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BARÇA-VALLADOLID (1-0)

Un Barça sin fútbol gana de penalti al Valladolid

Los azulgranas se llevan los tres puntos ante los pucelanos (1-0) pero envían señales inquietantes a las puertas del Tourmalet de partidos decisivos

Messi, en una imagen del partido contra el Valladolid.

Messi, en una imagen del partido contra el Valladolid. / periodico

Rafael Tapounet

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El contrato del entrenador habrá sido renovado, pero el juego del equipo, desde luego, no. A las puertas de ese Tourmalet de cuatro partidos en dos semanas que incluye el regreso de la Champions, una peligrosa visita al Sevilla y nada menos que dos clásicos en el Bernabéu, el FC Barcelona sigue enviando señales inquietantes a su afición. Ante el Valladolid de Sergio González, los azulgranas volvieron a ofrecer un fútbol francamente pobre, dominado por el desorden y la escasez de ideas. Solo un gol de penalti de Messi (que envió otro a las manos de un descomunal Masip) permitió a los locales reencontrarse con la victoria (1-0) después de tres empates consecutivos, pero los tres puntos no parecen argumento suficiente para que el equipo recupere la autoestima, dañada después de una racha de actuaciones decepcionantes.

La inminencia del partido de octavos de final de Champions frente al Olympique de Lyon llevó a Ernesto Valverde a dar descanso a algunos titularísimos, como Rakitic, Lenglet y Luis Suárez (nueve partidos seguidos llevaba el uruguayo), y a disponer sobre el césped un once en el que lo más llamativo fue la inclusión de Prince, el futbolista antes conocido como Boateng, que desde que aterrizó por sorpresa en el Camp Nou hace casi un mes solo había jugado 63 minutos. Vistas sus prestaciones en el terreno de juego, quedo claro el porqué.

Salió el Barça espeso y cachazudo, como si los jugadores hubieran malinterpretado eso de que con la renovación del técnico lo que se pretendía era aportar tranquilidad al equipo. Que una cosa es la tranquilidad del vestuario y otra, muy diferente, la pachorra que se vio en la primera parte. Con un juego ramplón y previsible que solo lograba sacar a los espectadores de su sopor cuando a Dembélé o a Messi les daba por agitar un poco el panorama con acciones individuales condenadas de antemano, los azulgranas no hallaban el modo de inquietar a la poblada defensa pucelana, siempre en situaciones de superioridad cuando los locales amagaban con acercarse a la portería de Masip, ni de entretener a la parroquia.

Ronaldo vuelve al Camp Nou

Tenía tan poco que ofrecer el encuentro que el público prefería posar su mirada en el palco para buscar al presidente del Valladolid,  Ronaldo Luís Nazário de Lima, que volvió al Camp Nou 23 años después de debutar en el estadio con la camiseta azulgrana. 'El Fenómeno' ha ganado desde entonces algo de peso, sí, pero vestido de corto no lo hubiera hecho mucho peor que Boateng. Cerca de él se sentaba el novelista Carlos Zanón, autor de la nueva entrega de las andanzas del detective Pepe Carvalho, cuyo título, ‘Problemas de identidad’, valdría también para un libro-reportaje sobre el Barça de esta temporada.

Viendo al cuadro barcelonista así de desdibujado, los visitantes se vinieron arriba, y esa fue su perdición. En el minuto 40, un rápido contraataque pucelano acabó con hasta cinco jugadores visitantes en el área de Ter Stegen, que, una vez abortada la ocasión, sacó rápido el balón hacia Piqué para que este iniciara una jugada que, por una vez, pilló descolocada a la defensa vallisoletana. La cosa acabó con un agarrón de Míchel al propio Piqué y un penalti decretado por Martínez Munuera que Messi transformó en gol.

La segunda mitad resultó bastante más animada, como resultado tanto de la necesidad del Valladolid de estirarse en busca del empate como de los cambios introducidos por Valverde. La entrada de Luis Suárez por Boateng aportó mucho más dinamismo al ataque azulgrana, aunque el uruguayo estuvo completamente negado en el momento de la definición: hasta cuatro ocasiones clarísimas desperdició el 9. Tampoco Messi, que desaprovechó un segundo penalti en el minuto 84, estuvo esta vez mucho más lúcido y acabó desesperado ante las prodigiosas intervenciones del exbarcelonista Masip.  

Lo que se espera en Lyon

Ganó el Barça, sí, pero lo que viene a partir de ahora requerirá un cambio de cara. Y a Valverde, ese tipo sosegado capaz de abstraerse del ruido que inevitablemente genera un club como el FC Barcelona para actuar en todo momento con mesura y sensatez, le va a tocar esta vez sacar el genio. En una de las escenas más celebradas de la película ‘El hombre tranquilo’, el borrachín interpretado por Barry Fitzgerald se asoma al dormitorio en el que John Wayne y Maureen O’Hara acaban de pasar su noche de bodas y, al ver el catre destrozado, exclama admirado: “¡Impetuoso! ¡Homérico!”. Eso es justamente lo que necesita el Barça en Lyon. Una actuación homérica que vuelva a suscitar la admiración del mundo futbolístico.

Barcelona, 1 - Valladolid, 0

<span style="font-size: 1.6rem; line-height: 2.6rem;"><strong>FC Barcelona: </strong>Ter Stegen (6); Sergi Roberto (5), Piqué (8), Vermaelen (5), Jordi Alba (6); Vidal (5), Sergio Busquets (6), Aleñá (5); Messi (6), Boateng (3), Dembélé (6).</span>

Así hemos narrado el partido en directo: