ACTUALIDAD AZULGRANA

El adiós de Reverter refuerza el poder absoluto de Laporta

La marcha del director general, el ejecutivo responsable de sanear la economía del Barça, acentúa la aventura personalista en que se ha convertido la presidencia del club

GRAFCAT8212. BARCELONA (ESPAÑA), 06/10/2021.- El director general del FC Barcelona, Ferran Reverter (i), y el presidente del FC Barcelona Joan Laporta (D) durante la presentación este miércoles en rueda de prense de los resultados de la auditoría a las cuentas del club, el cierre de la temporada 2020/2021 y el presupuesto del ejercicio 2021/2022.EFE/Alejandro García

GRAFCAT8212. BARCELONA (ESPAÑA), 06/10/2021.- El director general del FC Barcelona, Ferran Reverter (i), y el presidente del FC Barcelona Joan Laporta (D) durante la presentación este miércoles en rueda de prense de los resultados de la auditoría a las cuentas del club, el cierre de la temporada 2020/2021 y el presupuesto del ejercicio 2021/2022.EFE/Alejandro García / EFE/Alejandro García

Albert Guasch

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La dimisión de Ferran Reverter causó ayer una de esas convulsiones espasmódicas que afectan periódicamente al FC Barcelona. Reverter era considerado algo así como el Messi de las oficinas, el director general que había diseñado la reconstrucción económica de la entidad. Pero no ha durado más que ocho meses en el cargo. Detrás del formalismo de que necesita «dedicar más tiempo a proyectos personales y familiares» se esconde algo que no tardó en trascender por diferentes vías: los desencuentros cada vez más constantes entre él y Joan Laporta sobre la gestión del club.

La salida de Reverter evidencia que el FC Barcelona se ha convertido en una aventura personalista de Laporta. La disciplina germánica del CEO, quien aterrizó al club procedente de un grupo de distribución de electrónica de consumo en Alemania, del que era consejero delegado, ha colisionado con las maneras de funcionar de los clubs de fútbol y sobre todo con el desenfadado estilo del presidente, que pierde a su contrapeso.

A él votaron los socios y su criterio prevalece en todos las esferas del club, en la deportiva y también en las oficinas. En realidad, la dimisión de Reverter viene a reforzar la idea de que si alguien se siente el Messi de la entidad es el presidente. Desde que se liberara de las cadenas de los avales, a principios de año, existe un Laporta de antes y otro de después. 

El de ahora es un mandatario más fiel a sí mismo, dependiente de pocos o nadie y cuya arrolladora personalidad empapa el funcionamiento de todo. Es un Laporta que se apoya en un entorno cada vez más próximo y es también más complaciente con sus deudas emocionales a la hora de incorporar personal externo.  

Salida amistosa

La salida de Reverter se venía cociendo desde hacía semanas. No será inmediata, ya que según fuentes del club continuará hasta que se le encuentre sustituto. Al parecer, no es tampoco una ruptura agria y cargada de testosterona. Simplemente se ha puesto de manifiesto una incompatibilidad. 

Reverter, por ejemplo, se había lamentado de diferentes decisiones, en particular de la contratación de algunos ejecutivos, muchos de ellos próximos a directivos o el propio Laporta y no avalados por su criterio riguroso de CEO.

En este sentido, un catalizador de la dimisión fue el acuerdo con Spotify, aún no oficial, para patrocinar la camiseta del primer equipo, del femenino y, por primera vez, el Camp Nou. Discrepancias con retoques y cláusulas modificadas o introducidas sin ser consultado, o de las que directamente ha discrepado, se interpretan como la gota que colmó el vaso. 

Sobre los hombros de Reverter se cargaba la gestión diaria del club y de hecho la semana pasada estuvo de viaje por EEUU buscando el mejor acuerdo para la financiación del Espai Barça de 1.500 millones. Durante este viaje se produjeron algunos de estos cambios con Spotify que le enojaron.

Reverter empezó a conocer que el Barça no es una empresa como las que estaba acostumbrado cuando en plena tarea titánica de saneamiento se vio en la obligación de censurar a un vicepresidente el consumo a cuenta del club de dos botellas de vino de 350 euros cada una en el stage de Alemania. Pero las discrepancias se han extendido a asuntos de más calado como, por ejemplo, la relación con CVC o las inversiones en fichajes.

Primera aparición de nivel

Reverter fue nombrado CEO del FC Barcelona el 1 de julio de 2021 en lugar de Òscar Grau y durante estos meses ha liderado el proyecto de transformación del club. Transmitía una imagen de rigor, como se constató el día que presentó los resultados de la ‘due dilligence’. Fue su primera aparición pública e impresionó por su elocuencia al exponer la situación heredada de Bartomeu. Su salida es, pues, todo un golpe para la reconstrucción en marcha.

Laporta , en cualquier caso, está acostumbrado a lidiar con crisis internas. Sufrió una desbandada de consideración en su primer mandato. En dos tandas se le despidieron directivos de peso como Sandro Rosell, Ferran Soriano, Marc Ingla, Javier Faus o Evarist Murtra. Y ahora parece volver a esa época de inestabilidad, justo ahora en que el equipo se encaraba hacia una recuperación.

Las consecuencias de la salida de Reverter se verán en el futuro, aunque lo cierto es que Laporta puede sentirse liberado tras la ausencia de avales que le obligaban a depender de personas que entraron en el club por el mero hecho de ser acaudalados, más los recomendados de estos. Cuántos de ellos se acabarán marchando es ahora una incógnita. «Estos meses han sido apasionantes y agradezco al presidente su confianza y, especialmente, su entusiasmo y capacidad de liderazgo», puso Reverter en una nota que se esforzaba por visualizar el carácter amistoso de la ruptura.

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