LA SORPRESA DE LA ALINEACIÓN

El suplente Prince debuta de titular

Kevin-Prince Boateng, en un lance del partido.

Kevin-Prince Boateng, en un lance del partido. / periodico

Joan Domènech

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La cantinela del futbolista que necesita un periodo de adaptación es un tópico y una certeza a la vez. Basta un poco de voluntad para refutarlo. Ernesto Valverde se lo cargó. De buenas a primeras. Ni 48 horas llevaba Kevin-Prince Boateng en el Barça que saltó de titular a la cancha del Sánchez Pizjuán. Un entrenamiento y un viaje con los nuevos compañeros -tal vez no recuerde aún todos los nombres-, sin conocer mecanismos ni comportamientos colectivos y el entrenador lo mandó a jugar de delantero centro.

Boateng fue el nueve en el primer día de su nueva vida barcelonista. "Sé que mi rol es no ser titular", había reconocido en su presentación, asumiendo que sería un secundario, el suplente de Luis Suárez. Pero esos roles cambiaron.

Prince pasó por delante del uruguayo sin ni siquiera planteárselo. Sin haber podido estudiar a conciencia qué hace su compañero en el Barça, cómo se mueve, cómo se asocia en un dibujo táctico tan distinto del Sassuolo, con el que estaba jugando el domingo frente al Inter. A pesar de que los acompañantes de la delantera eran tan inusuales como él.

"No te das cuenta de lo que vale la Copa hasta que la pierdes", dice Valverde

Muy poco ayudó a Boateng jugar acompañado de Malcom y Aleñá en un Barça muy extraño

Tres contra uno

Muy poco ayudó a Boateng jugar con dos suplentes agregados: Malcom por la derecha (5 veces titular en 32 partidos) y Aleñá (4) por la izquierda, pese a que en anteriores partidos ejerció de centrocampista. Jugaron muy abiertos, y lejos de él, con lo que casi todos los balones que recibió fueron en inferioridad numérica (contra tres centrales: Kjaer, su marcador, ayudado por Mercado y Sergi Gómez) y de espaldas a la portería. Nunca buscó el espacio, sino que prefirió siempre recibir al pie, y eso demostró, entre otras cosas, su escaso hábito para ejercer de nueve puro.

No eligió nunca bien, y de ahí la certeza del aforismo inicial. Tiró de instinto en sus decisiones, e intervino poco en un Barça muy extraño, con varios jugadores fuera de su sitio habitual. Boateng se marchó del campo con dos fueras de juego cometidos, 6 de 12 duelos ganados, un 71% de acierto en el pase y ningún remate, un balón recuperado y cinco perdidos.

Valverde le retiró a la hora de juego, y aceleró el cambio porSuárez justo después del 1-0

Malos números

Malas cifras para un delantero centro, lo sea o no. Le faltaba conocimiento de los entresijos del juego y de entendimiento con sus compañeros. Previsto o no, Boateng duró una hora en el campo. Una hora de descanso de Luis Suárez, si ése era el objetivo prioritario de la alineación. También descansaronAlba y Coutinho, más Busquets y Messi, que ni viajaron. ❡

El relevo se aceleró en cuanto el Sevilla marcó el 1-0. Valverde inmediatamente reclamó a Suárez, el nueve titular, y a Coutinho, para relevar a Boateng y Malcom. El equipo notó el cambio de la delantera. Encajó otro gol, pero ganó presencia en el área sevillista. Asustó, aunque eso no sirviera de nada.

"Nos ha faltado chispa arriba", reconoció Valverde, que no se arrepentía de haber dejado a Messi en Barcelona ni de la alineaicón que pergeñó. Sí se lamentaba del resultado. "No te das cuenta de lo que vale la Copa hasta que la pierdes", añadió, antes de hablar del último fichaje. Y no era Boateng, sino Frenkie de Jong. "Es un fichaje ilusionante, un gran jugador que tiene un futuro muy importante".