Messi viaja a Milán, pero sin el alta médica

Tiene prisa Messi. Mucha prisa. Tenía que estar tres semanas de baja tras la fractura que padeció en el radio del codo derecho ante el Sevilla el pasado 20 de octubre. Pero tiene tanta prisa el astro argentino, que se subirá hoy mismo al avión camino de Milán. A los 16 días de caer de mala manera tras un choque con el Mudo Vázquez, el ‘10’ levantó la mano, habló con Valverde, y se marchará este lunes hacia San Siro, aunque "sin el alta médica", como se encargó de precisar el club azulgrana al anunciar una lista de convocados con 22 jugadores.

En esa lista está toda la plantilla, excepto los lesionados Umtiti y Vermaelen, con la presencia de Malcom y Denis Suárez, los dos jugadores a quien descartó Valverde en Vallecas como consecuencia de su mal rendimiento en la Copa contra la Cultural Leonesa. Entre los 22 está Messi, a pesar de que el técnico azulgrana siempre ha querido ser "cauto" con su recuperación.

Pero Leo se ve bien, con posibilidades incluso de tener este martes algún minuto en el cuarto encuentro de la Liga de Campeones donde el Barça tiene casi todo hecho después de firmar un inicio perfecto: tres partidos, tres victorias (4-0 al PSV Eindhoven, 2-4 en Wembley al Tottenham y 2-0 al Inter). O sea, 10 goles a favor y solo dos en contra.

Los médicos no quieren forzar

Pero ni la tranquilidad de los nueve puntos europeos que ya tiene en su botín calma a Messi, quien ha recortado en una semana los plazos que daban los médicos azulgranas. Se probó en la sesión matinal del domingo después del angustioso triunfo en Vallecas y se sintió convencido de que podría ir a Milán. Los médicos no quieren forzar teniendo en cuenta que dentro de una semana hay parón de Liga. Valverde tampoco quiere precipitar su retorno. Pero el '10'  tiene prisa.

 "Todos jugamos mejor con Messi", había dicho el entrenador nada más ganar al Rayo en tres minutos volcánicos que mantienen al Barça más líder en la Liga, fijando la diferencia de siete puntos con el Madrid y abriendo un hueco de cuatro puntos con el Atlético, que había empatado antes en Leganés.

Al Barça sin Leo no le ha ido nada mal, pero la estrella quiere volver lo antes posible. Hasta en San Siro, incluso

Al Barça sin Leo no le ha ido nada mal. Ha tenido eficacia, solidaridad y brillantez, sobre todo ante el Inter y Madrid en el Camp Nou, pero también ha sufrido mucho, como en Vallecas cuando estuvo a punto de revivir "el fantasma de Butarque". Ese fantasma rememorado hasta por el propio Valverde en alusión a la derrota con el Leganés (2-1), la única en la Liga. Y la única también de la temporada. Con el Leganés empezó ganando gracias al gol de Coutinho y un minuto caótico le llevó a la perdición.

Messi también debió sentir algo así viendo la remontada del Rayo, cansado como esta de quedarse fuera del campo junto a Thiago, su hijo. Necesita jugar lo antes posible, aunque Valverde, con casi todo resuelto en Europa, y un solo partido de Liga en el horizonte inmediato (el Betis visita el domingo el Camp Nou) debe calibrar con mucho tacto esa decisión. Con Leo en la grada, Luis Suárez, su amigo del alma, ha mantenido la casa en orden, asumiendo un imponente liderazgo. Imponente porque el equipo ha encontrado en el ‘nueve’ los goles que acostumbra a marcar siempre el ‘10’.

El impacto del 'nueve'

No solo han sido esos decisivos tantos de Suárez en una semana delicada (seis en las tres últimas jornadas, uno al Sevilla, tres en el clásico con el Madrid y dos al Rayo) sino que ha tenido un gran impacto sobre el resto de sus compañeros, capaz incluso como ha estado de superar hasta los desequilibrios defensivos que transmite el Barça de Valverde.

El equipo no halla el equilibrio con el 4-3-3 y sufre atrás: ha encajado en nueve de las 11 jornadas de Liga

El 4-3-3, instaurado en la segunda temporada del 'Txingurri', ha roto la armonía y el equilibrió que desprendía el 4-4-2 con el que se estrenó el técnico en el curso pasado. Es mucho más frágil el campeón, como queda demostrado en la Liga. Lleva nueve jornadas consecutivas encajando y hace ya más de dos meses (0-1 ante el Valladolid, 25 de agosto) que no mantiene su portería a cero.

Todos esos desajustes, incluida la extraña intermetencia de Coutinho, quedan tapados, sin embargo, por la eficacia de Messi (al inicio) y Suárez (ahora), ejerciendo ambos de factores correctores. Además, Valverde sabe que si Leo va este lunes a Milán no es precisamente para hacer turismo.