LA REMONTADA DE GRANADA

Un Barça con fe, piernas y luces

La fe de Griezmann en busca de un balón imposible, las piernas de todos por resistir otra prórroga (la cuarta en siete partidos) y las luces por encontrar los goles de la clasificación han devuelto al equipo donde siempre: a la semifinal de Copa. Como en diez de los últimos once años.

Los jugadores del Barça celebran uno de los goles de la prórroga de Granada.

Los jugadores del Barça celebran uno de los goles de la prórroga de Granada. / Jorge Guerrero / Afp

Joan Domènech

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La clasificación del Barça para las semifinales de Copa dejó para la posteridad cifras históricas que no se habrían dado con su eliminación. Por si no fuera suficientemente histórico que el club azulgrana haya accedido a la penúltima ronda en diez de las últimas once temporadas. Desde el 2011, solo ha faltado a esta cita el año pasado, cuando sucumbió con el Athletic en cuartos (1-0) a partido único. Y desde entonces hasta hoy, el Barça ha disputado 50 de las de las 53 eliminatorias posibles de la Copa, incluidas las finales. Solo faltó a la final del 2013 (cayó en la semifinal ante el Madrid) y la semifinal y la final del 2020.

Siempre ha estado ahí el Barça, resistiendo, aguantando los embates del torneo eliminatorio, de donde ha obtenido cinco títulos en diez temporadas, y que se mantiene, de nuevo, como un aliciente. Quizá mayor en esta ocasión, cuando se vislumbra, se intuye, que este equipo no da para conquistar la Liga (a diez puntos del Atlético y un partido más jugado) ni la Champions, donde no figura entre los máximos favoritos.

Griezmann conecta el remate que supuso el 2-1, el inicio de la remontada de Granada.

Griezmann conecta el remate que supuso el 2-1, el inicio de la remontada de Granada. / Dpa

Histórico: tres goles en la prórroga

Tal vez sea un juicio prematuro, como precipitado fue anunciar la eliminación en Granada en el minuto 88 con un 2-0 en contra. Los errores de Samuel Umtiti desbarataban el avasallador partido ofensivo del equipo, que con el tiempo añadido arrojó unas cifras significativas y que perdurarán. Para empezar: el Barça nunca había metido tres goles en una prórroga.

Un equipo sin puntería apeló a la fe y a la fuerza de sus piernas para ver la luz, apagada hasta entonces. Cuesta discernir qué fue primero, como el huevo y la gallina.

La fe de Antoine Griezmann para perseguir el pase diagonal de Messi, un balón que se iba fuera, para devolverlo al campo. La fuerza de las piernas, del delantero y de todos, para resistir la cuarta prórroga en siete partidos (dos en la Supercopa, y dos en la Copa) y las luces para empezar a acertar en el remate. Virtudes, todas, que se aunaron en el 2-1, traspasado el minuto 88. El guiño del factor suerte fue un paliativo a la desgracia acumulada, después de tres disparos (Trincâo, Dembelé y Messi) a la madera. El funcionamiento ofensivo del equipo no merecía ningún reproche, más allá del acierto en el tiro.

¿Cuándo había lanzado el Barça 18 córneres? El récord del último lustro eran 14 (igualado este año frente al Alavés): en Granada se habían sumado ya 15 en el tiempo reglamentario.

Tampoco hay precedentes de los 36 remates a portería que conectó el Barça, de los que 20 fueron bien dirigidos entre los tres palos. Ni existen precedentes de un doblete de Jordi Alba, el lateral izquierdo, en el primer equipo azulgrana, suplantando la labor habitual de Messi. Treinta remates (14 bien dirigidos) encajó el Huesca en la Liga 18-19.

De Jong y Braithwaite, tras el gol del jugador holandés que suponía el 3-4.

De Jong y Braithwaite, tras el gol del jugador holandés que suponía el 3-4. / Jorge Guerrero / Afp

La posesión de la pelota no fue de récord. Se quedó por detrás de otros dos partidos (ante el Alavés y el Cádiz, ambos fuera) que, como el de Granada, estuvieron cortados por el mismo patrón salvo en el desenlace final: el equipo modesto cobra ventaja en el marcador y se dedica a defenderla. El Barça solo pudo empatar en Vitoria pese a una posesión del 80%, cayó en Cádiz (83%) y triunfó en Granada (79%). Los 1.061 pases se dieron ya en los 90 minutos del Barça-Granada (fueron 1.005) en el que debutó Quique Setién.

El peaje de Sergi Roberto

El peaje a la formidable reacción del Barça para firmar un apabullante 3-5 -«estoy muy orgulloso del equipo», confesó Koeman- fue la lesión de Sergi Roberto. En su segundo partido tras estar 18 de baja, sufrió otro percance muscular. Esta vez, en el recto anterior de la pierna derecha. El club no dio plazos de recuperación, que podría demorarse un mes. «Es una lástima», lamentó Koeman.