Y AHORA EL CLÁSICO COPERO

El Barça se asusta tras una semana negra

¿MULTIMEDIA: QUIÉN ES QUIÉN EN EL CASO NEGREIRA?

Christensen, Ter Stegen y Lewandowski tras el gol que le marcó el Almería al Barça.

Christensen, Ter Stegen y Lewandowski tras el gol que le marcó el Almería al Barça. / Efe

Marcos López

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Xavi salió enfadado de Almería. "Muy enfadado”" precisó él mismo. Enfadado, frustrado y hasta desengañado porque el Barça añora tanto a Pedri que se transforma en un equipo sin orden. Ni orden ni creatividad, apagado bruscamente, seco y enemistado con el gol.

Desengañado y hasta asustado quedó el técnico al comprobar que el gol del equipo andaluz le hizo más daño incluso que los dos tantos ingleses que le echaron de la Europa League. La imagen de la derrota en Almería se resume en un fútbol primitivo, con hasta 47 centros y ninguno de ellos acabó en un remate entre los tres palos de Fernando.

No había rastro alguno en Old Trafford de la ira futbolística que sí desprendía Xavi, en cambio, al abandonar el estadio de los Juegos Mediterráneos, una vez constatado que el líder emite demasiadas señales inquietantes.

Laporta necesita que el equipo no se derrumbe justo ahora cuando está sosteniendo al club en pleno caso Negreira

Incluso para la directiva, necesitado como anda ahora el presidente Joan Laporta de que el equipo sostenga al club, envuelto en el caso Negreira, con un estadio, el nuevo Camp Nou, al que necesita encontrar financiación justo antes de mes, en plena crisis reputacional de la marca Barça.

Araujo se lamenta de una ocasión fallada en la derrota contra el Almería.

Araujo se lamenta de una ocasión fallada en la derrota contra el Almería. / Efe

Dos derrotas consecutivas, algo que no había ocurrido en todo el curso, es el síntoma de la gravedad del problema que atormenta ahora a Xavi. No solo porque ha reanimado al Madrid, que temía perder la Liga y hoy está más cerca del Barça que el sábado (pasa de ocho a siete puntos la diferencia tras empatar en su casa con el Atlético) sino por la cercanía de un clásico copero que adquiere ahora una dimensión esencial. A corto y medio plazo.

Se juega el jueves la ida de la semifinal en el Bernabéu, con el equipo de Ancelotti resoplando aliviado por el regalo azulgrana en Almería, sin olvidar la herida abierta de la caída en la Supercopa de Riad.

Lewandowski controla el balón ante Babic, el central del Almería.

Lewandowski controla el balón ante Babic, el central del Almería. / Reuters

El Barça, que digirió la segunda eliminación europea de la temporada como si nada trascendente ("hemos competido, dimos la cara", argumentó Xavi), ha perdido el hilo futbolístico. El equipo se ha desfigurado. Las ausencias de Dembélé, el jugador con más regate y desequilibrio, y de Pedri, el ingenio hecho futbolista, han provocado el bajón.

Inquietud por Lewandowski

Hasta Lewandowski, el goleador que aguantaba el tinglado, ha perdido su aura. Parece el polaco un delantero más, lastrado, tal vez, por la fórmula de los cuatro centrocampistas que le ha dejado sin socios leales a su lado.

Lo que ha dejado, además, desarmado a Xavi es que el Barça ha perdido "pasión, entusiasmo y ritmo", como él mismo confesó, quedándose "sin excusas porque hemos hecho el peor partido de la temporada en el peor momento".

"Pido disculpas a la afición porque hemos fallado, estoy muy enfadado, tenemos que buscar soluciones ya"

— Xavi, técnico del Barça

Nunca se le había visto tan indignado. Ni siquiera en las grandes noches de las eliminaciones europeas (Bayern y Eintracht en el curso pasado; Bayern y United en éste) porque no había detectado esa inquietante apatía que ahogó a sus jugadores.

No acostumbra tampoco el técnico en dirigirse directamente al aficionado tras tropiezos de esta dimensión. "Pido disculpas a la afición porque hemos fallado, estoy muy enfadado, tenemos que buscar soluciones ya".

Xavi, enfadado durante el Almería-Barça en el que su equipo encajó la segunda derrota en la Liga.

Xavi, enfadado durante el Almería-Barça en el que su equipo encajó la segunda derrota en la Liga. / Afp

Ese es el problema real. La búsqueda de soluciones urgentes para detener la hemorragia que ha vivido el Barça en una semana negra. Negra porque el equipo ha perdido solvencia defensiva (recibió tres goles, dos del United y uno del Almería) y se ha quedado sin puntería: un gol, el de Lewandowski en Old Trafford, en los 180 últimos minutos y fue de penalti.

"Vamos a tranquilizarnos", ha reclamado Ter Stegen, consciente de que algo se ha roto, sobre todo desde la lesión muscular de Pedri en la ida con el United en el Camp Nou.

 Touré se adelanta a Christensen para batir a Ter Stegen en el 1-0 del Almería al Barça.

El Bilal Touré se adelanta a Christensen para batir a Ter Stegen en el 1-0 del Almería al Barça. / Efe

Una lesión que devuelve los peores recuerdos al Barça. Cayó Pedri ante el Eintracht y el equipo se desplomó, encajando cuatro derrotas y cediendo un empate en los nueve encuentros de la temporada 21-22. Todo ocurrió sin el canario en el campo.

Y Xavi, bajo la mirada preocupada de Laporta, tiene que encontrar nuevas alternativas para un equipo que añora tanto a Pedri que no parece el mismo. No únicamente por el impacto de su ausencia sino porque altera las estructuras vitales de tal manera que va más allá de la falta de eficacia.

El problema es que el Barça no genera juego. Hasta tres sistemas tácticos distintos usó Xavi en Almería (empezó con los cuatro centrocampistas, pasó luego a los dos extremos -Raphinha en la derecha; Ferran en la izquierda- y terminó con el 3-4-3, disfrazado finalmente Araujo de la versión moderna de Alexanco, central-delantero centro. Agotados los 90 minutos, el Barcelona dejó un triste disparo a puerta, con la rúbrica de Alarcón (m. 81), lo que delata el origen del enfado de Xavi. Faltó pasión, faltó ritmo, faltó intensidad, pero, sobre todo, lo que faltó es fútbol. 

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