DOS PROYECTOS DISTINTOS

Semejanzas y diferencias entre el Barça de Xavi y el Barça de Guardiola

cOMBO xaVILaporta

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Joan Doménech / Marcos López

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Xavi es el cuarto entrenador del Barça en 21 meses. Solo se ha ganado una Copa del Rey y el presidente anterior huyó para evitar la moción de censura. Pruebas suficientes del estado ruinoso en el que está el equipo. Y es el tercer entrenador que ha elegido Joan Laporta como presidente del Barça.

Ninguno de los dos entrenadores (Rijkaard y Guardiola) que eligió antes Laporta recogió un equipo tan deprimente como Xavi

Ninguno de sus dos predecesores, Frank Rijkaard (2003) y Pep Guardiola (2008), recibió un equipo en tan malas condiciones, iniciada ya la temporada. Xavi ha aceptado el desafío y se espera de él que marque una época recordada como ellos. Laporta le ha prometido fichajes en enero. De momento, ya tiene a Alves.

A Guardiola, en el 2008, le tocó recibir el Barça en el que dejó de girar el círculo virtuoso impulsado por Ronaldinho. Pero duró poco, demasiado poco. La Champions de París-2006 fue su obra cumbre y a partir de ahí entró en un inexplicable declive. Hasta que llegó Pep. 

A Guardiola le correspondió gestionar el Barça que fue en su día del ´círculo virtuoso'

Tras besar la segunda Copa de la historia del Barça, el equipo de Rijkaard se apagó. Un apagón simbolizado en aquel humillante 4-1 que recibió en el Bernabéu, síntoma ya definitivo de que se había agotado. ¿El motivo? "La autocomplacencia". Esa fue la palabra empleada por el propio Laporta para justificar tan súbita caída.

Xavi Hernández, en su primer entrenamiento como técnico del Barça.

Xavi Hernández, en su primer entrenamiento como técnico del Barça. / Miguel Ruiz/FCB

EL EQUIPO DE XAVI

Una decadencia sin fin. Xavi ha heredado un equipo relegado a la novena posición de la Liga y pendiente de un duelo crucial con el Benfica para seguir vivo en la Champions. Serán los dos primeros partidos. La clasificación certifica el declive del equipo.

La estructura deportiva del 2021: Enric Masip (asesor deportivo presidencial), Mateu Alemany (director de fútbol) y Jordi Cruyff (director de scouting internacional)

Cinco jugadores han resistido el paso del tiempo desde que Xavi se marchara en 2015 y ninguno (Ter Stegen, Piqué, Sergi Roberto, Jordi Alba y Busquets) está mejor que entonces. Al contrario. Forman la columna vertebral de un equipo en el destacan los jóvenes (Nico, Gavi, Pedri hasta hace poco) cuando deberían ser meros acompañantes.

Piqué recoge el balón de la red de Ter Stegen tras el 2-0 del Atlético, marcado por Luis Suárez.

Piqué recoge el balón de la red de Ter Stegen tras el 2-0 del Atlético, marcado por Luis Suárez. / Reuters / Susana Vera

A la pérdida de calidad se añade la pérdida, sobre todo, de una descomunal cantidad de goles sin Messi ni Griezman. Por no hablar de la pérdida de identidad general de un Barça que ha extraviado su estilo. Xavi solo garantiza dotar al equipo del modelo de juego que le caracterizó en las mejores épocas.

Rijkaard, Guardiola, Koeman y Barjuan

Rijkaard, Guardiola, Koeman y Barjuan / .

EL EQUIPO DE GUARDIOLA

El ‘círculo virtuoso’ se paró. Acabó tercero en la Liga el Barça de Rijkaard, a 18 puntos del Madrid campeón y a 10 del Villarreal, que le arrebató la segunda plaza. Se quedó en blanco y no ganó nada, pese a disponer de una amplia y lujosa plantilla (Ronaldinho, Etoo, Deco y Henry eran las vacas sagradas que sostenían la estructura donde ya deslumbraba un juvenil y emergente Messi) apoyada por una generación inigualable surgida desde La Masia:Puyol, Xavi, Iniesta y Valdés.

La estructura deportiva del 2008: Johan Cruyff (asesor presidencial), Txiki Begiristain (secretario técnico) y Raúl Sanllehí (director de fútbol)

Jugadores todos ellos en el proceso justo de maduración para convertirse en lo que luego fueron: estrellas de carácter mundial. Pero que habían necesitado previamente años de plomo para alcanzar la tan deseada y necesaria madurez.

Ronaldinho carga con Messi después de que el argentino marcara su primer gol en la Liga en 2005.

Ronaldinho carga a Messi después de que el argentino marcara su primer gol en la Liga. / CESAR RANGEL

Pero el desgaste en el vestuario, con una lucha de egos simbolizada en el pulso entre Ronaldinho y Etoo, junto a la erosión provocada por el paso del tiempo en la relación con Rijkaard estalló por los aires en el quinto y convulso último año. No fue quien fichó sino a quien decidió sacar Guardiola del equipo una de las claves de su éxito inmediato. Ronaldinho, el autor de la revolución, se marchó. Deco, también. Y Etoo se quedó porque se lo pidieron los capitanes (Puyol, Xavi, Iniesta) a Guardiola. Ahí empezó todo.

Alves hace una reverencia, aclamado por la grada.

