Momento Depay

"Mi padre me enseñó de pequeño que los trenes no pasan solo una vez. Ha llegado la hora de aceptar el reto de un nuevo destino. Al fin nuestros caminos se unen. Defenderé la camiseta del Barça con entrega y compromiso, es nuestro momento, este es nuestro camino". ¿Recuerdan quién dijo esto? Antoine Griezmann. El delantero francés, que había dejado escapar el tren al Camp Nou hace dos veranos, decidió subirse a él el año pasado. Quizás soñaba con tener la opción de heredar el puesto del maquinista argentino, como en 'Rompenieves', pero lo que seguramente no podía intuir es que su estancia sería tan de pesadilla ni que el mundo exterior adquiriría unos tonos tan apocalípticos como en aquel cómic francés que, tras ser una genial adaptación al cine de la mano de Bong Joon-ho, tiene ahora una serie en Netflix. Memphis Depay, que vio como se escapaba el tren el verano pasado, espera tener también en enero una segunda oportunidad de poner rumbo a Barcelona. Este miércoles, ante una España sin el lesionado Ansu Fati, el delantero holandés intentará postularse como recambio del canterano y poner fin a más de un año sin marcar con su selección.

Ronald Koeman, extécnico holandés, seguro que no se perderá el encuentro en el que muchos culés verán quizás por primera vez las evoluciones del objeto de deseo del técnico azulgrana. Depay llegó a Lyon hace tres años tras fracasar en Manchester. Había fichado en el 2015 por el United con vitola de joven promesa, pero a veces no basta con llegar, sino que hay que hacerlo en el momento adecuado. Los técnicos del PSV habían sabido capear sus problemas disciplinarios, conscientes de la difícil infancia y adolescencia que había vivido, pero en Old Trafford no encontró tanta comprensión en la disciplina cuartelaria de Louis van Gaal y Jose Mourinho. Si la voz de este amante del rap se había apagado bajo el sonido Manchester, en Lyon ha vuelto a retumbar con fuerza. Especialmente la temporada pasada en la Champions, donde llevó a su equipo a un paso de la final. Una lesión en el cruzado de su rodilla izquierda en diciembre pareció pone fin a su curso, pero con el parón del coronavirus llegó a tiempo para tumbar a Juventus y estar en la fase final de Lisboa que se convirtió para los culés en un viaje más terrorífico que 'Tren a Busan' o que Rodalies en pleno coronavirus.  

Guiños constantes

"Si sus actuaciones son como eran antes de su lesión, es probable que vengan otros clubes, pero creo que el técnico del Barça lo aprecia mucho", apunta Gerard Houllier, consejero del presidente lyonés. El Barça intentará volver a la carga en enero y el Lyon, que en verano pasó de pedir 25 millones a aceptar 8 millones más variables, prefiere venderle a dejarle salir gratis en verano. "Depay está muy feliz de estar en Lyon, pero Abidal estaba en Lyon y se fue al Barça”, añadió Houllier. "No voy a hacer promesas que no estoy seguro de que pueda cumplir", comentó Depay al ser preguntado sobre si acabará la temporada en el club que le ha hecho renacer. Mientras se resuelve su destino, ha marcado cinco goles y dado tres asistencias en sus 10 partidos este curso.

El problema, pero, sigue siendo el mismo que en verano: el límite salarial. Ese fue el gran lastre que impidió que firmara al Barça de la mano de Koeman, su gran valedor después de haberle tenido a sus órdenes en la selección holandesa. "Solo la normativa no me dejó fichar", reconoció Depay sobre su fichaje fallido. El club azulgrana busca rebajar 191 millones de euros la masa salarial. Este miércoles expira el nuevo plazo para llegar a un acuerdo, aunque las posturas siguen muy alejadas. Los jugadores habían planteado extender al resto de la plantilla la fórmula de diferir los pagos a la que se acogieron Ter Stegen, Piqué, De Jong y Lenglet, pero la gestora ahora lo que plantea es renegociar algunos pagos y bonus percibidos ya por los jugadores este año.

Carles Tusquets ya dejó claro que para fichar se tendría que vender antes. Martin Braithwaite es, junto a Junior uno de los candidatos a traspaso, aunque todo parece salir torcido al Barça y al delantero danés desde su fichaje a principios de año. El club azulgrana confiaba en que la Eurocopa pudiera ser un buen escaparate para intentar recuperar los 18 millones que pagó en febrero, un mes antes de que el coronavirus se llevara la competición continental y tantas cosas por delante. Sin apenas minutos con Koeman (37 en cuatro ratitos), el club esperaba que alguna buena actuación con su selección sirviera para intentar animar a algún comprador en el mercado de invierno. Tras no haber marcado en ninguno de los cinco partidos que ha jugado con Dinamarca este año, se perderá el amistoso de este miércoles contra Suecia después de que dos positivos de covid-19 en la concentración danesa obligaran a aislar al delantero azulgrana y a ocho jugadores más, además del seleccionador y su ayudante. 

Depay, también lleva cinco encuentros sin marcar con su selección (su último tanto fue hace año y un mes), espera romper su mala racha naranja para demostrar que es el comodín que el Barça necesita. Y que si en enero el tren azulgrana vuelve a pasar por Lyon se siente, a sus 26 años, preparado para ocupar el asiento que queda libre hasta que Ansu vuelva a partir de marzo.