En Directo

LEVANTE, 2 - BARCELONA, 1

El Camp Nou decidirá los octavos de la Copa

Un gol de penalti de Coutinho deja abierta la eliminatoria tras un mal partido del Barça

Coutinho marca de penalti el 2-1 definitivo.

Coutinho marca de penalti el 2-1 definitivo. / periodico

RAFAEL TAPOUNET

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En su comparecencia ante la prensa previa al partido del Ciutat de València, Ernesto Valverde aseguró que "hay que tener ilusión por la Copa". No dijo que él la tuviera, sino que había que tenerla. Como si ilusionarse por la Copa fuera más una obligación algo penosa que un impulso natural. Después de ver el encuentro que disputaron el Levante y el FC Barcelona, se entiende la falta de entusiasmo del 'Txingurri'.

Con partidos así, la competición se presenta para el barcelonismo tan ilusionante y atractiva como una uña rota. Desdibujado desde una alineación en la que más que rotaciones hubo torbellinos, el Barça cayó con justicia (2-1) y solo un gol de penalti a última hora le abre la posibilidad de cambiar el signo de la eliminatoria en el partido de vuelta. Eso si no es que los jugadores del equipo han visto la serie de Marie Kondo en Netflix y se han convencido de las bondades de tirar todo aquello que no necesitan en sus vidas. Como, por ejemplo, un nuevo título de Copa.

Muchas concesiones

Las concesiones empezaron ya en la convocatoria. En su última visita al Ciutat de València, hace menos de un mes, Leo Messi provocó tales destrozos en la defensa del Levante que la Cruz Roja estuvo en un tris de salir al campo a repartir mantas entre los jugadores granotas. Solidario con los damnificados, Valverde quiso ahorrar a los locales una nueva calamidad y dejó esta vez al 'crack' argentino en Barcelona junto con otros pesos pesados del vestuario como Gerard Piqué, Jordi Alba, Ivan Rakitic y Luis Suárez. Quiso la providencia que la decisión de dar reposo al delantero uruguayo coincidiera con la condena al ostracismo de Munir El Haddidi por negarse a estampar su firma en un nuevo contrato, de modo que el técnico tuvo que improvisar una delantera con Malcom Coutinho en los flancos y Ousmane Dembélé en la posición de falso nueve, una innovación táctica que el francés acató con su habitual cara de acabarse de despertar.

Atrás, la gran novedad fue la aparición del colombiano Jeison Murillo, que formó tándem con el joven del filial Chumi en el centro de la defensa. Sergio Busquets, el jugador con más galones de cuantos formaron en el once inicial, retrasó un poco su posición para echarles una mano, pero ni así pudieron evitar que a los 20 minutos de partido el Levante llevara ya dos goles de ventaja, obtenidos además en sendas jugadas en las que los tres centrales del Barça quedaron bien retratados.

Irrupción de Denis Suárez

Y si la defensa hacía aguas, con Miranda particularmente ofuscado en la banda izquierda, las cosas no iban mucho mejor en la zona media, donde la posición de Busquets dejaba al corajudo Arturo Vidal y al académico Carles Aleñá solos frente a cinco centrocampistas locales, con lo que la superioridad granota era palmaria. Negado para el juego de combinación, el Barça solo podía intentarlo a base de arrebatos individuales de sus delanteros, tarea en la que el desacierto de Dembélé (el que más lo intentó) y Malcom se alió con las proverbiales desconexiones de Coutinho para dejar a cero el casillero barcelonista.

En la segunda mitad, Valverde hizo entrar a Sergi Roberto y a Lenglet para tapar las brechas en la defensa, pero fue la irrupción de Denis Suárez, que a estas alturas del mercado tiene un pie y medio en la Premier, la que cambió el panorama del ataque azulgrana con su movilidad y sus incursiones por el lado derecho. Cuando el partido ya agonizaba, una estupenda jugada individual del gallego desembocó en un penalti de Coke que Coutinho se encargó de transformar en gol. Y ya no hubo tiempo para más.

 El 2-1 final deja todo abierto para el partido del próximo jueves. El Barça no pierde una eliminatoria de Copa desde las semifinales de la temporada 2012-13. En el Camp Nou se verá si el barcelonismo es capaz de volverse a ilusionar con el trofeo o si se resigna al fin a dejarlo marchar después de tantos años de satisfactoria relación.