El Madrid anuncia que se personará en el caso Negreira para defender sus intereses

El Madrid ha decidido personarse como acusación particular en el caso Negreira por los pagos que efectuó el Barça al entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) entre 2001 y 2018. Unos pagos de casi 7 millones de euros, según la investigación realizada por la Fiscalía de Barcelona. Horas después de que se hicieran públicas las pesquisas sobre este escándalo, el club blanco ya emitió un comunicado alertando de que emprendía "acciones" ante "la gravedad de las acusaciones". Reunida la directiva blanca de urgencia este mediodía, el club ha emitido un amplio comunicado, el segundo en 24 horas, para anunciar "su profunda preocupación sobre la gravedad de los hechos y reitera su plena confianza en la acción de la justicia y ha acordado que, en defensa de sus legítimos intereses, se personará en el procedimiento en cuanto el juez lo abra a las partes perjudicadas".

Del silencio a colocarse en primera fila

La estrategia del Madrid en este escándalo ha sido cambiante. Ha ido del silencio inicial, aguardando, sostenían fuentes del club blanco, la actuación judicial a ponerse ahora en primera fila para exigir a la justicia que aclare hasta el último detalle de la relación económica que mantuvo Enríquez Negreira con el Barça. Si el club blanco queda admitido en el proceso, tendrá así acceso a toda la documentación que se baraje en el juicio.

Comunicado Oficial.#RealMadrid

— Real Madrid C.F. (@realmadrid) 12 de marzo de 2023

Es el primer club que anuncia oficialmente que se personará en un proceso que afectó, y de forma transversal, hasta a cuatro presidentes del Barça, además de algunos ejecutivos del club: Joan Gaspart, Joan Laporta, primer mandato, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, los dos últimos acusados por la fiscalía. A ellos se ha referido el Madrid en este segundo comunicado.

"La Junta Directiva del Real Madrid C. F., en su reunión celebrada en el día de hoy, ha tomado conocimiento de las graves acusaciones formuladas por la Fiscalía de Barcelona contra el F. C. Barcelona, dos de sus presidentes, Josep María Bartomeu y Sandro Rosell, y los exdirectivos Albert Soler y Óscar Grau, sobre la base de potenciales delitos, entre otros, de corrupción en el ámbito deportivo, en el marco de las relaciones entabladas por dicho club con quien fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira".

Por eso, el Madrid pasó de las palabras en el primer comunicado a los hechos en el segundo al decidir personarse "en defensa", según ha precisado, de "sus legítimos intereses", pendiente, por supuesto de que el "juez lo abra a las partes perjudicadas".

Ese cambio de estrategia lo hizo el Madrid justo antes de que se disputara el duelo con el Espanyol, que terminó ganando en el Bernabéu (3-1). Lo hizo justo en la semana previa al clásico liguero que se librará en el Camp Nou el domingo 19 ante el Barça. Lo hizo justo para desmarcarse del silencio que había presidido su postura desde que la Cadena SER en Catalunya destapara el escándalo arbitral.

Distanciándose de Laporta

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El Madrid ha pasado a la acción en el caso Negreira. Ha sido incluso más rápido que la propia Liga o la Federación española de fútbol (FEF), quienes ya han anunciado su intención de presentarse como acusación particular. Pero, de momento, no han ejecutado esa idea. El club blanco, sí.