La falta de puntería condena al Barça

Fue un partido digno de Champions y no Europa League. Solo los logotipos y la parafernalia recordaban que el Barça-Nápoles, antaño en la primera división, pelean ahora por sobrevivir en la segunda. Uno de los dos quedará fuera. El equilibrio del marcador retrasó el desenlace a la semana que viene. El gol de Zielinski no tiene ningún valor adicional para la vuelta. En el estadio napolitano será obligatorio ganar. Durante el juego o en los penaltis.

El Barça jugó para golear y se marchó con solo un acierto y vía penalti detectado por el VAR. Lo transformó Ferran Torres de forma impecable, designado para ejecutar esa suerte por haber exhibido la calidad del tiro en los entrenamientos. Fue el único remate del valenciano ente los tres palos. Chutó nueve veces y solo aprovechó el penalti.

Video Marcos

Lloroso y hundido

Se marchó Ferran Torres lloroso, sintiéndose culpable. Y al desacierto del delantero podría achacarse el empate que alarga la mediocre andadura europea barcelonista. Serviría como resumen. Pero igual de verdad es que nadie de sus compañeros fue capaz de marcar. Ni tampoco Luuk de Jong, que fue recibido como un viejo héroe en los últimos minutos para que repitiera alguno de sus recientes milagros.

Después de 70 partidos de Copa de Ferias y 78 en la Copa de la UEFA, reanudó 18 años después el Barça la trayectoria en la última competición estrenándose en la Europa League. Empezó rodilla en tierra, en el gesto universal en contra del racismo, pero acabó en pie, muy digno, dignísimo, aunque el resultado fuera negativo.

En la noche de las novedades se mantuvo la tradición de que el Barça encajara antes de marcar. Es lo que tiene ser un equipo débil en las áreas. A la pérdida ya conocida de la delantera del año pasado se une la endeblez defensiva. Elmas tiró por el suelo a Alba, que se comió con patatas el amago y generó un espacio por el que se coló Zielinski, que tiró dos veces tras el rechace inicial de Ter Stegen.

Titularidad para AUbameyang

Marcó Zielinski un minuto después de que Ferran Torres chutara desviado el segundo de los tres primeros intentos. Todos ciertamente ventajosos, que habrían podido adelantar al Barça, muy meritorio en el juego, en ritmo y en criterio, pero lastimoso y tierno en el rectángulo crucial. Ferran partía desde la izquierda y alcanzó posiciones de remate, mientras Adama jugaba en línea recta paralela a la banda sirviendo balones y Aubameyang anduvo descifrando a qué juega su nuevo equipo.

Se presentaba Aubameyang en su primera noche como titular y despertó más dudas que certezas. Excelente en la presión, robó dos balones en defensa que sirvió a Ferran, pero del delantero centro del Barça se esperan más cosas. No leyó bien el juego y su primer toque siempre fue doble, necesitaba el control antes de dar el pase.

Un Nápoles poco italiano

Hasta la entrada (73.525 espectadores en horario de tarde) y el ambiente revivió las noches de lujo en el Camp Nou, así como el nivel de un Nápoles muy modernizado y poco italianizado para lo que eran los tics que caracterizaban su fútbol. Defendió con arte (dos faltas en el primer tramo), no especuló con su ventaja y progresó en el campo con rapidez y ambición para asestar el golpe definitivo.

Fabián hizo un partido excepcional en la salida napolitana desde atrás, muy bien acompañado por Elmas y Zielinski ofreciéndole líneas de pase. Insigne quedó anulado por Mingueza, que nunca le dejó girarse y lo aplastó contra la línea de banda.

Fue Mingueza el tercer lateral derecho probado por Xavi en esta fase de rotaciones con cuatro partidos en once días que motivó el descanso de Busquets y Gavi del once inicial. Salieron luego para renovar las fuerzas del equipo y mantener la velocidad del balón. Salieron con Dembélé, que reaparecía en el estadio tras el cierre del mercado y su negativa a renovar. 

Recibido con silbidos, sin ser una pitada unánime ni ensordecedora, el trato fue derivando en aplausos en cada intervención. Saben los culés que no pueden despreciar ninguna aportación para saldar bien la temporada, y de Dembélé pueden salir centros, asistencias y quién sabe si goles con los que irse con la cabeza alta.

FICHA DEL PARTIDO

Barcelona: Ter Stegen (6); Mingueza (7), Piqué (6), Eric (6), Alba (6); Nico (7), F. de Jong (6), Pedri (8); Adama (6), Aubameyang (5), Ferran (4).

Técnico: Xavi Hernández (7).

Cambios: Gavi (6) por Nico (m. 65); Busquets (6) por F. de Jong (m. 65); Dembélé (6) por Adama (m. 65); Dest (sc) por Mingueza (m. 80); L. de Jong (sc) por Aubameyang (m. 84).

Nápoles: Meret (6); Di Lorenzo (6), Rrahmani (6), Koulibaly (7), Juan Jesus (6); Anguissa (7), Fabián (8); Elmas (6), Zielinski (7), Insigne (4); Osimhen (5).

Técnico: Luciano Spalletti (7).

Cambios: Oumas (5) por Insigne (m. 72); Mertens (sc) por Osimhen (m. 79); Demme (sc) por Zielinski (m. 79); Malcuit (sc) por Anguissa (m. 84); Mario Rui (sc) por Elmas (m. 85).

Goles: 0-1 (m. 29), Zielinski fusila por segunda vez a Ter Stegen, que había rechazado un tiro suyo; 1-1 (m. 58), Ferran transforma un penalti cometido por mano de Juan Jesus.

Árbitro: Istvan Kovacs (4), rumano.

Tarjetas: Anguissa (m. 39), Fabián (m. 75), Meret (m. 90).

Estadio: Camp Nou.

Espectadores: 73.525.

Suscríbete para seguir leyendo