FINAL DE LA CHAMPIONS

Barcelona-Lyon, la venganza de Budapest y la lucha por la hegemonía del fútbol femenino

Alexia: "El ciclo empezó con la derrota contra Lyon en Budapest y ganar en Turín sería redondear el ciclo perfecto"

Alexia Putellas, en Turín.

Alexia Putellas, en Turín. / FCB

Roger Pascual

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Hace un año el Barça femenino ponía fin a cinco años de reinado del Olympique de Lyon. El bloque francés había encadenado cinco Champions desde 2016, incluida la del 2019 en la que barrió a las azulgranas en la final. Tras la derrota, las azulgranas se conjuraron para volver a luchar por el título y conquistarlo. Lo lograron el año pasado en Gotemburgo y ahora quieren demostrar en Turín que el cambio de guardia no fue una anécdota.

Golpe a la aristocracia

"También hubo fútbol antes del Barcelona y se jugó aquí durante años", sentenció Ada Hegerberg cuando se confirmó que se mediría al Barça en la final. La frase del estandarte 'lyonés', primera jugadora en ganar el Balón de Oro, demuestra que la irrupción barcelonista en la aristocracia del fútbol femenino no solo genera admiración.

Hegerberg, que decidió la final del 2019 con un 'hat-trick' en solo 16 minutos, volverá a ser la principal amenaza para el marco de Sandra Paños. Es una de las pocas cosas que no han cambiado dentro y fuera del campo desde Budapest, que puso la primera piedra del Barça de los récords. Si Martens, que volvió la semana pasada tras una lesión de larga duración, es finalmente titular habrá siete azulgranas que repetirán en el once inicial respecto a la final de hace tres años. Pero, además de la calidad de los refuerzos como Jenni Hermoso, Graham Hansen o Rolfo, el crecimiento de jugadoras como Alexia y Aitana y la mejora física de la plantilla en general explican la metamorfosis del bloque.

"Aquella derrota fue dolorosa a corto plazo pero a largo plazo fue bien porque nos dimos cuenta dónde estaba el nivel mínimo para ser campeonas y nos pusimos a trabajar: entrenar más, ponernos en forma, ser competitivas. Espero ganar mañana la segunda Champions consecutiva", comentó Alexia.

Canalizar la energía de la grada

Las vigentes campeonas han ganado todos sus partidos esta temporada menos uno, la vuelta de Champions contra el Wolfsburgo tras exhibirse 4-1 en la ida, donde el Barça volvió a batir en el Camp Nou el récord de asistencia de público a un partido de fútbol femenino. No habrá 91.648 culés este sábado en Turín pero sí 15.000 por solo 2.000 francesas, invirtiendo la proporción de Budapest. También se han invertido los papeles, ya que las azulgranas no solo son ahora las vigentes campeonas sino también las favoritas.

"Sabemos la expectación que hemos generado, las ganas, muchísima gente desplazada. Estamos sintiendo toda esta energía y la intentaremos canalizar dejándolo todo el césped. Es un punto a favor nuestro", apuntó la capitana Alexia.

"Es normal que nos tengan ganas", explicó Irene Paredes, que llegó en verano procedente del PSG. Mientras que la zaguera sí que sabe lo que es ganar al Olympique, al que apeó en cuartos de Champions el año pasado, el Barça no ha ganado aún al Lyon en las cuatro veces que se han medido: en los dos partidos de cuartos de la temporada 2017-2018, en la final de 2019 y en el amistoso del pasado verano. "Tenemos ganas de revancha. No le hemos ganado nunca al OL y es motivación de peso: es un título pero también romper con algo que históricamente no habíamos logrado, como con el Wolsfburgo", ensalzó Jonatan Giráldez. "El ciclo empezó con la derrota contra Lyon en Budapest y ganar en Turín sería redondear el ciclo perfecto", asestó Alexia.