LA SITUACIÓN AZULGRANA

Araujo, otra piedra en el camino para Koeman

Como el policía que conduce un camión entre tinieblas en ‘Bajocero’, el técnico intenta que el convoy azulgrana, siempre con la gasolina justa, no se hunda bajo el hielo pese a las emboscadas diarias. Cada partido esconde alguna trampa oculta, la última la lesión del central que mantenía la defensa en pie.

Araujo, tras lesionarse en el Benito Villamarín.

Araujo, tras lesionarse en el Benito Villamarín. / REUTERS/Marcelo Del Pozo

Roger Pascual

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Como el policía que conduce un camión de presidiarios en Bajocero, el thriller hielasangre que arrasa en Netflix, Ronald Koeman intenta poner orden cuando todo a su alrededor parece desmoronarse. En un Barça entre tinieblas, en el que el técnico ha estado más días sin presidente que con él, sin que hayan llegado los refuerzos que que había pedido y con alud de lesiones, el entrenador neerlandés intenta que el convoy barcelonista, que siempre va justo de gasolina, no se hunda bajo el hielo pese a las emboscadas diarias.

Cada partido esconde alguna trampa oculta que hace que Koeman tenga que estar en un estado de alerta permanente. De los 11 partidos disputados en el 2021 solo en uno, ante el Granada en Liga, había podido ver el final del encuentro sin estar conteniendo el aliento. Pese a ello, y a que se le escapara la Supercopa en el último suspiro, aún sigue en pie en las otras tres competiciones. 

Ni una noche tranquila

En Sevilla tampoco iba a tener una noche tranquila. A los siete minutos ya se ha encontrado la primera emboscada en el camino. Araujo, el mejor central que tenía a su disposición y sobre cuyas espaldas había mantenido el equilibrio defensivo, se desplomó tras torcerse el tobillo. El gesto contrariado de Koeman evidenciaba su preocupación no solo para lo que quedaba de partido sino pensando en los exigentes duelos que le esperaban ante el Sevilla y el PSG. Hoy le harán pruebas para ver qué alcance tiene su esguince en el tobillo izquierdo.

Con gesto apesadumbrado tuvo que llamar y poner como central de urgencia a De Jong, al que, como a Pedri y Messi, había querido dar la noche libre. El frágil equilibrio que vive el Barça no permite ahorrar balas y Koeman tuvo que terminar haciendo marcha atrás y echar mano de los tres después de que Emerson, el carrilero cedido al Betis que espera vestirse de azulgrana en junio, pusiera a Borja el 1-0 en bandeja.

Riqui Puig, al que Koeman le ha levantado la condena con el cambio de año, gozó de su primera titularidad en Liga. Aunque lo intentó no pudo aprovechar el permiso y desequilibrar en casi una hora de juego. A Messi, su sustituto, en cambio le bastaron 10 minutos para evitar que el Barça se despidiera casi definitivamente de la Liga. A los tres minutos empató en la primera ocasión que tuvo. Y posteriormente, filtró un pase a Alba que llevaría al segundo. Por mucho que el guion se haya repetido muchas veces, no deja de sorprender.

Busquets devolvió emoción a la película con un doble error que llevó a unas nuevas tablas, volviendo a poner el miedo en el cuerpo del técnico Pero pudo respirar aliviado gracias al giro más inesperado de guion, cuando Trincao, que parecía tener el cañón desviado, se estrenó como azulgrana con un golazo que permite que el camión de Koeman, aunque continúe viviendo al límite, siga en la carrera por la Liga.