Crónica del United-Barça: última función europea en Old Trafford (2-1)

Cuatro meses después de la última derrota de la temporada, el Barça volvió a despedirse de Europa. El 0-3 con el Bayern le echó de la liguilla de la Champions. El 2-1 encajado en Manchester le despide de la Europa League a las primeras de cambio, en otra prueba de que el líder sólido de la Liga aún no ha adquirido la consistencia necesaria para batirse por el continente.

Aclaradas las limitaciones del Barça, quedan precisadas ahora las prioridades del equipo, reducidas al ámbito español: la Liga, encarrilada, y la Copa, que adquirirá valor si el equipo elimina en la semifinal al Madrid, el mayor enemigo. Terminó ante el United, asimismo, la racha de imbatibilidad después de 18 partidos con la cuarta eliminación europea a dos por temporada, del proyecto de Xavi. La única digna ha sido la de Old Trafford.

El fútbol deparó el desenlace que se preveía, atendiendo a todas las circunstancias que concurrían, entre la entidad del United, el buen resultado de la ida, y el escenario. Demasiadas adversidades para un Barça todavía tierno para gestas europeas, débil de piernas para aguantar las embestidas físicas. El United se reveló más poderoso y competitivo que un Barça que apenas remató dos veces: el gol de Lewandowski y un cabezazo de Koundé que despejó De Gea.

Penalti para ponerse por delante

Tan crucial se adivinaba la señalización del penalti para el desenlace de la eliminatoria que el disparo se demoró un par de minutos. Los jugadores de United rodearon al árbitro para que el VAR mirara y remirara el vídeo y encontrara un motivo para avisar a Turpin que acudiera a la revisión. Mientras tanto, De Gea y Weghorst trataban de perturbar a Lewandowski. El holandés volvió a hacer "el bobo", como en el Países Bajos-Argentina del Mundial y por el que se ganó el apodo de Messi.

Fue crucial en tanto que mantuvo al Barça por delante en el marcador y el gol de Fred en el amanecer del segundo tiempo solo hizo que restablecer el empate inicial, que no era malo en sí mismo. La celeridad con que el United construyó el ataque de una recuperación alta era una de las pretensiones azulgranas que casi nunca se produjo. No hubo presión adelantada porque arriba solo había dos delanteros para cuatro defensas.

Sin Gavi ni Pedri, Xavi no se privó de usar cuatro centrocampistas para preservar la fluidez en la construcción. Demasiado escrupuloso fue el equipo, desdeñando a veces situaciones de ventaja (y de intimidación) para emprender una transición. Los alineó a todos, con el simbólico recambio del infrautilizado Pablo Torre en el banquillo para una eventualidad, mientras en el banquillo abundaban los delanteros, rescatados cuando se torció el resultado.

El movimiento táctico de Ten Hag

La presencia de Sergi Roberto como añadido infería un tinte más conservador en comparación con los ausentes. Simplemente por sus cualidades y por la falta de costumbre, de tanto que ha mirado atrás jugando de lateral. Era el exterior o el teórico más adelantado, pero esa zona apenas se ocupó.

Ni lo hizo él, excepto en el regalo de De Gea que habría dado una dosis de tranquilidad al filo del descanso ni tampoco Balde, aunque en la acción del penalti le pilló más adelantado de lo que acostumbró toda la noche. Apenas dos escapadas por la banda pudo permitirse. 

El control del primer tiempo desapareció en la segunda mitad. El tanto de Fred cambió las tornas, tanto como la presencia de Antony en lugar de Weghorst. Ten Hag situó las piezas en su debido lugar: Antony en el extremo, Bruno en el centro, para intervenir más, y Rashford en punta. A Christensen se le acabó la tranquilidad con que destacó en la fase inicial. Impecable el defensa danés en la salida del balón, sus pases y sus conducciones extendieron el sosiego para que el duelo tuviera color dorado.

Luego se tiñó al rojo. Las oleadas locales fueron constantes, espoleadas por la grada. La presión fue más eficaz, y de ella nació el disparo de Antony cuando Xavi justo había intentado maniobrar dando entrada a Ferran por Sergi Roberto. Una declaración de ataque que se convirtió en imprescindible tres minutos después con el 2-1 tras el trallazo de Antony. Como había que redoblar la apuesta, entró también Ansu Fati. El partido estaba perdido y era irremontable tan tarde.

Ficha técnica

Manchester United: De Gea (7); Wan-Bissaka (6), Varane (7), Lisandro (7), Shaw (6); Casemiro (5), Fred (7); Bruno Fernandes (6), Sancho (4), Rashford (6); Weghorst (4). Técnico: Erik ten Hag (7). Cambios: Antony (8) por Weghorst (m. 46); Dalot (6) por Wan-Bissaka (m. 67); Garnacho (6) por Sancho (m. 67); Mc Tominay (sc) por Rashford (m. 88).

Barcelona: Ter Stegen (6); Koundé (6), Araujo (7), Christensen (8), Balde (6); Kessie (4), Busquets (5), De Jong (6); Raphinha (5), Lewandowski (5), Sergi Roberto (5). Técnico: Xavi Hernández (5). Cambios: Ferran (5) por S. Roberto (m. 70); Ansu Fati (sc) por Raphinha (m. 75); Marcos (sc) por Araujo (m. 82).

Goles: 0-1 m. 18), Lewandowski (p); 1-1 (m. 47), Fred; 2-1 (m. 73), Antony.

Árbitro: Clément Turpin (3), francés. 

Tarjetas: Bruno, Sergi Roberto, Lewandowski, Garnacho, Busquets, Casemiro.

Estadio: Old Trafford.

Espectadores: 73.021.

Suscríbete para seguir leyendo