Xavi, tras el Barça-Valencia: "Llegamos demasiado justos al final"

Se sufre más arriba en la grada y se pasa peor, porque la distancia limita el margen de actuación. Tras comprobar una de las consecuencias de la sanción por acumulación de amonestaciones, Xavi Hernández se ha prometido a sí mismo reducir las protestas a los árbitros que le han condenado a sentarse a la tribuna.

Se sufre más y se ve mejor el juego, admitía Xavi. "Llegamos muy justos al final del partido", admitió el técnico, que no solo se refería al dramático duelo con el Valencia, sino a los últimos disputados, inmerso el Barça en la dinámica de los dos partidos por semana que ya no se producirá en marzo tras la eliminación de la Europa League. El relevo de Frenkie de Jong obedeció, precisamente, a unas molestias físicas en los isquiotibiales. Era el onceavo partido consecutivo del holandés, que sólo aguantó 45 minutos. En nueve había disputado los 90 minutos.

En una racha de atonía, en el que el Barça apela a la mera supervivencia, Xavi quiso combatir las críticas por la alta exigencia que tiene el equipo. Puso en valor que el liderato, y os 10 puntos de ventaja antes e que se jugara el Betis-Real Madrid. "Estamos mejorando en muchas cosas", dijo en una lectura global. "La comparación la tenemos que hacer con el equipo del año pasado, no con el mejor Barça de la historia", replicó, en referencia a la era Guardiola (2008-12) en la que él participó como futbolista.

"Estamos mejorando en muchas cosas. La comparación la tenemos que hacer con el equipo del año pasado, no con el mejor Barça de la historia"

— Xavi Hernández / Entrenador del Barça

Fallan las fuerzas

Al equipo le fallaban las fuerzas, con muchos jugadores cansados, y le faltó "entendimiento en el juego" para saber aprovechar situaciones de ventaja. Expuso el técnico a modo de ejemplo que los jugadores no encontraban a Balde, que solía estar con espacio libre, y optaban por la seguridad del pase atrás.

Pero también faltó acierto. En el penalti que Ferran estrelló en el poste y en un disparo posterior de Ansu Fati que golpeó en el otro palo.

"Si hubiéramos sido más efectivos era un partido para ganar cómodamente, pero nos complicamos la vida", admitió el técnico, aludiendo, sin citarlo al erróneo pase de Koundé a Araujo que propició la expulsión del central uruguayo. Sin embargo, la nueva pase del encuentro en inferioridad numérica rescató "la capacidad de trabajo y la solidaridad" en las filas del equipo, lo que también complació al entrenador.

Charla sin importancia

Igual que la charla entre Ferran Torres y Ansu Fati para lanzar el penalti. El primer designado era el valenciano y su compañero le pidió que se lo cediera. Ferran se lo negó y lo falló. Ansu fue el primero que le dio una palmada de ánimo. "Es cuestión de que se comuniquen entre ellos", comentó Xavi, sin dar importancia al suceso. Solo lo lamentaba por la inyección de moral que habría recibido Ferran, que tuvo que escuchar algunos pitos.

"No vamos a crucificar a Ferran por el penalti; lo crucificaríamos si no corriera o no tuviera actitud para trabajar"

— Xavi Hernández / Entrenador del Barça

"No vamos a crucificar a Ferran por el error del penalti; lo crucificaríamos si no corriera o no tuviera actitud para trabajar, pero Ferran es un ejemplo y puede fallar", subrayó Xavi. Ansu fue, no obstante, el sustituido. El "sacrificado", en palabras del entrenador, cuando se necesitaba más fondo y más instinto defensivo para hacer coberturas y proteger el resultado.

Xavi admitió que el nivel general ha descendido. No aclaró, aunque lo deslizó, que se justifica en las ausencias de cuatro titulares de peso: dos centrocampistas (Pedri y Gavi) y dos delanteros (Dembélé y Lewandowski). "Hay que hacer autocrítica. Nos está costando generar juego", admitió. El entrenador confía en poder refrescar al Barça hasta el próximo partido: el domingo ante el Athletic en San Mamés.