Una canasta de Higgins en el último segundo lleva al Barça a la final de la Euroliga

El Barça está más cerca de su sueño. Un paso más. Instalado en la final de la Euroliga, la octava de su historia en la que se encontrará al poderoso Anadolu Efes. Una canasta en el último segundo de Cory Higgins decidió una semifinal agónica frente al Armani Milán por 84-82, que los azulgranas vivieron al borde del precipicio durante muchos minutos. El equipo de Jasikevicius sin embargo, mostró carácter y reaccionó después de un segundo tiempo espeso, muy discreto en defensa,  en el que los italianos les pusieron las cosas muy difíciles. Mirotic, con 21 puntos y 28 de valoración, se resarció de su discreto ‘play-off’ de cuartos y fue el jugador más resolutivo, pero la alegría de la clasificación se empañó con la lesión de tobillo de Calathes en el último cuarto, que podría impedirle estar el domingo.

Igual que describía Al Pacino en las batallas deportivas que el cine retrató en ‘Un domingo cualquiera”, la semifinal fue una batalla ganada centímetro a centímetro, jugada a jugada, con el Barça muy centrado en el primer tiempo, pero desencajado tras el descanso, lo que le hizo sufrir hasta el último segundo.

Las estrellas tiraron de galones y rescataron al Barça en una situación límite. Mirotic fue determinante. Calathes ofreció una actuación espléndida hasta su lesión. Gasol le dio fuerza al equipo en un gran primer tiempo y las aportaciones puntuales de hombres como Bolmaro, Kuric y sobre todo Higgins le permitieron prevalecer.

Problemas defensivos

Al Barça le costó muchísimo  ahogar la ofensiva milanista. El Armani, sobrado de jugadores decisivos, contó con la inspiración de Chacho Rodríguez, de Micov, Shields, y sobre todo de Punter, un auténtico dolor de cabeza para la defensa barcelonista, que cuajó un partido inmenso, pero falló en la última acción, un triple en el último ataque, que seguramente hubiera condenado a los barcelonistas.

El cuadro de Messina ya logró aguantar la intensidad y el despliegue físico de su rival en un primer tiempo en el que el Barça llevó la iniciativa, controló el rebote y consiguió posiciones cómodas de tiros, para atesorar ventajas que llegaron a los 11 puntos, aunque no le bastaron para desconectar al Armani, que resistió el golpe al descanso (51-42).

El escenario se volvió mucho más complicado para los azulgranas a la vuelta de los vestuarios. El equipo se desconectó en ataque y el Armani entró en una dinámica muy positiva gracias a la implicación de Micov y Panter, responsables de devolver a la semifinal a un escenario de equilibrio. Es más, el apagón del Barça en ataque, con solo ocho puntos en siete minutos, dio paso a las primeras ventajas para el equipo de Messina (59-67, m. 27).

Escenario a cara o cruz

También se equilibró la pelea por el rebote, con el equipo azulgrana cediendo terreno en la agresividad bajo los aros, y además el Barça se encontró con un problema adicional, las cuartas faltas de dos piezas claves como Abrines y Higgins, que obligaron a Jasikevicius a reservarlos en el banquillo. Así que el escenario se salió por completo del guion de los azulgranas, aunque Calathes, con su protagonismo en el tercer cuarto, tirando del equipo cuando el balón quemaba, evitó que el escenario resultara más preocupante (67-71, m. 30).

El Armani Milán había llevado el partido al escenario más favorable. A un cara o cruz. Pero el Barça mostró su espíritu de resiliencia, enganchado a Mirotic, a Calathes hasta su lesión y en las últimas acciones a Higgins, el jugador que, tras el error de Punter, corrió todo el campo con determinación y anotó la canasta que dará la opción a los azulgranas de volver a la cima europea.