BARCELONA-VALENCIA (1-0)
Raphinha firma otro agónico triunfo del Barça
Los azulgranas soportan la desgracia de un penalti al poste, un segundo tiro a la madera y la expulsión de Araujo a media hora del final
Joan Domènech
Periodista
Periodista. Título de Entrenador de fútbol nivel A. Deportista vocacional. Tras retirarme como futbolista, empecé a trabajar en Mundo Deportivo (12 años, 1988-2000). He asistido a cuatro Mundiales y cuatro Eurocopas. Coautor de varios libros. Miembro del colectivo ‘Periodistes Solidaris’ y 'Amics de Johan'.
Entre los 13 partidos ganados por la mínima, pocos han sido tan angustiosos como el décimo 1-0 de la temporada sobre el Valencia. Un penalti fallado que pudo liquidar el partido antes de hora, un segundo remate al poste (la madera malogró los tiros de Ferran y Ansu Fati, por este orden), y la expulsión de Ronald Araujo a media hora del final tiñó de dramatismo el desenlace del encuentro.
El Barça ha aprendido finalmente a defender, como se vio en Madrid, despojado por fuerza y por convencimiento de exquisiteces y evitó en el marcador un signo de debilidad que fomentaría la desconfianza que se percibió al regreso de Almería.
No se podía esperar una mejoría sustancial en el Barça cuando había aumentado el número de bajas de los últimos partidos. El revolucionario Gavi se sentó en la grada con Pedri, Lewandowski y Dembélé. Si faltó chispa y gracia en Almería y Madrid, iba a faltar un poco más en casa ante el Valencia, por muy penúltimo que fuera. Acreditó tan deshonroso lugar..
El cambio de De Jong en el descanso acentuó la pérdida de talento técnico. Kessie no se entretuvo a engrasar la cadena de pases cuando el Barça,, además de querer atacar para remachar la victoria, se vio condenado luego a defenderse con el balón, como preconiza Xavi, agitándose en la grada por la sanción. Su hermano Òscar se agitó por igual ejerciendo de jefe, obligado a tomar decisiones cruciales a medida que iban surgiendo los inconvenientes.
Escaso de imaginación, el Barça solo sorprendió con una aparición de Raphinha irrumpiendo en diagonal a buscar un centro centrado de Busquets, vista ya en Pamplona, anticipándose a Mamardashvili. Lo mínimo, el mínimo acierto, sirvió para sacar otro partido adelante en una época de carestía.
La expulsión de Araujo para minimizar las graves consecuencias de una torpe cesión de Koundé reconfiguró al Barça, que no se revolcó en la nueva desgracia que acontecía. Los jugadores recuperaron la concentración que habían perdido y se batieron con la humildad del que defiende un botín valioso, como había sido el gol del brasileño, que ha aprovechado las titularidades en ausencia de Dembélé. No puede decirse lo mismo de sus compañeros de línea.
Un campo demasiado grande
El calamitoso Valencia, el segundo peor visitante de la Liga (6 puntos de 39 posibles en 13 salidas), acusó la magnitud del escenario, entre el pesimismo acumulado durante el torneo y la renovada alineación que presentó en el Camp Nou, un escenario que desnuda al forastero. Solo tres jugadores (Foulquier, Guillamón y Hugo Duro) habían jugado alguna vez (una, el año pasado), en el inacabable césped barcelonista. Les vino grande a todos. Se comprobó en su incapacidad para sacar provecho de la superioridad numérica.
Conocía las colosales dimensiones, más aparentes que reales, Baraja, que priorizó, por encima de todo, que sus hombre se sintieran protegidos. Los juntó a todos atrás y que fuera solo Duro el que sintiera el frío de la soledad en punta. El Valencia iba a correr de atrás hacia adelante, pero tuvo que correr demasiado, y llegó al área de Ter Stegen con la vista nublada del cansancio.
Necesitados de gol
Tampoco tenía delanteros en el campo, sentados todos en el banquillo, y sus remates fueron insignificantes hasta que empezó a ponerlos en el campo tras la expulsión de Araujo. La mejor oportunidad del primer tiempo se la concedió Ferran a su exequipo en una imprudente cesión atrás a Ter Stegen que el meta no supo controlar. Luego repitió un pésimo pase retrasado que creó otro apuro, afeando el intencionado tiro que desvió Mamardashvili en una de las pocas oportunidades barcelonista.
Solo le faltó fallar el penalti a Ferran. No se lo cedió a Ansu Fati, que se lo reclamaba, necesitados ambos de una alegría. Ansu marcó en enero, pero Ferran, designado para chutarlo, no celebra un gol desde el 1 de noviembre.
Ficha técnica:
Barcelona: Ter Stegen (6), Koundé (4), Araujo (6), Christensen (7), Balde (7); Sergi Roberto (6), Busquets (6), De Jong (6); Raphinha (6), Ferran (4), Ansu Fati (4). Entrenador: Xavi Hernández (6). Cambios: Kessie (5) por De Jong (m. 46); Marcos (6) por Ansu Fati (m. 62); Eric (sc) por S. Roberto (m. 81); Alarcón (sc) por Raphinha (m. 88).
Valencia: Mamardashvili (5); Foulquier (6), Cömert (6), Cenk (7), J. Vázquez (7); Thierry (6), Ilaix (5), Guillamón (6), Almeida (4), Lino (6); Hugo Duro (6). Entrenador: Rubén Baraja (6). Cambios: Diakhaby (6) por Cömert (m. 55); Castillejo (6) por Thierry (m. 62); Fran Pérez (5) por Ilaix (m. 62); Kluivert (sc) por Almeida (m. 78) y Musah (sc) por Lino (m. 78).
Goles: 1-0 (m. 15), Raphinha cabecea un centro de Busquets.
Árbitro: Alberola Rojas (6), castellano-manchego.
Tarjetas rojas: Araujo (m. 59).
Estadio: Camp Nou.
Espectadores: 89.644
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