Disputa Ayuntamiento-Generalitat

'Contraoferta' de Badalona por la L1 del metro: luz verde a la prolongación si se reduce el impacto en un gran parque

El consistorio la condiciona a aminorar en unos 17.000 metros cuadrados las nuevas cocheras de TMB en el Parque de Montigalà

NOTICIA | La prolongación de la L1 del metro amenaza un gran parque de Badalona

CONTEXTO | El Govern licita al fin la redacción del proyecto para prolongar la L1 de metro hasta Badalona antes de 2030

Una imagen de la estación de Fondo, en Santa Coloma de Gramenet, final de la línea 1 del metro de Barcelona.

Una imagen de la estación de Fondo, en Santa Coloma de Gramenet, final de la línea 1 del metro de Barcelona.

Manuel Arenas

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La Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Badalona siguen a vueltas con la prolongación de la línea 1 (L1) del metro de Barcelona que tanto ansía la ciudad. El impacto medioambiental irreversible con el que la infraestructura amenaza a un gran parque de la ciudad, tal y como adelantó EL PERIÓDICO, permanece en el foco de la disputa entre ambas administraciones, cuyas negociaciones se han prolongado durante este primer trimestre del 2024.

En la última de ellas, a finales de febrero, se esbozó un posible punto de encuentro. Los técnicos de Badalona lanzaron al Departament de Territori una 'contraoferta': la ciudad aceptará el proyecto propuesto por el Govern a condición de que vuelva a su versión del 2018, cuando la Generalitat lo retomó y las nuevas cocheras y talleres de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) previstos, principal elemento de conflicto por su impacto en el Parque de Montigalà 80.000 m2, el tercero más grande de Badalona—, se planificaban con unos 17.000 m2 menos de los que se dibujan en la actualidad, con el consiguiente aminoramiento del daño sobre el 'pulmón verde' del distrito 2 badalonés.

Lo confirma a este diario Daniel Gracia (PP), tercer teniente de Alcaldía y concejal de Territorio y Sostenibilidad del 'Gobierno Albiol' en Badalona: "Nuestros técnicos trasladaron a los de la Generalitat que estamos dispuestos a asumir el proyecto del 2018, que reduce un 50% los metros cuadrados previstos para las cocheras de TMB". Si la propuesta que la Generalitat había puesto sobre la mesa planeaba ocupar con las cocheras unos 51.000 m2 del parque, el consistorio condiciona su visto bueno al plan a que únicamente ocupe unos 34.000 m2, tal y como puede visualizarse en el siguiente gráfico.

A juicio de Pere Vegué, jefe del servicio de Proyectos del área de Urbanismo de Badalona, es importante poner el acento en el "carácter industrial" de la instalación prevista en el Parque de Montigalà, que afectará a un ámbito total de unos 59.530 m2, lo que corresponde a un 74% del espacio total del parque. Lo deduce Vegué de la quincena de vías actualmente proyectadas —tres vías para aparcar trenes y otra docena para distintas funciones como un túnel de lavado— sobre un espacio donde también hay planificada una enorme rampa para que los trenes puedan ser remolcados desde tráilers cuando sea preciso. Todo ello supondrá, a ojos de Vegué, "un peligro para los árboles del parque", que se sumará al desnivel de unos diez metros que se generará entre la plataforma de las cocheras y el terreno natural del parque.

El edil Gracia, por su parte, asegura que desde el ejecutivo catalán insistieron en haber pactado el proyecto con el anterior gobierno badalonés, liderado por el socialista Rubén Guijarro, y en consecuencia haberlo encargado ya. "Deben entender que en Badalona ha habido un cambio de gobierno", apostilla Gracia. La pelota está ahora en el tejado de la Generalitat.

Consultadas por este diario sobre si la contrapropuesta de Badalona tiene visos de prosperar, fuentes del Departament de Territori de la Generalitat únicamente afirman que "estamos cerca de llegar a un acuerdo" en cuanto al proyecto definitivo de prolongación de la L1 y declinan ampliar las declaraciones que ya realizaron cuando este diario adelantó la disputa. En aquel momento, desde Territori tildaron las nuevas cocheras de TMB de "condición 'sine qua non'" para extender el recorrido del suburbano más allá de la estación de Fondo, aunque se mostraron abiertas a dialogar con el Ayuntamiento de Badalona.

