A UN AÑO DE LAS ELECCIONES

Bartomeu-Rousaud: Cisma en el palco del Camp Nou

Bartomeu, en la última asamblea de compromisarios del Barça.

Bartomeu, en la última asamblea de compromisarios del Barça. / periodico

Marcos López

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Queda un año para que se conozca el nombre del nuevo presidente del Barcelona. YJosep Maria Bartomeu, que no se puede presentar a la reelección porque ya ha agotado los dos mandatos que fijan los estatutos del club, no tolera a más disidentes en su junta porque necesita un grupo de fieles para acompañarle en sus meses finales en el palco. El cisma en la directiva es total.

Hasta tal punto que no se esconden ya las profundas diferencias que había escindido a los dos sectores desde la crisis digital del 'Barçagate'. <strong>Se ha impuesto, al final, el golpe en la mesa de Bartomeu que echa a Emili Rousaud</strong>, vicepresidente institucional, a quien había ungido como sucesor y líder del proyecto continuista hace apenas tres meses, y a Enrique Tombas, vicepresidente cuarto y tesorero, además de degradar también en el camino a Josep Pont, responsable del área comercial, y Silvio Elías, vocal y responsable del fútbol formativo profesional (Barça B y Juvenil A).

Bartomeu se ha cansado de la rebelión provocado por el 'Barçagate'  y busca fieles para su último año de mandato

Bartomeu se ha cansado de la rebelión provocada por el estallido del ‘Barçagate’, donde el grupo liderado por Rousaud le pidió explicaciones al presidente, instándole a adelantar las elecciones, previstas para el 2021.

Un mensaje que volvió a repetir durante todo el miércoles el propio <strong>Rousaud</strong>, quien compareció públicamente de mañana a noche en Ser Catalunya, RAC-1 yCatalunya Ràdio para rebatir con enorme dureza las acusaciones del presidente, retratando, al mismo tiempo, un tenebroso paisaje económico en el futuro del club.

Triturando vicepresidentes

"Lo de Bartomeu me parece poco valiente hacerlo por teléfono y sin ningún aviso previo. No son formas", denunció Rousaud, asumiendo que el presidente lo va "a degradar como vocal", pero no lo puede hacer dimitir de la junta. Ni a él. Ni a Tombas. Pero Bartomeu, en menos de cuatro años, ha visto como cuatro de sus vicepresidentes (Susana Monje, Carles Vilarrubí, Manel Arroyo y Jordi Mestre) le abandonaban por discrepancias con su manera de llevar el Barça.

Serían ahora seis desde noviembre del 2016 cuando Monje se retiró de la gestión y responsabilidad económica del club. Pero el presidente ha decidido terminar su mandato rodeado con un grupo de fieles liquidando así cualquier tipo de disidencia.

"Quizá quiera directivos con un perfil diferente, menos exigentes, por decirlo suavemente" (Rousaud)

"Quizá quiera directivos con un perfil diferente, menos exigentes, por decirlo suavemente", reveló Rousaud, mientras el presidente ultima la revolución en su junta ascendiendo a Jordi Moix, sería el vicepresidente económico y continuaría como máximo responsable del Espai Barça, ahora paralizado también por el coronavirus, además de nombrar tesorero a David Bellver, recien entrado en la junta este pasado mes de enero.

La 'conexión Rosell'

Tanto Moix, de los pocos que  siguen en la junta desde el 2015, como Bellver son personas muy conectadas desde hace tiempo a Sandro Rosell, el expresidente del Barça. No solo quiere acabar el año que le resta sino que Bartomeu busca ahora el camino para dibujar una candidatura continuista. Aunque sea fuera de su actual junta, donde Jordi Cardoner, que se autodescartó para la lucha electoral, pueda cambiar de opinión tras este terremoto vivido en el palco del Camp Nou.

Alrededor del presidente hay tierra quemada. Enfrentado a un sector de la junta, con los jugadores enfadados y Messi más crítico que nunca

"Vienen tiempos muy difíciles económicamente y una junta en su último año no es la más indicada. Y menos una junta en plena crisis con una parte de la directiva, con los jugadores enfrentados a ella y con una pañolada cada día que se juega en el estadio. Lo más prudente sería adelantar las elecciones, pero que conste que lo digo como una opinión personal", recalcó Rousaud para sostener su argumento de avanzar elecciones.

Tiene Bartomeu a su alrededor tierra quemada. Enfrentado con un sector de su junta, irritada la plantilla con el club y con Abidal y con un Messi combativo como no se le había visto antes lanzando dos serios toques en solo tres meses. Pero el presidente cree que resistirá en su último año.