TRISTE EPÍLOGO

Despedidas, algunas definitivas, de la plantilla azulgrana

Tras perder las opciones de aspirar al doblete en tres semanas catastróficas, los jugadores han dado argumentos al presidente Laporta para practicar su revolución.

De Jong, Mingueza y Neto no evitan un tiro de Kike.

De Jong, Mingueza y Neto no evitan un tiro de Kike. / Afp7

Joan Domènech

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Desayuno y despedida. En algunos casos, definitiva. Varios jugadores no se reencontrarán en el comedor de Sant Joan Despí en el inicio de la próxima pretemporada de la que aún se desconoce la fecha de inicio, en otra de las muchas incertidumbres que quedan en el aire. Sí están escritas, en cambio, las notas de esta temporada de una plantilla que no tiene el nivel que requiere el Barça, dijo Koeman a modo de epitafio en el último partido de Eibar.

Bajo la lupa

La revolución se fragua en las oficinas del Camp Nou y afectará a todas las líneas del equipo. En la portería para empezar. Neto quería irse en diciembre, con una oferta que le garantizaba jugar, y se irá en junio. Siempre que deje algún dinero por el traspaso y haya garantías de que Ter Stegen estará recuperado antes de que empiece la competición. El meta alemán no ha mantenido el nivel en tramo final de la temporada y no faltaron compañeros, entre ellos Piqué y Alba, que aludieron a su pérdida de fiabilidad.

Dembélé y Griezmann vigilan a Bryan Gil en el Eibar-Barça.

Dembélé y Griezmann vigilan a Bryan Gil en el Eibar-Barça. / Afp7

Los dos empezaron bajo la lupa tras el desastre de Lisboa y, aunque han podido eludir el juicio sumarísimo en la reválida recién acabada, no tienen el sitio garantizado si no rebajan sus fichas, de las más altas. Menos garantizado, prácticamente nada, lo tienen Umtiti y Junior, cuya aportación, de nuevo, ha sido marginal.

Araujo y Mingueza, dos ascensos promovidos por Koeman, solo dejarían la plantilla si el club recibiera una gran oferta por ellos. El mismo caso que Piqué y Alba era el de Busquets, que ha sabido blindar su titularidad. Pjanic no le ha hecho sombra y será despedido, sobre todo si sigue Koeman, que no le ha hecho ni caso. Lo mismo vale para Riqui Puig.

Braithwaite presiona en busca de un balón.

Braithwaite presiona en busca de un balón. / Afp7

Ningún pero puede matizar la temporada de Messi, de incierta continuidad, aunque con mayor predisposición de continuar que hace un año. Sus compañeros de ataque no estuvieron a la altura. Solo Griezmann, que personifica el drama del Barça: una ficha que no se puede sostener.