También consultadas por este diario, fuentes de TMB corroboran que las citadas cocheras son "imprescindibles" y las asimilan a las otras infraestructuras de este tipo ubicadas en "todos los finales de línea del metro, que deben estar equipados con los talleres y cocheras pertinentes ya que es donde se quedan los trenes para abrir y cerrar el servicio". Además, puntualizan desde TMB, el incremento del tamaño de las cocheras con los años responde a las nuevas necesidades de mantenimiento y almacenamiento de trenes, que hacen que "los redactados del 2018 hayan quedado cortos en 2023 en materia de explotación". Para ilustrar el cambio citan el siguiente ejemplo: si en 2018 en hora punta pasaban unos 31 trenes, ahora transitan 36 convoyes.

La irreversibilidad sobre el Parque de Montigalà

La esperada prolongación de la L1 en Badalona se retomó en julio del pasado 2023, cuando el Govern licitó, ni más ni menos 16 años después de que la propia Generalitat hiciera lo propio con el estudio informativo, la redacción del proyecto constructivo para conectar la estación de Fondo (Santa Coloma) con tres barrios badaloneses: Montigalà, Sant Crist y Lloreda. El desarrollo del proyecto se planifica en dos fases: esta primera con la construcción de dos nuevas estaciones de metro, Montigalà y Lloreda-Sant Crist, y una segunda con otras dos, Bufalà y Pompeu Fabra.

La operación contempla unas nuevas cocheras con talleres para que TMB pueda tener otra central de puesta a punto de trenes en el parque de Montigalà. Los propios pliegos del proyecto explicitan que "la necesidad de adecuar el relieve del parque a los requerimientos estructurales de las nuevas construcciones [las cocheras y los talleres de TMB] hacen que no sea posible volver el parque a su estadio original". Estos mismos pliegos también hablan de una partida presupuestaria para "un proyecto independiente de urbanización" posterior del Parque de Montigalà, aunque esta previsión no acaba de convencer en Badalona.

Es precisamente la citada irreversibilidad en torno a la fisionomía del parque la que causó el rechazo del 'Gobierno Albiol': "Por supuesto que queremos la llegada de la L1 a la ciudad, pero que la ciudad pierda un parque es un lujo que no podemos permitirnos", zanjó Gracia cuando este diario adelantó la negativa local.

Una imagen del barrio de Montigalà de Badalona, adonde llegará la futura L1 del metro de Barcelona.

Una imagen del barrio de Montigalà de Badalona, adonde llegará la futura L1 del metro de Barcelona. / Jordi Cotrina

Las obras a cielo abierto, otro escollo

Además del tamaño de las cocheras de TMB, hay otros horizontes vinculados a la operación de la L1 que preocupan en Badalona. El primordial es el relativo a las obras, que actualmente no están previstas con tuneladora sino a cielo abierto, lo que supondrá "cinco o seis años con calles levantadas y vecinos comiendo polvo, algo que no me parece justo si se compara con las obras de otras grandes ciudades con importantes desarrollos de metro como L'Hospitalet", sostiene el concejal Gracia, quien apunta haber trasladado a Territori estos recelos.

Vegué, responsable de proyectos urbanísticos del consistorio badalonés, asegura que cuando se empezó a hablar de la prolongación de la L1, allá por 2008, la Generalitat sí contemplaba en un plano que ciertos tramos de las obras se realizasen con tuneladora, escenario que la gran crisis económica se llevó por delante por los elevados costes de estas operaciones.

El arquitecto del área de Urbanismo de Badalona avala técnicamente la advertencia de que las obras a cielo abierto supondrán mayor afectación en la ciudad, tanto en términos temporales como de limitación de la movilidad en vías centrales como la Rambla Sant Joan o las avenidas Puigfred y dels Vents.

Los antecedentes de la prolongación de la L1 hasta Badalona

En su último estudio informativo licitado el pasado 2023, Territori remonta los orígenes de la prolongación de la L1 en Badalona hasta el Pla del Metro del año 1974, que ya proponía que el suburbano llegara al barrio de Montigalà. Posteriormente, la actuación constó en el Pla Intermodal de Transports (1993); en el <strong>Pla Director d'Infraestructures 2011-2020</strong>; en el Estudio Informativo de prolongación de la L1 licitado en 2007; y en el Proyecto de trazado de prolongación de la L1 del 2010. El presupuesto global de la prolongación completa, que ha ido creciendo con los años, se sitúa en la actualidad en unos 350 millones de euros.

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