Lewandowski recibe su segunda Bota de Oro y no entendería una dura sanción por su expulsión en Pamplona

Del Sadar a Barcelona. De la expulsión, la primera que recibe como jugador del Barça, a la alfombra roja para besar su segunda Bota de Oro, que acredita a Robert Lewandowski como el mejor goleador de Europa tras anotar 35 tantos con el Bayern Múnich en las 34 jornadas de la Bundesliga que jugó superando los 28 de Mbappé (PSG) y 27 de Benzema (Madrid) e Immobile (Lazio).

"¿Por qué me van a caer cuatro partidos si el gesto no iba dirigido al linier ni al árbitro?", se preguntó el delantero polaco, que estuvo arropado por el presidente Joan Laporta en la gala organizada por el diario Marca. "El gesto que hice no iba dirigido al cuarto árbitro sino que era para Xavi", ha declarado el nueve azulgrana en un acto realizado en la Fábrica Damm de Barcelona. 

Quiso dejar bien claro Lewandowski que no había pretendido menospreciar a Gil Manzano, el árbitro extremeño que le enseñó dos amarillas en apenas media hora y después la roja, como hizo en su día con Messi, Suárez y Neymar. "Habíamos hablado de que si nos sacaban una tarjeta amarilla tuviéramos cuidado con la segunda", ha confesado el jugador polaco, que ahora inicia la participación con su selección en el Mundial de Catar.

Dos amarillas en 19 minutos

Entre una y otra amarilla apenas transcurrieron 19 minutos. Recibió Lewandowski la primera cartulina en el minuto 11. Y en el 30 vio la segunda al tiempo que Gil Manzano le indicaba el camino hacia los vestuarios donde realizó un gesto indicando soberbia que si el Comité de Competición entiende como un insulto hacia el colegiado le podría acarrear entre tres y cuatro partidos de sanción, por lo que se perdería el derbi con el Espanyol, la visita al Metropolitano para medirse al Atlético y hasta el duelo, también liguero, contra el Betis en el Benito Villamarín. 

"Las faltas y las cartulinas fueron culpa mía. La semana pasada ya hablamos con el entrenador de que debería ir con cuidado cuando me sacaran una amarilla. El gesto era para él, no para el árbitro"

— Lewandowski, delantero del Barça

"Las faltas y las cartulinas fueron culpa mía"; ha confesado el delantero polaco. "La semana pasada ya hablamos con el entrenador de que debería ir con cuidado cuando me sacaran una amarilla. El gesto era para él, no para el árbitro", ha reiterado Lewandowski. "Sucedió lo que dijimos. Es mi culpa", ha insistido el futbolista.

En la redacción del acta arbitral, Gil Manzano escribe que el delantero había "realizado dos veces un gesto de desaprobación consistente en llevarse el dedo a la nariz y apuntando después con el pulgar hacia el árbitro". Eso podría agravar el castigo a Lewandowski si el Comité de Competición entiende que hubo mucho más que desconsideración hacia el colegiado extremeño. El Barça medita presentar alegaciones a este acta de Gil Manzano.

"Ahora sé por qué el Barça es más que un club"

— Lewandowski, delantero del Barça

"Ahora sé por qué el Barça es más que un club", ha reconocido Lewandowski en un más que correcto castellano, indicando que "jugaremos aún mejor por lo que tenemos que ser pacientes". Lamentó, eso sí, el delantero quedarse fuera de la Champions en la fase de grupos que le han condenado a malvivir en la Europa League.

Estaba todo el Barça arropando a Lewandowski, quien no se separó de Anna Lewandowska, su mujer. Desde el presidente (Laporta) hasta el entrenador (Xavi) pasando por el director deportivo (Jordi Cruyff). A sus 34 años, y tras ganar dos Botas de Oro (20-21, con 41 goles, y 21-22, con 35) aspira a conseguir la tercera (lleva 13 goles en 14 jornadas de Liga) con la camiseta azulgrana.

"Hicimos algunos errores en la Champions que no puedes cometer porque te dejan fuera”, ha dicho en tono autocrítico, aunque luego, y casi de forma inmediata, apeló “a pensar en positivo y mirar hacia adelante". Reclamó Lewandowski tiempo ("no puedes cambiar nada en una semana o en un mes", ha precisado) insistiendo en que el Barça, que domina en la Liga, ha encontrado "el buen camino".