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FC BARCELONA 1 - 1 DEPORTIVO ALAVÉS

Empate de frustración

El Barça de Sergi padece los mismos errores estructurales del Barça de Koeman, sin contundencia y siendo transparente en defensa

Jordi Alba intenta controlar el balón ante un defensa del Alavés

Jordi Alba intenta controlar el balón ante un defensa del Alavés

El Periódico

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Lo que inventó Memphis, con un gol descomunal, lo terminó estropeando el Barça, el tedioso Barça al que los niños (Gavi y Nico) quisieron levantar con esa irreverencia futbolística que tanto cautiva al desesperanzado pueblo culé. Cambian los entrenadores, pero el equipo no avanza. Al contrario se encoge y se encoge hasta hacerse pequeño. Diminuto. Débil. Estéril. Transparente porque cada primer disparo que recibe acaba haciendo estallar la paciencia del barcelonismo, que dejó escapar tímidos pitos con ese frustrante empate. 

Igualada en la que, además, perdió a dos jugadores por lesión (Kun Agüero y Piqué), lo que complica aún más su decisivo examen europeo del martes en Kiev. Nada cambia en el Camp Nou. 

La misma imagen

El primer Barça de Sergi Barjuan tenía el mismo aire, triste, apático y monótono, con el que se despidió a Koeman en un avión de vuelta de Vallecas. Apostó, eso sí, el técnico interino por el 4-3-3, pero el inicio, lleno de entusiasmo y con más presión que de costumbre, se acabó evaporando. Tampoco duró demasiado. Ni media hora. Tuvo el balón, se instaló en campo contrario, favorecido, además, porque la propuesta ultradefensiva del Alavés se lo favorecía. Pero no generó peligro, a pesar de que vive el Barcelona instalado en la cornisa a punto de precipitarse al abismo.

Nada cambia, empate frustrante. Marcos López analiza el FC Barcelona - Alavés

Nada cambia, empate frustrante. Marcos López analiza el FC Barcelona - Alavés. /

Si se pensaba que el problema era el entrenador quedó claro, y no es, en absoluto responsabilidad de Sergi (apenas dos entrenamientos antes de sentarse en el banquillo del Camp Nou), que es mucho más profundo. En 45 minutos, tan solo dos remates: un cabezazo venenoso de Eric García a la salida de un córner permitió a Sivera, el meta del conjunto de Vitoria, exhibir su elasticidad. Enorme parada la suya, repleta de reflejos despejando esa peligrosa pelota sobre la misma línea de gol. Después, un disparo lejano de Memphis al que Sivera se sacó el balón expulsándolo como el peor de los enemigos posibles. Ahí se acabó el Barça de Koeman. Perdón, el Barça de Sergi.

Sin intimidación

Hasta la lesión de Agüero, el nueve titular porque los demás están en la enfermería o en el banquillo (Luuk de Jong), el equipo no intimidó. Y cuando iba aturdido camino del vestuario apareció Coutinho. Otro cambio firmado por Koeman en un retrato de lo que ya no es (ni se acerca a serlo) este equipo. La decadencia que se ve, y se sufre, cada día, atrapado en un círculo nada virtuoso. Un círculo deprimente, con un fútbol que se iba encogiendo porque perdía vitalidad. Y ni siquiera jóvenes con pegada como Nico, multiactivo en todo momento podía sostener el entramado. Gavi y él escoltaban a Busquets en ese centro del campo donde esos interiores eran mucho más de posición, aunque el hijo de Fran, dueño de un físico privilegiado, se asomaba con intención al área del Alavés. Gavi empezó por la derecha y Nico por la izquierda. Luego intercambiaron las alas. Pero el equipo tampoco se inyectaba de esa energía juvenil, agotado como parece, torturado consigo mismo, incapaz de rebelarse. Ellos sí lo hicieron.

Todo se transformó, sin embargo, en la segunda parte cuando Memphis se inventó una obra de arte donde antes no existía nada. Nada es nada. Amansó la pelota el delantero, oteó el paisaje, ajustó un derechazo imponente que sacudió al desértico Camp Nou (37.278 espectadores, militantes, animados, conectados, pero pocos) antes de que el Barça se volviera a meter en un lío cuando la defensa sacó de quicio a Ter Stegen en el fantástico gol que supuso el empate del Alavés. Se indignó el meta alemán con sus compañeros, simbolizado en la foto en la que apareció de nuevo Piqué. Y, otra vez, la vieja historia. Primer disparo a puerta, primer gol en contra para los azulgranas.

Entonces, Nico y Gavi, dos niños, decidieron pedir la pelota y demostrar que el talento no entiende de documentos nacionales de identidad. Estaba el Barça aturdido cuando ellos levantaron al Camp Nou con un par de acciones soberbias. En ambas dejaron solo a Memphis. Pero el exdelantero del Olympique de Lyon topo primero con el palo derecho de la portería del Alavés y después con el cuerpo de Sivera. Luego Sergi rescató del banquillo, donde estaba lleno de polvo, a Riqui Puig, pero quitó a Gavi. Y, de pronto, se apagó la luz del Barça, por mucho que Sergi modificara el dibujo en el tramo final. 

La ficha

BARÇA: Ter Stegen (5), Mingueza (4), Piqué (4), Eric García (6), Jordi Alba (5), Gavi (6), Busquets (5), Nico (7), Dest (4), Kun Agüero (4) y Memphis (6).

Cambios: Coutinho (4) por Kun Agüero (m. 41); Lenglet (4) por Piqué (m. 70)); Riqui Puig (4) por Gavi (m. 70); Balde (s.c.) por Nico (m. 81); Abde (s.c.) por Mingueza (m. 81)

Técnico: Sergi Barjuan (4). 

ALAVÉS: Sivera (7); X. Navarro (5), Lejeune (6), Laguardia (6), R. Duarte (6); Toni Moya (5), M. Loum (5), Pere Pons (5), Luis Rioja (7), Edgar (5) y Joselu (6).

Cambios: Martin Aguirregabiria (5) por X. Navarro (m. 20); Pellistri (6) por Edgar (m. 62); Tomas Pina (5) por Pere Pons (m. 62); Manu García (s.c.) por Toni Moya (m. 80); Sylla (s.c.) por Joselu (m. 80); 

Técnico: Javier Calleja (6). 

GOLES: 1-0, (m. 49), Memphis; 1-1, (m. 52), Rioja

ÁRBITRO: Figueroa Montero (6), andaluz.

TARJETAS AMARILLAS: Severa (m. 45+3); R. Duarte (m. 82)

ESTADIO: Camp Nou.

ESPECTADORES: 37.278 espectadores.

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