrid, plata en 2001), Andrés Iniesta (Barça, plata en 2010 y bronce en 2012) y Xavi Hernández (Barça, bronce de 2009 a 2011). Inauguró el listado de triunfadores el inglés sir Stanley Matthews, y antes que Suárez lo recibieron el argentino Alfredo di Stéfano (1957 y 1959) y el francés Raymond Kopa (1958) en consonancia con los títulos del Madrid en la Copa de Europa.

El primer azulgrana del palmarés

Suárez fue el primer jugador de la historia del Barça en coronarse con el trofeo. Se impuso en las votaciones a Ferenc Puskas (Real Madrid) y Uwe Seeler (Hamburgo). El Barça había sido el primer equipo en eliminar al Madrid y de la Copa de Europa y disputó la final de 1961. La desgraciada final de Berna frente al Benfica, con la derrota (2-3) en un partido en el que los azulgranas remataron tres veces a los postes.

Aquel disgusto provocó una catástrofe interna en el club con el desmantelamiento de la plantilla, que abrió una larga travesía por el desierto de 14 años sin títulos. Hasta 1974 cuando apareció Johan Cruyff y se conquistó la Liga. De azulgrana lo recogieron Hristo Stoichkov (1994), Rivaldo (1999), Ronaldinho (2005), y Messi (seis veces). Ronaldo (1996), Figo (2000) y Messi (2021) lo obtuvieron cuando habían cambiado de club en el segundo semestre.

El más caro de la historia

La marcha de Suárez del Barça obedeció a una de esas divisiones tan frecuentes en el seno del barcelonismo, ya que se le enfrentaba a Ladislao Kubala, ocho años mayor que él y el líder silencioso de aquel Barça. Luego vinieron los nuñistas y los cruyffistas, los laportistas y los rosellistas y, recientemente, los guardiolistas y los demás sucesores. Antes de la final, el club había despedido ya a Helenio Herrera, y el técnico, que recaló en el Inter, quiso llevarse a Suárez a Italia. Fue el primer futbolista que ninció la aventura del Calcio. Y el fichaje más caro de la historia en aquel momento: 25 millones de pesetas. El mediocampista gallego siguió estando nominado para el Balón de Oro (un total de ocho años), pero no lo reeditó más veces.

El primero de Italia

Sí reeditó los títulos que había besado con el Barça: dos Ligas, dos Copas y dos Copas de Ferias entre 1957 y 1961, aunque Suárez había llegado a Barcelona, procedente del Deportivo A Coruña en 1954 y una breve cesión al filial azulgrana en el que marcó 7 goles en 8 partidos.

Su llegada al Inter de Milán catapultó al conjunto neriazzurri, que encadenó tres Scudetti (1963, 1965 y 1966) y, sobre todo, dos Copas de Europa (1963 y 1964). Y, además, para los interistas, frenó en seco la pujanza del Milan, el gran rival ciudadano que había obtenido el trofeo europeo en 1962. Suárez abrió el camino de la exportación futbolística a Italia. Le siguieron Joaquín Peiró y Luis del Sol además de muchos otros. Nadie triunfó como él.

El rey de los dobletes

Los dobletes que obtuvo Luis Suárez con el Barça y el Inter (Balón de Plata en 1961 y 1964 y de Bronce en 1965) se trasladaron al ámbito internacional. Se convirtieron en tripletes, ya que con el Inter también colaboró en las dos Copas Intercontinentales (1963 y 1964) ambas frente al Independiente de Argentina. Fue el primero, el futbolista gallego, en celebrar el mismo año la Copa de Europa de clubs (Inter) y de selecciones (España) en 1964.

Después de diez temporadas en el Inter y tres en la Sampdoria, se quedó a vivir en Milán, aunque fue seleccionador español sub-21 (1980-88) -campeón del Europeo de la categoría en 1986, el primero- y absoluto (1988-91), participando en el Mundial de Italia-1990, su segundo hogar. No fue reconocido con la medalla de oro española al mérito deportivo hasta 2001. El respeto que obtuvo en su legendaria carrera es eterno.