Alves hace una reverencia, aclamado por la grada. / Jordi Cotrina

SIN UN EURO PARA XAVI

Sin dinero para fichar. El Barça está arruinado y asolado por una deuda de 1.350 millones. A la falta de dinero, que ha obligado a Xavi a rebajar sus pretensiones, se une el límite salarial de gasto que tiene fijado la Liga para el club azulgrana, que reduce aún más el margen de maniobra para encontrar un futbolista de suficiente calidad para que refuerce al equipo. Por eso, llega Alves, desempleado como estaba desde los JJOO. Gratis y con el sueldo más bajo de la plantilla.

Alves besa el escudo durante la presentación.

Alves besa el escudo durante la presentación. / Jordi Cotrina

No es fácil encontrarlo en el mercado de invierno. Las oportunidades suelen ser descartes de los demás. Y lo que busca el Barça es muy específico (un extremo) y muy caro (un goleador). Habrá contactos con el Manchester City en los próximos días. Raheem Sterling (26 años) podría ser una opción. Pero no es la única. 

Laporta, Alves y Guardiola, durante la presentación del futbolista brasileño en 2008.

Laporta, Alves y Guardiola, durante la presentación del futbolista brasileño en 2008. / Jianfan Zhu

CON DINERO PARA GUARDIOLA

Casi 100 millones en fichajes. Había dinero para refuerzos. Y, sobre todo, había un plan. No todos funcionaron, pero llegaron piezas estructurales (Alves, por quien se pagaron 36 millones de euros al Sevilla; Piqué, reclutado del United, por 5 millones) que cambiaron al Barça.

La base era la de Rijkaard, por supuesto, pero el retorno a la rutina del trabajo, obró de motor. Guardiola cosió todas las fracturas en tiempo récord, aunque se perdieron jugadores en el camino: Hleb (17 millones), Martín Cáceres, (16,5) y Henrique (8), que ni debutó. No fue, sin embargo, el caso de Keita (14) que aportó mucho.

Xavi y Laporta, en primer término, con el nuevo cuerpo técnico detrás, en su presentación a la plantilla.

Xavi y Laporta, en primer término, con el nuevo cuerpo técnico detrás, en su presentación a la plantilla. / FCB

EL ENTORNO ARROPA A XAVI

Un técnico arropado. Ni una voz se ha escuchado en contra de la contratación de Xavi en la opinión publicada. Ni siquiera por su inexperiencia, la causa que fomentaba la aversión inicial de Laporta. Acaso la reticencia era que el exorganizador se quemara en el cargo por llegar demasiado pronto. Xavi ha hecho una breve carrera de dos años en el Al Sadd, mientras que Guardiola solo dirigió una temporada al Barça B.

Las expectativas que produce Xavi han generado un apoyo incondicional, un entusiasmo que se percibió en su presentación. Por otro lado, tampoco cuenta con la oposición de otro entrenador que fuera candidato al cargo. Era él o él.

Mourinho y Laporta en un duelo en la Premier League en 2017.

Mourinho y Laporta en un duelo en la Premier League en 2017. / EP

MOURINHO ANTES QUE PEP

No era Guardiola un técnico de consenso. Ni mucho menos. Se le veía con muchísimo recelo. Tanto que se le colgó nada más empezar su etapa el calificativo de becario. El favorito era José Mourinho, sobre todo de un poderoso sector del entorno culé. Hasta el propio técnico portugués sentía que era el candidato número uno para dirigir el Barça de la reconstrucción, como prueba un pen drive que contenía las claves de su proyecto y entregó a directivos azulgranas.

Pero Cruyff, el asesor de Laporta, y Txiki Begiristain, el secretario técnico, fortalecieron la vía de Pep, entonces técnico del Barça B, al que hizo campeón de Tercera División, con argumentos. Y se salieron con la suya. La valentía del presidente resultó también decisiva. 

Joan Laporta, Víctor Font y Toni Freixa, en un encuentro en el Camp Nou. 

Joan Laporta, Víctor Font y Toni Freixa, en un encuentro en el Camp Nou.  / Javi Ferrandiz

LAPORTA ELIGE' LA 'VÍA FONT'

Sin discusión ni debate. El personalismo cada vez más acentuado de Joan Laporta ha apagado el volumen de los demás directivos. La mayoría son partícipes de la misma corriente futbolística, que es el cruyffismo. Disfrutada y aplaudida la era Guardiola, no existe en el mercado nada más parecido que Xavi.

Laporta quería apostar por la escuela alemana –no lo verbalizó en la campaña electoral– , pero no tuvo suficiente dinero ni capacidad de convencimiento para atraer a ninguno de los técnicos más reputados. Aguantó con Koeman aunque le erosionó el terreno con su actitud. Ahora se refugiará en Xavi, el entrenador que era de Víctor Font y que será su paraguas. 

Siete de los ocho directivos que dimitieron en 2008, Marc Ingla, en primer término.

Siete de los ocho directivos que dimitieron en 2008, Marc Ingla, en primer término. / Joan Cortadellas

DIRECTIVA DESCOHESIONADA

Discusiones, dimisiones... A Laporta se le iban directivos cada año. Rosell y Bartomeu, uno de los núcleos de poder, abandonaron la junta en el 2005 tras cohabitar, y de mala manera, durante apenas dos años.

Ya anunciado Guardiola como nuevo entrenador, fracasó la moción de censura planteada por Oriol Giralt. Un 60% de los socios querían destituir a Laporta (23.870 votos), pero se necesitaba el 66% para desalojarlo del palco. Días después, ocho directivos (entre ellos tres vicepresidentes: Soriano, Ingla y Vicens), dimitieron en bloque. Laporta se quedó solo. Y Guardiola inició en ese clima convulso el proyecto más exitoso. 

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