TRAS LA PRIMERA DERROTA

Las carpetas pendientes de Koeman

Koeman, con gesto de preocupación, durante el Getafe-Barça en el Coliseum Alfonso Pérez.

Koeman, con gesto de preocupación, durante el Getafe-Barça en el Coliseum Alfonso Pérez. / periodico

Marcos López

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En la primera curva, primer revolcón serio del nuevo, aunque parecía viejo Barça. Cayó en Getafe la noche en que Koeman tocó más que nunca el equipo, con la inclusión de Dest, forzado lateral izquierdo, abriendo la puerta para Pedri y confiando, por vez primera, en Dembélé otorgándole, además, a Griezmann todo aquello que había pedido. Mirar a la portería desde el centro del ataque.

Pero el equipo se quedó seco en el cuarto partido de Liga. Ha ido de más a menos el Barça de Koeman en el rendimiento tras encadenar dos victorias iniciales que alimentaron una rápida reconstrucción.

Hacer "autocrítica"

Ahora, el Barça está obligado a emprender una seria "autocrítica", como admitió Busquets tras la primera derrota, o "a mirarse más a sí mismo", como subrayó el técnico, que refugiarse en las excusas arbitrales, que no le llevarán a ningún lado.

En Getafe, solo hubo un disparo a puerta: el palo de Messi

Lo debe hacer justo antes de su debut en la Champions mañana ante el Ferencvaros en un Camp Nou sin público y con el clásico ante el Madrid a la vuelta de la esquina. El sábado. Debe solucionar ese descenso en la producción ofensiva, retratado el pasado sábado, donde el Barça apenas firmó un disparo a puerta. El palo de Messi.

 Empezó el equipo de Koeman la Liga con sus cuatro goles al Villarreal, prosiguió luego con tres al Celta, jugando con un menos durante 45 minutos, y en los últimos 180 minutos (Sevilla y Getafe) tan solo ha firmado un tanto, el de Coutinho al equipo andaluz.

El principal problema es que apenas pisaron el área, a pesar de que Koeman acabó usando a todos los jugadores con perfil atacante que tenía en su plantilla. Messi, Griezmann, Pedri y Dembélé de salida; Ansu Fati, Coutinho, Trincao, incluso Braithwaite y Riqui Puig, ambos debutaban, en la segunda mitad. Ni así generó peligro.

Antoine, un caso

Ocho jugadores, y de perfil bien distinto, para idéntico resultado: un equipo sin remate. Todo ello resumido, de nuevo, en la figura de Griezmann, que continúa igual de gris y ofuscado. A él, que solía ser quirúrgico y preciso en esas definciones de uno contra uno, se le ve ahora angustiado.

No halla su sitio Griezmann, con un gol en los últimos 17 partidos oficiales

Falló el francés dos situaciones así ante Bono, el meta del Sevilla, que le costaron el reproche público de Koeman, y erró el sábado una clarísima frente a Soria, el portero del Getafe, enviando un derechazo a las nubes, aunque el técnico evitó luego cualquier mensaje público sobre esa acción.

Parece Griezmann estar atormentado futbolísticamente, incapaz de encontrarse consigo mismo. Poco importa donde juegue y quien sea su entrenador en el Barça. Da igual que sea Valverde, Setién o Koeman...

No halla su sitio, necesitado como está, y cada vez más, de un gol liberatorio, que le permita espantar tantos fantasmas. El drama para Griezmann no es que no marque (lleva un gol en los 17 últimos partidos oficiales con el Barça) sino que ni chuta: un tiro a puerta en 264 minutos de Liga.

La ilusión Pedri

A la espera de que el francés se reencuentre y que las estrellas, empezando por Messi (un gol, y de penalti, en este inicio), sean lo decisivas que se esperan, los únicos focos de ilusión en el nuevo proyecto de Koeman nacen de los jóvenes. Al principio fue Ansu Fati, que lleva tres de los ocho goles del equipo, y ahora es Pedri. "Hemos optado por Pedri, está demostrando que tiene suficiente calidad para jugar en el Barça", dijo Koeman.

"Pedri está demostrando que tiene suficiente calidad para jugar en el Barça" (Koeman)

Queda llena la carpeta de asuntos pendientes para el técnico, quien ya asumía que la reconstrucción no sería en dos días. Ni, por supuesto, en dos meses. El 2-8 del Bayern de Múnich data del pasado 14 de agosto.

Conflicto con la junta

Lenta y costosa, si es que, finalmente, acaba teniendo éxito en medio de una crisis institucional, que afecta, y mucho, a la plantilla. Tras la derrota en Getafe, se conoció que Ter Stegen, De Jong y Lenglet, como reveló La TDT de Catalunya Ràdio, no firmaron el burofax de la plantilla en contra de la "adecuación", según lo denomina la junta, de sus salarios. Los 21 restantes sí rechazan la postura de la directiva de Bartomeu.