Sergi Barjuan: "Es difícil encontrar una sonrisa en el vestuario del Barça"

Pretendía Sergi Barjuan devolver la alegría al vestuario como fórmula para que el Barça exhiba el nivel futbolístico que se le supone y en ello insistirá el nuevo y breve entrenador para evitar el desastre de una prematura eliminación (virtual) de la Champions League, es decir, de no poder clasificarse para octavos. Los malos resultados previos (dos derrotas y un solo triunfo, ante el Dinamo de Kiev (1-0), al que el devuelve la visita este martes) han colocado al equipo azulgrana en una situación límite.

¿Qué es la alegría para Sergi? ¿O qué es la alegría desde el prisma futbolístico? "Es difícil encontrar una sonrisa en el vestuario", admitía Barjuan, que ha procurado acercarse a los jugadores "más como persona que como entrenador". "La alegría es recuperar nuestro estilo, el modelo, encontrar espacios, hablarse en el campo", relataba el técnico, dando por supuesto que "el talento que ya tienen los futbolistas" acabará marcando la diferencia.

Algo que por el momento no se ha visto a tenor de los resultados, lo que ha conducido al Barça a una crisis que se ha llevado por delante a Ronald Koeman del banquillo. Barjuan debutó el sábado ante el Alavés sin victoria. Afronta en Ucrania su segundo partido, el primero en la Champions. Solo ha dirigido tres entrenamientos. En ellos ha insistido en que haya intensidad en el juego y orden en el posicionamiento. Que el Barça se reencuentre a sí mismo.

Fuertes en la debilidad

"Ante la debilidad es cuando más nos tenemos que hacer notar, más fuertes hemos de ser", dijo, dando a entender que los futbolistas se refugien en el escudo. Pero, al mismo, tiempo, no pierdan de vista que lo que ganan y lo que pierden se dilucida en el terreno de juego. "Dependemos de nosotros mismos", recordó, al tiempo que se sentía más tranquilo al poder recuperar a cuatro futbolistas de golpe. Entre ellos, a Ansu Fati, que será titular, y a Ousmane Dembélé, que será suplente.

No debería asustar a los jugadores del Barça la cita de Kiev. La mayoría se ha encontrado ya en situaciones límite, frente a partidos cruciales. También los jóvenes, a su nivel, en cada categoría, jugándose un derbi, un clásico, un títulos de Liga o de Copa. Es un partido "especial" más, pero importantísimo para el club en dos cuestiones: para evitar la pérdida de prestigio que comportaría quedar fuera de las eliminatorias por primera vez en 20 años, y por la pérdida económica de los ingresos que asegura la Champions, contabilizados ya en el presupuesto por la fuerza de la costumbre.

Pero la papeleta dista mucho de ser un gran marrón. "Si preguntaran a mil entrenadores, todos querrían estar en mi posición", contestó con firmeza. Y tampoco es un marrón siendo como es un culé de toda la vida a quien le ofrecen una oportunidad para echar una mano al Barça. Lo hizo como futbolista y lo hace en su regreso al club como entrenador.