ANÁLISIS TÁCTICO

Las claves tácticas del Madrid-Barça: una defensa sin defensa alguna

Ter Stegen se irrita con su defensa tras encajar el 1-0 del Madrid en el Bernabéu.

Ter Stegen se irrita con su defensa tras encajar el 1-0 del Madrid en el Bernabéu. / Efe

Marcos López

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Un equipo que no aprende

No aprende el Barça. Es un equipo que reincide en sus errores. Tres goles le marcó el Inter en apenas 39 minutos desnudando la estructura defensiva, simbolizada en los «errores puntuales» de Piqué (1-1) y de Busquets (1-2). Más de lo mismo en el Bernabéu donde el equipo de Xavi sabía cómo le haría daño el Madrid.

Pero de nada le valió porque Busquets no supo frenar el inicio del contragolpe que luego desnudó Vinicius y castigó Benzema, con hasta tres azulgranas defendiendo sin éxito sobre la línea de gol. Más dañiño resultó aún el 2-0 cuando un horrible despeje de Eric García hacia atrás habilitando a Vinicius y retratando el hundimiento de la zaga azulgrana. Hasta siete jugadores se fueron a las narices de Ter Stegen permitiendo a Valverde tener todo el tiempo del mundo para disparar.

Dembélé intenta robar el balón a Vinicius en el Bernabéu ante Sergi Roberto.

Dembélé intenta robar el balón a Vinicius en el Bernabéu ante Sergi Roberto. / Afp

Extremos que no deciden bien

El Barça de Xavi está parido para que el balón llegue a los extremos. Y a partir de ahí desequilibrar. Pero eligieron mal Raphinha, anclado en la banda derecha, y Dembélé, ubicado en la izquierda. Tan mal lo hicieron ambos delanteros que Xavi ordenó quitarlos del campo. El brasileño firmó un tiro a puerta y dos regates buenos de dos intentos. Poco. Menos aún el francés. Ni un solo tiro. Probó siete regates, pero tan solo uno completó con acierto.

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Con la rebeldía Gavi y Ansu no basta

El deprimente paisaje táctico del Barça en el Bernabéu solo quedó quebrado cuando Xavi movió el banquillo. Entró Ferran por Raphinha, Gavi por Busquets (segundo gran partido, Inter y Madrid, que el capitán no termina) y Alba por Balde. Pero quien cambió de verdad ese escenario fue la agresividad de Gavi, quien tuvo la rebeldía en el juego que no se vio, por ejemplo, en la primera mitad.

Solo una falta cometió el Barça en los 45 minutos iniciales. Y fue de Lewandowski. Robó Gavi, conectó con Ansu, que había suplido al gris Dembélé, y el centro de este acabó en gol de Ferran. Esa insumisión juvenil reanimó durante breves minutos a un plano y acomplejado Barça

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