El Barça conquista la décima Copa del Rey de balonmano seguida

El Barça conquistó la décima Copa del Rey consecutiva (27ª en toda la historia), esta vez ante el Logroño La Rioja (34-23), en la final disputada en Santander. La claridad del marcador revela el dominio ejercido por los azulgranas durante el partido y durante la última década en el balonmano español, donde va sumando un título tras otro.

Lleva 40 seguidos. Desde que en 2013 fallara en la final de la Copa del Rey, que no la disputó. Aquel triunfo del Atlético fue el último de la sección rojiblanca y el último español que no lució los colores azulgranas. El desglose se resume en 10 Copas del Rey y 10 Copas Asobal, 11 Ligas (contada la de esta campaña, ya obtenida matemáticamente) y 9 Supercopas de España, que en 2022 se ha transformó en la Supercopa Ibérica, con la inclusión de equipos portugueses y cuya primera edición también se la llevó el Barça (ante el Oporto).

El meta Emil Nielsen fue el MVP y Pérez de Vargas cedió a Langaro el honor de recoger el trofeo.

Sin opción

El Logroño no tuvo opción ante un Barça que dos semanas atrás le había superado por 43-30 en el partido de Liga en el Palau. Y no la tuvo porque no podía contrarrestar el potencial ofensivo azulgrana si, además, se unía a una magnífica actuación de Emil Nielsen bajo los palos en lugar de Gonzalo Pérez de Vargas, elegido el jugador más valioso del partido.

Pérez de Vargas, cedió el puesto al meta danés y también cedió, como capitán, el honor de recoger el trofeo a Haniel Langaro, que ha vuelto al equipo tras haber sido operado en diciembre de la rotura del tendón de Aquiles de la pierna derecha.

Las paradas de Nielsen acomplejaron a los riojanos, cuyos esfuerzos por permanecer cerca en el marcador se hicieron baldíos en el segundo tiempo. Ya lo tenían difícil en el descanso con 20-13, en el estirón barcelonista que se produjo a partir del minuto 13. El 11-9 se transformó en un 18-9 diez minutos después.

El Logroño solo tuvo ventaja en el marcador a los cinco minutos, con el 3-4. Luego anduvo a remolque y el cansancio de la semifinal, unido a una plantilla más limitada, no le permitió aguantar el ritmo del Barça. Disputar la final, como en 2017 y 2018, también perdidas frente a los azulgranas, les reportó la clasificación para la Liga Europea EHF y la Supercopa Ibérica de la próxima campaña.

Salió enérgico el Barça tras el descanso por la intensidad que demandó Antonio Carlos Ortega, un ritmo alto que será imprescindible para abordar dentro de un mes la fase final europea. El parcial de 4-1 apagó las ilusiones riojanas y a partir de entonces se sucedieron ataques y más ataques en un epílogo de partido más entretenido que emocionante.

Ficha técnica

Barcelona (34): Nielsen; Wanne (1), N'Guessan (3), Dika Mem (3), Cindric (2), Frade (4), Janc (4) -siete inicial-, Carlsbogard (1), Petrus, Makuc (4), Valera, Fàbregas (5), Richardson (2), Aleix Gómez (5, 1p), Soler, Pérez de Vargas (p).

Logroño La Rioja (23): Jorge Pérez; El Korchi (1), Rubiño (3), Javier Rodríguez (1), Ortiz (2) , Palomino (3), Keita (3); Preciado (2), Costa (1), Javi García (2), D. Cadarso (2p), E. Cadarso (3), Markelau, Romeo.

Árbitros: Jorge Escudero y Jesús Escudero.

Pabellón: Palacio de Deportes de Santander